(Columna publicada hoy en El Cronista)
La semana pasada tuve la oportunidad de probar el nuevo Windows 8 durante una demostración privada en las renovadas oficinas que Microsoft Argentina tiene en el centro porteño. Tres mujeres de la empresa fundada por Bill Gates vinieron desde la sede principal en Seattle para mostrarle a los medios la máxima apuesta de Microsoft del año. Después de tres largos años de desarrollo, el lanzamiento oficial ya está confirmado para fines de octubre. Este será el cambio más radical del sistema operativo desde el famoso Windows 95 y por eso Microsoft prepara una enorme campaña publicitaria que cubrirá más de 130 países.
Esta vez la compañía simplificó bastante su línea de productos ya que habrá solo tres versiones del sistema operativo: Windows 8 para el hogar, una versión llamada Pro para el mundo corporativo y la RT, destinada a los procesadores ARM (tabletas y celulares). La actualización a la nueva versión será online y costará, para los que tengan XP, Vista o Windows 7, apenas 40 dólares.
El nuevo sistema operativo más usado de la historia de la computación está desarrollado desde el inicio para funcionar en todos los dispositivos posibles: PC, equipos All In One, notebooks, netbooks, celulares y las estrellas de los dos últimos años: las tablets. Allí Microsoft intentará dar pelea con su flamante Surface. Además, acorde a los tiempos actuales, el Windows fue pensado para manejarlo con las manos con dos tipos de teclados táctiles para elegir.
Lo primero que se destaca es la nueva interfaz gráfica: Windows abandona el famoso boton de “Inicio” y su tradicional escritorio con íconos y carpetas por un vistoso y colorido sistema de mosaicos bautizado “Metro”. Desde ellos podremos controlar todo: correo, fotos, documentos, contactos, mensajeros, aplicaciones, agenda, noticias, etc. Todos son dinámicos, es decir, que se actualizan en tiempo real (incluso cuando la PC está bloqueada) y se pueden achicar o agrandar y navegarlos hacia ambos laterales de la pantalla.
Microsoft apuesta fuerte al Cloud Computing para no dejar liberado el terreno a Google y Apple. Con Windows 8 toda nuestra máquina estará en cualquier dispositivo. Gracias a la nube y al servicio SkyDrive, con una cuenta Microsoft como login, podremos iniciar sesión en cualquier equipo (con Windows 8 ) y tener la página de inicio, los temas, idioma, el historial de navegación, nuestros contactos y sitios favoritos, entre otras cosas. Pero además, podremos acceder remotamente a las fotos, documentos y cualquier otro archivo alojados en servicios como Facebook, FlickR o Dropbox.
Windows 8 toma conceptualmente la manera en que usamos los smpartphones, es decir, bajar desde una tienda las aplicaciones que queremos. La exitosa idea fue inaugurada en 2008 por Apple con iTunes Store para su iPhone y luego imitada por otros como Play de Google (para Android) y ahora la flamante Tienda Microsoft. Habrá apps gratuitas y pagas (muchas se podrán probar antes de comprarlas) y el modelo de negocios para los desarrolladores será un mix entre el conocido y uno propio. El fabricante de la app se quedará con un ingreso superior al 70% si las ventas de la aplicación superan los u$s 20.000. Las mejores apps que pude probar son la de fotos (que reúne todos nuestros álbumes en un solo lugar), calendario, clima y una espectacular para viajes. Microsoft promete que habrá muchas más disponibles para octubre.
Por último, para navegar por la Web tendremos por defecto el nuevo Explorer 10 que prioriza el contenido y desaparece de la vista por completo, dejando en pantalla solo el sitio que queremos ver.
Desde la versión XP que no interactuaba con Windows porque en 2004 decidí mudarme a Mac. Debo admitir que el W8 me sorprendió para bien. Los desarrolladores lograron unir potencia, diseño y simplicidad, un tridente que muchas veces juega a las escondidas en la industria tech. Rápido, intuitivo, y muy agradable estéticamente, la máxima apuesta de Microsoft se presenta con muy buenos augurios.