El ganador:
Mauricio Macri, arrasando con más del 45% de los votos (más que Filmus y Telerman juntos). Se posiciona definitivamente como la figura opositora al gobierno de cara a las elecciones de octubre y el 2011. Además, el Pro logró muchas bancas en la Legislatura.

El ganador II:
Kirchner y el gobierno nacional. El presidente apoyó hasta con su imágen personal a Filmus y contra los pronósticos, se coló en el balottage. Aunque con pocas chances, el oficialismo va a ir a pelear la segunda vuelta el 24 de junio.

El perdedor:
Elisa Carrió. Definitivamente, dilapidó sus chances de erigirse como líder de la oposición para las elecciones de octubre.

El perdedor II:
Jorge Telerman. Pese a las encuestas iniciales, no logró entrar al balottage. Los analistas adjudican su derrota a la indefinición que demostró al coquetear hasta hace pocos meses con el oficialismo para ser el candidato K y después unirse a Carrió la, hasta ayer, principal figura opositora al gobierno. El voto opositor a K fue, entonces, a parar a las filas del macrismo.

La mejor campaña:
Con el resultado puesto es difícil elegir la que no resultó ganadora. Pero comunicacionalmente, la campaña de Telerman me pareció la más creativa y jugada. Corrió los límites conocidos hasta hoy en la política; se animó a convertir su pelada en un ícono pop, hizo afiches con ilustraciones de su calva al estilo Lichtenstein y posó en un cartel enorme como la Marilyn de Andy Warhol (foto). Además, tuvo un divertido blog donde contaba día a día las intimidades de la campaña (lo seguirá?).
El amarillo chillón y el “Estaría bueno Buenos Aires” del Pro fue criticado pero efectivo. La campaña estuvo ideada por el publicista Ernesto Savaglio, quien a último momento fue despedido por un plagio.

La frase de la campaña:
?Le pregunto dónde queda. ¿¡Dónde queda?!
A los gritos, Filmus le preguntó a Telerman en el debate de TV por el “Camino Ribereño”.
La revancha:
Aníbal Ibarra. Según las encuestas, el ex jefe de gobierno le aportó a Filmus entre 3 y 5 puntos de intención de voto. Los mismos que fueron definitivos para dejar fuera del balottage a Telerman. Dicen que las traiciones, en la política, se pagan.
