Según Infobae, en el entretiempo del River-Boca jugado el domingo, el DT millonario Daniel Passarella juntó a sus jugadores en el vestuario y les contó un cuento que los habría motivado tanto que salieron y les hicieron dos goles más a sus padres, los jugadores xeneises. El cuento -no es chiste- habría sido este, textual:
?Un hombre llegaba a su casa luego de trabajar diez horas con mucho cansancio. Pero al llegar al edificio donde vivía, se encontró con que éste se estaba incendiando. Esta persona tenía su morada en el décimo piso y debía subir sí o sí para buscar a su hijo que estaba atrapado entre las llamas. En ese momento de tensión, se olvidó del agotamiento físico y subió por las escaleras a salvar a su hijo para luego dejarlo en los brazos de su madre?.
Los resultadistas -quedan algunos- amantes de un tal bilardo que sostienen que un gol en contra vale lo mismo que uno de chilena dirán que el emocionante cuento fue efectivo porque River ganó 3 a 1. En cambio, el resto, el que quiere buen fútbol y todos los pases que sean posibles, se acordarán que cuando faltaban cinco minutos, Daniel Bucay Passarella le hacía señas desesperadas al árbitro para que terminara el partido, mientras su equipo -con un hombre más que su rival- ganaba por dos goles de diferencia. El amigo Leo dijo: “Un retrato vivo del impacto psicológico que le ha generado los últimos 10 años del Boca-River”.
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