Este post lo escribí hace un año pero como dice Mirtha, el público siempre se renueva. Así que acá se los dejo nuevamente para recordar lo que pasaba hace 21 años durante aquella histórica Semana Santa. Aprovecho para desearles a todos los que se quedaron en sus casas: Felices Pascuas! (eBlog está en orden)
“La casa está en orden”. La frase la inmortalizó el ex presidente Raúl Alfonsín hace 21 años, el domingo de Pascua de 1987. Días antes se había levantado un grupo armado que pasó a la historia como “Carapintadas”, liderados por el teniente coronel Aldo Rico, un militar que años después aprovecharía la democracia para llegar al poder. Exigían una reivindicación social de los militares y amenazaban con dar un golpe de Estado. Fueron cuatro días de máximo tensión. Pero ese domingo todos los integrantes de los partidos políticos y mucha gente llenó la Plaza de Mayo para, a diferencia de otras veces, defender la incipiente democracia.
Alfonsín fue en helicóptero hasta Plaza de Mayo. Se reunió con Rico, lo convenció de que desista su rebelión, y un par de horas después volvío al balcón y dijo: ¡Felices Pascuas. La casa está en orden”. Mucha gente festejó y se emocionó, pero se produjo un quiebre. Para muchos, Alfonsín se había agachado demasiado (se fue hecho una furia y volvió manso y tranquilo) y aquella famosa frase fue un símbolo del comienzo del fin del gobierno radical.
En el video del discurso, se los ve en el balcón a Antonio Cafiero, chupete Manzano, al vice Víctor Martínez (?), al viejo Saadi (que pasará a la historia por su frase basta de cháchara!) y a Facundito Suárez Lastra, entre otros.
En un reportaje que le hice hace cuatro años, el fotógrafo presidencial Víctor Bugge (uno de los pocos que viajó en el helicóptero junto a Alfonsín hasta Campo de Mayo) contó esta anécdota sobre aquellos días: ?Esa semana santa a la noche la pasamos mál. Yo me quedé a dormir acá (en la casa Rosada) porque Alfonsín se había quedado y a las dos de la mañana me llaman y me despiertan: ?mirá que se vienen para acá a tomar la Rosada?. Yo bajé descalzo, no me olvido nunca más, en patas, para no hacer ruido. Estaba todo oscuro. ¡Venían a tomar la Casa de Gobierno! Y me tropecé con un pibe, un colimba, que estaba temblando con la ametralladora en la mano. Creo que si tenía la mano en el gatillo hacía un desastre. Era un pendejo.
Fuimos hasta Campo de Mayo. Los milicos estaban muy calientes. Gritaban: ?Avanza la civilidad!?. Estaban sacados. ?¿Como puede ser??, pensé. Ahí tuve miedo, me cagué en las patas, porque no existía un carajo, ni la seguridad que te da a cámara ni estar al lado del presidente. Yo pensé que si se desbordaba todo, iba a haber una matanza general. Después cuando vi la televisión con la gente en la calle y todos los políticos arengando, me quedé tranquilo. Desde el helicóptero veíamos a la gente con palos apoyando a la democracia?yo siempre digo que la frase ?Felices pascuas?, fue un acierto, aunque hoy esté tan cuestionada. Sin Alfonsín estaríamos hablando de 50 mil muertos, fácil?.