No sos vos, soy yo. No me llames más. Desaparecé de mi vida. Te quiero, pero no te amo. Necesito un tiempo. Me siento asfixiado.
Dejar o ser dejado. Todos pasamos por alguno de esos dos estados. Los dos son duros, complejos, extraños y, a veces, insoportables. Pero necesarios. Sobre las rupturas en el amor se trata el último libro de Esther Feldman, más conocida como la “Dra. Amor” en Basta de Todo. De hecho, es mi “compañera de banco”, ya que nos turnamos los martes para ir al programa que conduce Matías Martin en la Metro.
El libro (de Grijalbo) recoje valiosos testmimonios (muchos son del espacio de Esther en Facebook) de personas dejadas o que dejaron y analiza los comportamientos humanos cuando el amor se termina y no hay manera de recomponerlo. Además, el libro lo terminé en dos noches, se lee rapidísimo y te deja pensando. Como bonus track, en el medio del libro hay dos capítulos ideales para cortar el clima. Uno sobre las diez mejores películas de rupturas (escrito por el experto Santiago Calori) y otro con canciones para escuchar en esos momentos (según Javier Zucker).
Lo que sigue es una charla de viernes a la tarde por MSN con Esther. La excusa fue su libro, pero el tema no fue otro que… el amor.
Lalo dice:
me quedé pensando en “los dejadores”, como vos los llamás…
Tess dice:
si
Lalo dice:
y me preguntaba por qué si al dejar uno sufre muchísimo, tiene tanta mala fama y buena prensa ser el que deja y por el contrario, el dejado siempre recibe la lástima general, el trato delicado, la comprensión, etc.
Lalo dice:
incluso “garpa” más ser el dejado para con las mujeres! el looser ahora se volvió un ganador, no?
Tess dice:
porque el dejado pareciera ser el que todavía ama y se banca el baldazo de agua fria y la herida narcisista. Para todos el que deja es un guacho que se va a livin la vida loca.
Tess dice:
En el caso de los varones ser el dejado garpa un montón. En el caso de las mujeres no tanto.
Lalo dice:
y por qué?