por Hernán Casciari ? No pensaba hablar del tema, pero Zanoni resurgió de las cenizas hace un rato únicamente para mostrar que había salido en la tapa de un diario (él y cuatro más). O sea que en lugar de vergüenza y silencio, parece que la cosa le gusta. Y eso ya fue la gota que colmó el vaso. Pero de verdad, no pensaba mencionar el asunto.
La foto que muestra Zanoni en su entrada anterior no es la que vale. La que vale es la otra. Ayer a la tarde llamó mi madre desde Argentina con la noticia. Había visto la foto de cinco blogueros argentinos en la tapa de La Nación. ?También te nombran a vos?, me dijo, medio llorando. Mientras entraba a Internet para mirar la noticia, le pregunté por qué sonaba tan asustada. Me contestó: ?Están sucios, Hernán. ¿Vos también andás así por la calle, desde que tenés un blog??.
Mi idea inicial fue tranquilizarla (madre es un poco exagerada) pero entonces yo mismo vi la foto, y entendí de golpe que no tenía argumentos. En el cuadro había, realmente, cinco mendigos jóvenes. Se decía de ellos que eran la flor y nata de los blogs argentinos, el top five.

?¿Estás viendo la foto? ?me pregunta madre, al teléfono.
?Sí ?le respondo, sin saber qué más decir.
?¿Los conocés, hijo? ¿Vos tenés trato con ellos? Decime la verdad?
?No mamá. Yo vivo afuera, acá no hay gente así. Hace unos años hubo algunos que venían de Europa del Este, pero el gobierno de Aznar creo que los fumigó.
?Pero en la nota te nombran ?vuelve a la carga mi madre?, usan el apellido de tu padre? Dice el periodista que sos como ellos.
?Debe ser un error, mamá. No podés creer lo que dicen los diarios.
?Incluso dicen que sos peor ?arremete madre?. Los de la foto son los cinco mejores, y vos entrás sexto. ¿Sexto es todavía más sucio?
Ella no escuchaba razones. Monologaba.
?¿Cómo puede ser que gente así tenga los blogs más vistos? ?se queja, con razón, madre? Dice papá que si eso son los blogs buenos, cómo carajo serán los malos.
Después de desahogarse amargamente, cortó el teléfono llorando. No le alcanzaba mi palabra. Madre lloraba a doce mil kilómetros de mi abrazo? Por eso no entiendo el post de Zanoni, que hace un alto en su vacación para alardear de algo que debiera humillarlo. Decidí mentir.
Mentir es fácil con potochop y un poco de droga blanda. A la tarde la llamé yo:
?Creo que ya encontré el error, mamá ?le dije?. A los de La Nación se les traspapeló la foto? Se confundieron con esta otra, que salió la semana pasada en el Clarín.
Y le mandé la prueba falsa por mail.

?¡Ay, gracias a Dios, hijo! ?me dijo ella, y su voz era otra vez cristalina?. Yo sabía? No podía ser que vos tuvieras alguna relación con esa gente.
?Yo soy un tipo serio, madre.
Después estuve una hora de malhumor. Un poco por mentirle a madre (otra vez, como en los viejos tiempos), y otro poco por una clase de vergüenza que no había sentido antes: vergüenza corporativa.
Pero yo no pensaba mencionar este asunto, en serio. Iba a hablar de otra cosa. La culpa es de Zanoni, y también de los otros cuatro. Así que aprovecho y lo digo, porque madre no lee este blog y porque es necesario decirlo: muchachos, la próxima vez que vayan a una foto de los diarios, péguense una enjabonada.
Todos tenemos mamá.
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