Por Matías Maciel* | Entretanto [ny]
Después de unos cuantos meses con blog propio, un día descubrí que lo que más me gusta postear es todo aquello no tan fácil de contar en publicaciones tradicionales. No por confidencialidad ni por restricciones editoriales, más bien por una cuestión de espacio y de libertad para expresar sensaciones, para poder referirse uno a la conexión con el tema tratado y, en especial, con los entrevistados.
Hace algunos días, por ejemplo, entrevisté Andrew Friedman, un abogado [NYU] de 37 años, nacido en Brooklyn y militante a favor de los derechos de los inmigrantes. ?Empecé a interesarme en el tema en los años ochenta, cuando vivía en Washington DC, una ciudad fragmentada y con mucha discriminación. Todavía era un adolescente, pero formaba parte de una banda de punk rock y seguía de cerca el movimiento que había por entonces, en contra del gobierno de [Ronald] Reagan por sus políticas en Centroamérica y Sudáfrica?, se presentó antes de empezar con la entrevista.
En 1997 co-fundó Make the Road New York [MRNY], una organización sin fines de lucro que promueve la justicia y la igualdad de oportunidades a través de la organización y la concienciación de los residentes neoyorquinos de más bajos ingresos e indocumentados. Como co-director, Andrew trabaja en la sede en Bushwick, un modesto vecindario de Brooklyn con mayoría de residentes hispanos, al que llega cada día tras diez minutos de pedalear una bicicleta deslucida.
En septiembre de 2006, MRNY obtuvo una de sus conquistas más significativas. Después de cinco años de lucha consiguió que la totalidad de los hospitales públicos y privados estuvieran obligados a ofrecer traducción e interpretación gratuita a todos sus pacientes, ?algo vital si se tiene en cuenta que en la ciudad de Nueva York se hablan alrededor de 170 idiomas diferentes y que uno de cada cuatro residentes no habla inglés?, me explicó Andrew en su oficina, un cubículo celeste empapelado con pósters de eslóganes combativos.
?Muchas personas llegaban asustadas a los hospitales, eran discriminadas y se sentían vulnerables. Cuando no podían comunicarse con los médicos o con las enfermeras, debían buscar a algún paciente que supiera hablar el mismo idioma o acudir en otra ocasión con un familiar que pudiera servir de traductor. Así, por ejemplo, una mujer nos dijo que fue su hijo de nueve años el que le informó que tenía cáncer?, me contó Andrew para que ?¡por fin!? comprendiera la tremenda importancia de la iniciativa.
?En otra ocasión, un niño de dos años fue llevado al hospital porque se había caído y su nariz sangraba mucho. Como la médica que lo atendió no pudo entenderse con su madre para saber qué había ocurrido, decidió llamar a los oficiales del gobierno de la ciudad, quienes le quitaron la tenencia del niño porque sospechaban que lo había golpeado y la mujer tuvo que llegar a la Corte para recuperar a su hijo, recién un mes más tarde. Una situación horrible y solo por una caída?, ejemplificó una vez más Andrew, en perfecto español, con acento algo mexicano y expresiones caribeñas.
El caso más paradigmático, sin embargo, es tal vez el que tuvo como víctima a un coreano, quien había llegado a un hospital por una lesión en su cabeza durante un partido de fútbol, algo que nunca pudo comunicar a los médicos. Muy dolorido, el hombre pasó tres días internado sin que nadie pudiera explicarle en su idioma qué le pasaba y solo le recetaron algunas aspirinas. Aunque más tarde consultó en otros hospitales, las respuestas fueron siempre confusas y murió apenas un mes más tarde [para leer más sobre esta historia, ver The New York Times].
* El autor es periodista y reside en Nueva York desde agosto de 2006.
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matias: desde ya muy interesante la propuesta del articulo y en especial tu interes por estos casos, que sin dudas estan sistematicamente en el orden social norteamericano; pero pocos a nivel gubernamental se hacen eco de dicha problemática.
Aquí va mi apreciación del asunto, en realidad considero que a pesar de los errores, de los descuidos, de las omisiones, sólo en EEUU puede suceder d euna manera prolífica diría el avance y el desarrollo de las ONG que se encargan de la cuestion social de los inmigarntes en este país.
porque tambien creo, que sólo en esa marea de conflicto -en sentido positivo lo digo- identitario de la cual se compone la sociedad americana radica el empuje y la voluntad democrática de esa sociedad.
conozco otros casos como al Fundación HACER, que encara un proyecto parecido para los residentes inmigrantes en EEUU de origen latino- hispano que trabajan de una manera rsponsable y criteriosa para que ciertas injusticias no sean tann!! pesadas en el día a día de quienes creen que su sueño esta allí.. en América.
Celebro el tratameinto del tema.
un saludo
Muy bueno; debe ser el mejor posteo de eblog.
Para que no se diga, que los cuervos no sirven de nada. Muy bueno entretanto.
¡Me encantó el post! Creo que los diarios deberían incluir una sección dedicada a la trastienda de las notas. De ese modo, los lectores también podríamos enterarnos sobre la cantidad de intercambios, llamados, conflictos que atraviesa una periodista para que un artículo sea publicado.
¡Buenísimo! Como siempre Entretanto con un post para disfrutar.
Excelente tema, siempre me interesó el racismo y la xenofobia que hay en un país que se dice llamar del primer mundo y no pueden siquiera tratar con los extranjeros porque desconocen su idioma.
Saludos,
Muy buen articulo! (no es una sorpresa para los que a entretanto)
Leticia, en Estados Unidos hay muchos problemas, pero no te creas que en los hospitales publicos argentinos hay un traductor para cada no hablante de espanhol.
Estudiante Crónica, por supuesto que no los hay en Argentina, pero si podría haberlos en Estados Unidos en donde hay ciudades donde los habitantes de habla hispana son mayoría.
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Muchas gracias a todos por los comentarios y los aportes. También yo disfruté con el tratamiento del tema.
Y aprovecho para agradecer a Lalo por la invitación.
Saludos.
Qué difícil es ser inmigrante. Y qué bien por quienes se ocupan de estos problemas con la herramienta de su profesión. Muy bueno Matías, como siempre.
lo que aduce estudiante “crónica” no tiene ninguna validez.
Absolutamente incomparable la población inmigrante en los Estados Unidos con la Argentina. Y en todo caso el desconocimiento es supino, su “espanhol” suponemos alega a brasileros en hospitales públicos, cuando los hospitales argentinos están abarrotados de bolivianos, paraguayos y peruanos y NO brasileros. Que, creo yo, a menos que se hayan convertido en nuevas Babels, hablan todos español a la perfección, y ningún “espanhol”.
Cuál es el porcentaje de la población inmigrante en argentina y cuanta en EEUU? Y no sólo eso: que porcentaje es la población inmigrante que se atiende en esos establecimientos allá y acá?
Hay que seguir estudiando, o al menos, hablar desde lo que se conoce como para no desinformar. Luego de que te informes un poco seguimos hablando.
Un besito
Mecha
Concordo plenamente ! Avril Lavigne ne3o nos mortsou nada de novo. Jessie J tem mfasicas bem boas no cd, mas nenhuma em potencial para a baladinha, tirando “Do it Like a Dude”, e siim, o Cd de Clare Maguire e9 lindoooo ! Sf3 ne3o conhee7o o Eisley inda! mas vou ouvir e volto aqui pra falar. haha !