Por Mercedes Monti
Lalo se fue de vacaciones y me invitó a mí, y a varios bloggers más, a escribir en su espacio mientras él descansa un rato. Les cuento que yo tengo un blog de cocina, El tenedor rosa, y si bien este es un lugar bastante tech, seguro que a muchos lectores les gusta comer bien. Por eso les quería contar sobre un nuevo restaurant que abrió hace dos meses en la zona de Palermo que se conoce como ?el Botánico?, específicamente en Bulnes 2707. Saqué un par de fotos para que puedan ver de qué se trata:
Farinelli* es de esos lugares que entran por los ojos. Tiene un mostrador con toda su producción a la vista: muffins ($7), mini carrot cakes ($9), cookies de avena ($3), pain du chocolat ($3,5), mini cheescakes de maracuyá o de frutillas, tarteletas de limón ($9). Todo es fresco, del día, y va saliendo de la cocina por tandas. A la hora del almuerzo llegan los platos salados que cambian todos los días, pero siempre hay tartas individuales (entre $12 y 14), ensaladas ($7), sopas ($10)-que en es esta época del año es el gazpacho-, sándwiches coquetamente envueltos en papel (entre $14 y 17), con rellenos de verduras, salmón ahumado, o milanesa. Entre los paltos principales puede haber tortillas de papas ($10), lomo con salsa criolla ($14) o salteado de pollo con salsa de soja ($14), depende el día. Hay bastante variedad, y lo bueno es que tienen propuestas que salen de lo típico, como la ensalada de quínoa ($7) o los fishcakes ($10). También jugos de manzana, zanahoria y jengibre ($12), o licuados de mango, naranja y frutilla ($15).
La ambientación tienen un aire neoyorquino, moderna, pero acogedora, y a las siete mesas de adentro se les suma una más en la vereda, resguardada por un toldo colorado, que si el clima acompaña, es el lugar clave para sentarse.
Abre de lunes a sábado, de 8 a 8, y todo se puede llevar a casa o a la oficina en una bonita bolsita o cajita, incluso el café, en vasos con tapa y pico.
La cocina es territorio de mujeres. La carta la armaron Marina Bissone, la dueña de del lugar junto con su hermano Juan, y la chef Pamela Villar. Detrás de las hornallas está María José Moretti, y Cintia Almada se encarga de la pastelería.
?La idea del lugar es ofrecer porciones chicas, a bajos precios para que la gente pueda combinar los platos como quiera y probar varias cosas. El concepto es la diversidad a partir de ingredientes simples y combinaciones más complejas (o más bien inesperadas?) ?, contó Bissone.