Hace exactamente 20 años, en la tarde del viernes 26 de abril de 1991, a Diego Maradona se lo llevaron preso por tenencia de cocaína. La Policía lo sacó esposado desde el famoso departamento del barrio de Caballito, en medio de cien periodistas, fotógrafos y cámaras de TV que transmitían en vivo. Esa foto, la del ídolo esposado y barbudo, recorrió el mundo y fue tapa de muchos medios locales e internacionales, como la revista Newsweek de abajo. El ídolo se encontraba en nuestro país cumpliendo una sanción porque semanas antes le había dado positivo el doping (también cocaína), mientras jugaba en el Nápoli italiano. El gobierno encabezado por Carlos Menem -salpicado en aquel entonces por el escándalo del Yomagate- aprovechó el caso para limpiarse a sí mismo. ?Si hay alguien que esta? preocupado y luchando para que no se instale el narcotra?fico en la Argentina es este Gobierno. Y vamos a destapar las ollas que sean necesarias para acabar con esta podredumbre de la corrupcio?n?, dijo el ex presidente al día siguiente. La operación para meter preso a Maradona y dar una señal a los Estados Unidos de que en nuestro país se combatía el narcotráfico a cualquier precio, había sido un éxito.
Lo que sigue, es un extracto de mi libro Vivir en los medios, sobre Maradona y la prensa:
¿Maradona fue víctima de una operación del Gobierno de Menem para desviar la atención pública y mediática del escándalo del caso Yomagate? ¿La Policía avisó a los medios que irían a detener a Mara- dona? ¿La foto de Maradona esposado que recorrió el mundo podría haberse evitado?
Miguel Ángel Bertolotto, de Clarín, responde: ?Todo indica que fue una operación. El caso no lo cubrió la sección Deportes, afortunada- mente. No tengo dudas de que alguien le habló a los medios y todo indica que debe de haber sido alguna fuente cercana al Gobierno?.
Días antes, en la inauguración del nuevo edificio de la Biblioteca Nacional, Menem dijo: ?Si hay alguien que está preocupado y luchan- do para que no se instale el narcotráfico en la Argentina es este Gobierno. Y vamos a destapar las ollas que sean necesarias para acabar con esta podredumbre de la corrupción?.
Gonzalo Bonadeo opina: ?El rol de los periodistas en la detención de Diego fue el del alcahuete, porque solo querían tener la imagen de un Maradona barbudo y destrozado. Jamás en la historia del narcotráfico en el mundo llegó el periodismo antes que la Policía. Y ese día estaban todos esperando. Hay muchas versiones sobre el tema. Hay quienes dicen de la SIDE, pero sabemos que en un país como el nuestro, en el año 91, no se podría haber hecho esa movida sin la anuencia del Gobierno. No digo que el periodista se pierda la nota, pero vos tenés que saber perfectamente cuando te están operando para que seas un símil servicio y cuando es una conquista periodística en serio?.