La periodista Gabriela Esquivada llegó hace unos días al diario Crítica para ocupar el cargo de Prosecretario de Culturas y Espectáculos y colaborar también con otras secciones y la revista dominical C. Pero ya se armó lío con Osvaldo Bazán (editor de Cultura) y salieron a la luz soporíferos mails cruzados donde se acusan unos a otros. Lo que se llama comunmente “puterío”, una materia que ya debería figurar en los programas de cualquier carrera de periodismo. A tono con el teatro de revistas que el director encabezará, dos periodistas se propusieron imitar a las vedettes que pelean en el programa de Rial y Canosa.
La cosa es que Bazán le mandó un mail a Lanata algo ofuscado por la llegada de Esquivada, explicando sus logros como editor de la sección y amagando renunciar. Pero el mail no sólo fue a Lanata y a la cúpula del diario, sino que también se filtró por toda la redacción. Esquivada agarró el texto, lo desmenuzó por párrafos y contestó con dureza y altura. Acá van algunas respuestas (que JP Mansilla publicó en su blog). Tómense su tiempo porque la pelea es algo larga (y aburrida por momentos):
Iba a enviar este texto a menos gente y el miércoles, cuando Jorge
regresara, pero el lunes, cuando me presenté a trabajar, me encontré
convertida en objeto de chisme en la redacción, lapidada con susurros
por un presunto maltrato al editor de Cultura, que había enviado un
mail limitado a Lanata, Guillermo Alfieri, Andrea Rodríguez, Daniel
Capalbo y yo, pero que por alguna curiosa vía salía de la impresora de
la redacción hacia ávidos lectores.
No vine a eso a este diario. No podría someterme a esa injusticia.
En consecuencia, lamento tener que aclarar las falsedades e insultos
del mail de Osvaldo Bazán, pero debo hacerlo para que mi silencio no
implique aceptación. Me hubiera gustado poder esperar un apoyo de la
dirección pero la incomodidad que me provocó la circulación de rumores
de hoy me lleva a defenderme.