(publicado en el diario El Cronista el viernes 27 de enero 2016)
Desde marzo dejará de regir el arancel del 35% que pagan las notebooks, computadoras y tablets importadas. El impuesto nació en 2011 con la idea de proteger y fomentar la industria local. La medida, anunciada hace tres meses por el ministro de producción, Francisco Cabrera, ya tiene consecuencias. Por un lado provocó el desplome de los precios y las ventas de notebooks y por el otro, el cierre de plantas como la de PC Arts Argentina (fabricante de Banghó) en Vicente López. Esta semana anunciaron 205 despidos (de un total de 600 empleados). Y en Tierra del Fuego, todas las fabricantes de informática cerraron sus plantas y despidieron gente: IFSA, un joint venture entre BGH y la brasileña Positivo Informática, Newsan (Compac), Radio Victoria Fueguina (RCA) y Digital Fueguina (Garbarino).
El objetivo del arancel cero del Gobierno es que el consumidor pueda comprar las mismas notebooks de afuera pero a precios más razonables y competitivos que los actuales. Se ilusionan con un 50% más baratas.
Las notebooks son consideradas un elemento clave para la innovación productiva y el rubro emprendedor que tanto fogonea el macrismo.
Enfrente, los empresarios del sector dicen que es imposible competir con los productos de China debido a la devaluación de su moneda, los grandes subsidios del gobierno a sus fabricantes y el bajísimo costo laboral, entre otros motivos. “Es cierto, nuestras notebooks son caras. Pero ¿qué es barato en este país? Ropa, autos y comida cuestan el doble o al triple que en los EEUU. y ni hablar si los comparás con China”, dice un empresario de electrónicos que en su momento supo estar alineado al kirchnerismo y ahora, asegura, sufre las consecuencias. Los ánimos están caldeados.
“La medida del Gobierno provoca un doble error. No solo no abaratará las computadoras importadas sino que deja sin empleo a mucha gente”, explica otro empresario que pide anonimato. Y vaticina un año muy complicado para toda la industria.
Las ventas de PC y notebooks cayeron en picada en los últimos dos años. En 2015 se fabricaron en Tierra del Fuego menos de 400 mil computadoras cuando dos años antes se habían producido 1.300.000 equipos. También se dio una fuerte desaceleración en la compra de notebooks del Estado para los programas educativos como Conectar Igualdad.
Y desde el anuncio del Ministerio de Producción, aún con una inflación que en 2016 superó el 30%, también bajaron los precios. Pero desde noviembre las ventas prácticamente se congelaron por la pérdida del poder adquisitivo y porque el consumidor prefiere esperar a los nuevos precios de marzo.
Los fabricantes y las cadenas como Frávega y Garbarino tuvieron que adelantarse y reducir los precios entre un 15 y un 25% para seducir al consumidor, pero también para reducir stock.
Mientras tanto, Afarte (que nuclea a los fabricantes de Tierra del Fuego, entre ellos al Grupo Newsan) le presentó al Gobierno un plan de competitividad con propuestas que giran en torno a optimizar la cadena de valor y los procesos productivos para reducir los costos de todos los productos electrónicos entre un 30% y 40%. A cambio también piden menores aranceles para importar los insumos necesarios para fabricar y facilidades financieras para planes de cuotas sin intereses.
“La quita del arancel afecta directamente al empleo en un contexto de baja en el consumo y baja en la producción”, dicen en Afarte.
¿Y las otras marcas? El mercado local de notebooks es de unas 700 mil unidades al año. Las marcas que dominan hoy el mapa son Lenovo, Positivo (de BGH), Asus y HP. BGH también importa las máquinas VAIO.
El líder mundial es Lenovo, que ya presentó acá su portfolio de productos importados (encabezada por la línea ThinkPad) con el que competirá este año. Los directivos locales de la empresa china están entusiasmados con el fin del arancelamiento.
Otra china, Asus, dejó la fabricación local en diciembre (lo hacía con Garbarino y PC Arts) para importar toda su línea. “Nos quedamos en el país para construir la marca con un plan agresivo de comunicación y marketing para difundir los productos que tenemos para seis segmentos de públicos diferentes”, explicó a fin de año Martin Mai, gerente de ventas de la marca, que aspira a quedarse con el 17% de mercado.