(fragmento de mi libro “
Vivir en los medios” (Editorial Marea) con detalles sobre el complot para destituir a Bilardo)
Aprincipios de 1986, la seleccio?n argentina jugaba mal y en marzo perdio? contra Francia (sin Michel Platini) y Noruega. Fue entonces cuando trascendio? que desde el gobierno radical y desde algunos sectores del periodismo deportivo, habi?a una campan?a en marcha para voltear a Bilardo.
El jueves 10 de abril, el secretario de Deportes, Rodolfo O ?Reilly, se mostro? disconforme con el rendimiento de la Seleccio?n en un reportaje que publico? el diario Tiempo Argentino (propiedad de la Junta Coordi- nadora Radical capitalina que conduci?a el enigma?tico Enrique ?Coti? Nosiglia).1 El ti?tulo era elocuente: ?Para O ?Reilly, la Seleccio?n no juega a nada?. Lo que sigue es el pasaje de la entrevista que genero? pole?mica:
??¿Que? opina sobre la Seleccio?n argentina?
?Para mi? no anda ni para atra?s ni para adelante. Cada vez que la veo, no me gusta nada co?mo juega. Creo que tiene muy buenos jugadores, pero hasta ahora no han demostrado ser un equipo. A mi?, no me gusta nada…
?¿Pero usted tiene atribuciones para realizar un cambio de te?cnico, por ejemplo?
?Yo no tengo jurisdiccio?n ni competencia sobre el tema de la Seleccio?n. Solo es mi opinio?n sobre co?mo juega?.
El mismo di?a, O Reilly se comunico? telefo?nicamente con el titular de la AFA, Julio Grondona. Los funcionarios habri?an sondeado a Grondona sobre una eventual destitucio?n del te?cnico. ?Don Julio? admitio? la comunicacio?n, pero desmintio? haber recibido ?exigencias o pedidos fuera de lugar?. Ra?pido de reflejos, cuando Bilardo se entero? de la existencia de un complot en su contra, llamo? a un par de perio- distas amigos para que salieran a apoyarlo pu?blicamente. Los medios hablaron de intento de ?golpe de Estado? y Maradona fue uno de los que ma?s defendieron pu?blicamente al te?cnico. ?Somos una Seleccio?n perseguida?, dijo el capita?n en un reportaje en El Gra?fico, atacando a los periodistas que criticaban el desempen?o del equipo. Aquellos que apoyaban a Bilardo (Vi?ctor Hugo Morales, Adria?n Paenza, Fernando Niembro, Marcelo Araujo, Enrique Macaya Ma?rquez y Jose? Mari?a Mun?oz, entre otros) iniciaron una convincente y crucial defensa a la gestio?n. Para esta investigacio?n, Enrique Macaya Ma?rquez reconocio? que la decisio?n de sacar al te?cnico estaba tomada.
?¿Co?mo se freno? esa decisio?n?
?Porque se hizo pu?blica antes de que se ejecute. Yo estaba en radio Rivadavia y a la tarde lo saque? al aire a Julio Grondona, que estaba en Suiza. Salio? a apoyar a Bilardo y quedo? demasiado abierto y pu?blico el hecho de que lo iban a sacar.
?¿Se podri?a decir entonces que gracias a ciertos medios y a ciertos periodistas, Bilardo mantuvo su cargo? ¿El papel de la prensa fue fundamental?
?Para mi?, si?. Y tambie?n fue fundamental el apoyo de Grondona. ?¿Habi?a periodistas que lo queri?an afuera a Bilardo? ?Si?, definitivamente. Otro de los periodistas que apoyaron al te?cnico fue Ernesto Cherquis
Bialo, desde la direccio?n de El Gra?fico. ?Escribi? cuatro editoriales con- secutivos apoyando a la Seleccio?n, a pesar de que jugaba muy mal. En Parque de los Pri?ncipes, perdemos 2 a 0 con Francia, jugando un ver- dadero desastre. Constancio Vigil fue a esa gira, junto con Juvenal y yo. Vigil se va a los vestuarios de Argentina antes de que termine el partido y cuando escucha los botines de los jugadores que van llegando, se caga todo y se encierra en un ban?o. Se para arriba del inodoro para no ser visto por debajo de las puertas y escuchaba todo. No sabi?a co?mo salir de ahi?, no se podi?a quedar tres horas ahi?. Despue?s, cuando abrieron las puertas, se confunde entre la gente y el profesor Echeverri?a [el preparador fi?sico del plantel] se aviva y le pide gentilmente que salga. Viene al hotel y me dice: [imitando su voz]: ?Cherquis, esto es un desastre, tenemos que hacer algo. Con este equipo nos vamos a la mierda?. E?l deci?a que nos i?bamos a la mierda econo?micamente, claro esta?. Le contesto: ?Constancio, vamos a hacer una cosa: este es nuestro equipo y este es nuestro te?cnico. Seamos coherentes?. Y asi? titule? la nota editorial: ?Este es nuestro equipo y este es nuestro te?cnico?. ?Y yo soy Vigil?, me respondio?. ?A ver si nos entende- mos, Constancio: la posicio?n editorial de El Gra?fico es inmodificable. Este es nuestro equipo y este es nuestro te?cnico?.
Nuestra posicio?n era tan inmodificable como lo fue en el 82, en los partidos de mierda que jugamos con Menotti. Tenemos que ser cohe- rentes y si no lo somos, tenemos que sacarlo a Bilardo ya, formar otra Seleccio?n, con otro cuerpo te?cnico. Pero lo que no podemos es cons- pirar e hinchar las bolas porque no hay tiempo. O ?Reilly lo queri?a echar a Bilardo y la verdad es que no habi?a tiempo. ?Esto lo vamos a seguir discutiendo?, me deci?a Constancio. Estaba intratable, queri?a a Bilardo afuera y yo no sabi?a co?mo sostener mis editoriales, porque e?l deci?a que la editorial le perteneci?a a la empresa.
Yo hago la nota y despue?s escribo un arti?culo de Ardiles y el empre sario Marcelo Open, que se agarraron a trompadas en el entretiempo contra Francia, en el palco, creo que por una diferencia de guita. Pero ante la notoriedad del caso, Open le pidio? por favor a Vigil, de quien era amigo, que El Gra?fico no publique nada del incidente. Entonces, cuando le doy todo a Vigil, me pregunta: ?¿De Open puso algo??.
?Si?, tengo todo y lo voy a ampliar?, le respondi?, porque yo sabi?a que esa era mi carta de negociacio?n. Hice una nota tremenda sobre las pin?as, el caso Garci?a Belsunce pareci?a una pelotudez al lado de mi nota. Le di con todo a Open, puse que era violento, agresivo, etc. Vigil me dice que evitemos esa nota y yo me hice el boludo. ?Yo creo que es noticia ?argumente??, vamos a ver que? trascendencia tiene. Si no lo publica nadie, nos hacemos los boludos, pero si alguien saca algo, yo quiero tener la mejor nota?.
Lo publicaron en todos lados, obvio, pero en diez li?neas, una apos- tilla, el tema no daba para ma?s. Yo me vengo a Buenos Aires y me llama Vigil: ?Mire, le tengo que pedir un favor. Ese asunto de Open, dejelo?. No publique nada?. Yo me habi?a salido con la mi?a y le dije ?co?mo no, por supuesto… de paso le leo la pa?gina 3 [el editorial]?. ?Este es nuestro equipo, este es nuestro cuerpo te?cnico?. Y ahi? me dijo que bueno, que esta? bien, como resignado. Y ahi? El Gra?fico pudo demostrar coherencia. Poco despue?s, el tiempo me dio la razo?n: 700.000 ejemplares vendidos despue?s de la final contra Alemania. No obstante, los muchachos sabi?an que? pensaba Vigil, por aquel episodio en el vestuario de Parque de los Pri?ncipes, y e?l fue uno de los destinatarios de los ca?nticos despue?s del partido contra Alemania?.
En medio de la poca simpati?a que despertaba la Seleccio?n en los hinchas, Ce?sar Luis Menotti critico? el juego del equipo argentino, a Bilardo y a Maradona. Desde el diario Clari?n, contratado especialmente para comentar el Mundial, dijo: ?Me equivoque? porque le di a Diego una bandera. E?l dice que el estilo argentino no existe, que lo u?nico importante es ganar. Yo le recuerdo a Maradona que e?l juega asi? porque nacio? en la Argentina. Esta? negando una esencia?, dijo el te?cnico campeo?n del 78.
Bilardo, contratado por el diario La Nacio?n, respondi?a duramente: ?A mi? me ven con mi mujer y mi hija y no con una mujer desnuda en Alicante. […] Menotti dice que O ? Reilly tiene derecho a hablar. ¿Co?mo es? ¿Se olvido? que dos meses antes del Mundial 78 salio? un decreto de los militares que prohibi?a hablar mal de la Seleccio?n y del te?cnico? ¿Co?mo es? ¿Cuando e?l esta? adentro no se puede hablar y cuando esta? afuera si???.
Ante los ataques externos, el plantel, con Maradona a la cabeza, decidio? organizar una reunio?n general para despejar y solucionar cual- quier problema interno. En un hotel de Colombia, de madrugada, el plantel se unio? y juro? ganar el Mundial. Poco ma?s de un an?o despue?s,
Maradona dijo en un reportaje que la reunio?n ?fue fundamental porque termino? de afianzar al grupo. Habi?an pasado algunas cositas dentro del plantel y era necesario poner en claro algunos temas. Nos dijimos de todo, hubo insultos, e incluso se puso a disposicio?n de quien asi? lo qui- siera la renuncia a la Seleccio?n. Aquel que tuviera algo en contra del grupo, que se fuera; los que queda?bamos seguiri?amos respeta?ndolo, pero no queri?amos tenerlo entre nosotros?.
Más info del Especial: