Como apunta Samurai, parece que en Chile están muy de moda los libros sobre Marcelo Bielsa, el DT argentino que llevó al equipo vecino al mundial Sudáfrica 2010. Allá en tierras andinas Bielsa ahora es un ídolo, poco menos que un Dios y con índices de popularidad similares a los de la ex presidenta Bachelet. Para colmo, acá el Diego está en baja y eso contribuye a agigantar la figura de Bielsa, que tiene una imagen y una forma de trabajo totalmente opuesta a la del diez: seriedad, mesura, equilibrio. También, hay que decirlo, buen juego, justo en un momento donde la selección argentina juega mal y no encuentra el rumbo. Por eso abundan los resultadistas desmemoriados que piden a gritos a Bielsa. “Un señor”, repiten con énfasis en la palabra “señor”, como si el banco de la selección fuese una sucursal de la escuela de buenas costumbres de la condesa Eugenia de Chicof. Muchos de esos que elogian los modales y la cultura del DT son los mismos que en su momento lo insultaron por su estilo amargo, soberbio y testarudo cuando estuvo al frente de nuestra Selección. “Chi siamo”, diría un napolitano.
Bielsa y Maradona, dos estilos bien diferentes. El éxito del Loco en Chile no significa, por supuesto, que en el Mundial el equipo vecino llegará más lejos que el nuestro. Se sabe: nada es seguro en un Mundial. De hecho, con Bielsa como DT en Corea-Japón 2002, hicimos uno de los peores mundales de nuestra historia, cuando con un equipazo (Batistuta, Crespo, Verón, Ortega, Samuel, el piojo López, Caniggia, Zanetti, Sorín) ni siquiera logramos pasar de la primer ronda.
Las cartas están repartidas. ¿Quién llegará más lejos en Sudáfrica? ¿Bielsa o Maradona?

Leer Más