¿Ustedes vienen a Las Vegas a las ocho de la mañana para hablar de Big Data y análisis de datos? Están enfermos?, arrancó Kevin Spacey el miércoles, en la última jornada de la conferencia anual IBM Insight 2014 que la empresa organizó en esta ciudad. El famoso actor, productor y director norteamericano fue el invitado estrella que subió al escenario de un estadio repleto para contar su experiencia como productor de la serie House of Cards y el uso de tecnología. ¿Pero qué relación hay entre datos digitales y la serie? Mucha.
Cuando Spacey presentó el proyecto de un thriller político en la Casa Blanca fue rechazado por varias productoras de televisión. En cambio, Netflix apostó por la idea y ganó. La decisión se basó en los datos que almacenan y analizan en tiempo real y que generan los más de 40 millones de usuarios abonados al servicio online. Big Data para saber al detalle el comportamiento, los gustos y las preferencias de cada miembro de la audiencia. Netflix puede saber, por ejemplo, qué género prefieren ver los usuarios de una ciudad respecto a otra, según la edad, sexo, etc. O qué actor o actriz buscan las mujeres uruguayas de 40 años. Después pueden cruzar todos esos datos con algoritmos matemáticos. Y así. Miles de variables que luego la empresa usa para detectar tendencias, realizar pronósticos y hacer recomendaciones bien ajustadas a cada usuario. Entonces en el caso de Kevin Spacey, Netflix fue a sus datos y predijo lo que la gente podría querer ver. Sin haber visto ni siquiera el piloto de House of Cards, invirtió 100 millones de dólares para producir los 26 capítulos de las dos temporadas de la serie protagonizada por el ambicioso Frank Underwood. Los datos no se equivocaron: House of Cards fue un éxito rotundo, que ganó tres premios Emmy y logró que los abonados a Netflix aumentaran un 20 por ciento el año pasado. Además quedará en la historia por ser la primera serie en haber sido gestada en base al análisis de Big Data.
?No tengan miedo de abandonar la zona de confort y de agarrar las oportunidades que los análisis de datos les brindan?, dijo Spacey en la charla que duró una hora. Con un gran sentido del humor, el actor hizo un repaso de su carrera para explicar los momentos cruciales de su vida, en donde el riesgo y la audacia fueron fundamentales para su crecimiento como actor profesional.
?En la industria de la TV entramos en la tercera edad de oro. Hay una enorme explosión de creatividad gracias a la velocidad de la tecnología actual. Sin dudas aprendimos la lección que nos dejó la industria de la música. Ahora nuestro desafío es mantener la llama viva de esta revolución en la programación, buscando historias y talentos nuevos?, dijo Spacey, ganador de dos premios Oscar (uno como mejor actor por American Beauty en 1999)
?Netflix analiza a su audiencia, tiene toda la data posible sobre ellos. Cuando les presenté House of Cards, ellos sabían cómo responde específicamente el público a un drama político, al director David Fincher y, afortunadamente, sabían que la gente me conocía a mí. Ellos sabían lo que la gente quiere ver, antes de que lo vea?.
?Ellos confiaron en la historia, en que los actores actúen, los productores produzcan y los directores dirigan y lo más importante: que los guionistas escriban. Nos dieron libertad para contarl a historia de la manera que queríamos contarla. Y lo que este modelo probó es que cuando se confía en los creativos, la cosa funciona?.
?Data le permitió a Netflix realizar el cambio y ahora el mundo está siguiendo ese camino que rompe paradigmas. HBO acaba de anunciar hace unos días que para 2015 pondrá sus contenidos online para poder suscribirse por fuera del sistema de cable. HBO! Y también hace unos días CBS anunció que pondrá sus shows más vistos para verlos vía streaming por Internet. Este es el comienzo de la batalla y el ganador será, lo puedo declarar ahora mismo: ustedes?.
Un poco de olfato, otro poco de Big Data. Esa parece ser la fórmula de la industria de la televisión para conquistar el futuro.
House of Cards
Es un thriller político basada en la novela de Lord Dobbs de 1990, dirigido por David Fincher y protagonizado por Kevin Spacey, que también fue el productor de la serie. La serie generó polémica porque desnuda los engranajes privados de la política, los empresarios y los medios de comunicación. Spacey encarna a Frank Underwood, un despiadado y ambicioso congresista estadounidense en Washington y un habilidoso operador político cuyo objetivo máximo es la Casa Blanca. Como guiño, el actor suele romper la llamada ?cuarta pared? y en el medio de una escena, mira a los ojos del espectador y le hace algún comentario.
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