Crítica de la película El sabor de la noche
por VB
Si mal no recuerdo, toda película es la historia de un viaje, aun si el protagonista no lo sabe. El sabor de la noche (My Blueberry Nights) de Wong Kar Wai cumple con esa obligación, pero por momentos le cuesta abandonar el vagabundeo para empezar a andar hacia alguna dirección. Sobre todo, le cuesta reducir el exceso de poesía filosófica y dedicarse plenamente a ser una linda historia.
Es, como el pastel de moras que come con avidez Norah Jones, un plato pequeño y pretencioso, pero al fin pintoresco. En definitiva, es una historia de amor de gente que no quiere caer en la cuenta de que es eso lo que les está pasando y no la tarta de manzanas que les cayó pesada. Todo sucede comida (y bebida) mediante, los personajes son enriquecedores (por una vez Natalie Portman no molesta con su sarcasmo) y el final es rutilante. Sin embargo, el que busque adrenalina amatoria caerá preso de una languidez casi borracha que alienta el cabeceo prematuro y la falta de apasionamiento. En pocas palabras, es un cuentito que llena (el alma y, a veces, la paciencia), si bien estemos muy concientes de que ese Jude Law no nos está esperando en cualquier bar de cualquier esquina.
la aparición de Chan Marshall, la chica que fuma con Law
música de Ry Cooder, dos temas de Cat Power, uno de la más conocida Norah Jones, entre otros
(chan marshall es Cat Power)
Además que aparezcan Natalie Portman y Rachel Weisz en una misma película…
Pero me quedo con Chan
Marshall de Chanes!!!
(el pastel es de arándanos, no de moras)
Qué grande que es la crítica de cine. =)
hace mucho no me embolaba tanto con una pelicula…
Por ahi lo que mas me molesta no es la lentitud – a algunas pelis le sienta bien- sino la pretenciosidad de diferenciarse con el tinte de “estamos haciendo cine independiente, no esperen una historia”…