Nunca estuve en una cárcel. Más: nunca bailé en una cárcel. Más: nunca estuve a punto de emborracharme en una cárcel. Pero por suerte -y lamentablemente- la vida tiene situaciones inesperadas que borran los nunca y los jamases. Esta es una.
Llegué a esta cárcel de Ushuaia de la mano de J&B, a la fiesta que arman todos los años bajo la campaña Start a party, que básicamente consiste en organizar un festejo descomunal en lugares insólitos: un castillo medieval en Transilvania (Rumania), en las cavernas de Capadocia (Turquía), en el medio de la Ciudad prohibida de Beijing (China) o en un estadio a medio construir, en Sudáfrica.