Se cumplen hoy 10 años del último partido oficial de Diego Maradona. Fue una fecha atípica del Torneo Apertura porque se jugó el sábado 25 de octubre, ya que al día siguiente había elecciones (ganó la Alianza, Menem empezaba a perder poder). Con la camiseta de Boca (“la del Michigan”, protestó Diego), el ídolo jugó en el Monumental el súperclasico contra River.
Pero aquel año Maradona venía a los tropiezos. Se peleaba con la dirigencia (“el cartonero Báez”), no entrenaba lo suficiente, había estado casi todo el torneo sin jugar por un doping positivo (que judicialmente lograron anular) y por eso aquel último partido fue malo. Diego fue una sombra en la cancha, tocando pocas pelotas, errando pases y trotando sin rumbo.
Héctor “Bambino” Veira, el DT xeneize en aquel entonces, lo reemplazó en el entretiempo por un chico que prometía: Juan Román Riquelme. Boca ganó 2 a 1 con un gol agónico de Martín Palermo bajo la lluvia. Maradona festejó en cuero con la hinchada de Boca, haciéndole gestos con la mano a los de River.
Para mi libro “Vivir en los medios” (Marea, 2006), el periodista Juan Pablo Varsky contó: ?Dentro de mi crónica, donde tenía que hablar de él pero también de otras cosas, trataba de expresar mi opinión. A mí me pasaba que lo veía jugar mal. Le faltaba cambio de ritmo, pique corto, aceleración, se equivocaba en los pases. Y la verdad, los últimos partidos de Maradona fueron como los últimos discos de Charly García: un desastre. Contra River fue un verdadero desastre. Boca con él perdía 1 a 0 y cuando fue reemplazado por Riquelme, terminó ganando el partido?. El periodista de Clarín Héctor Hugo Cardozo se preguntó en su crónica: ?¿Maradona debe ser titular en el Boca puntero? Diego cumplió, ante River, uno de sus peores partidos en Primera. Fue evidente que jugó por amor propio y porque él lo decide?.
Como dato de color, se recordará que aquella tarde Maradona fue a saludar a Ramón Díaz antes de que empiece el partido. Ambos habían sido muy amigos (ganaron juntos el Mundial Juvenil `79) pero se habían distanciado a mediados de los años `80. Maradona se acercó hasta el banco de River, pero el DT millonario lo saludó con frialdad.
Nadie -ni el mismo Diego- sabía aquel sábado que ese había sido su último partido como futbolista. Es cierto que se sospechaba que estaba transitando el final de su carrera, pero con Maradona era imposible predecir cualquier cosa. Las constantes vueltas al fútbol de esos años lograban desorientar al mejor futurólogo.
Sin embargo, cuatro días después, el día de su cumpleaños número 37, Maradona anunció públicamente su retiro definitivo del fútbol. Y no volvió nunca más.
Cinco meses después, en un reportaje en La Nación, el entonces vicepresidente segundo de Boca, Luis Conde (ya fallecido), reconoció que con la segunda vuelta de Maradona ?básicamente se buscó que Diego terminase de hacer declaraciones contra Mauricio Macri, calificándolo como el cartonero Báez?. El artículo agregaba: ?Un reconocimiento tardío, pero válido para entender el peso de la palabra de Maradona?.
(post publicado también en Retrovisor)
Leer Más