En diciembre sale el nuevo libro “Otra vuelta a la economía”, del ex ministro de economía Martín Lousteau, luego del exitoso “Economía 3D”. Esta vez lo acompaña el periodista Sebastián Campanario.
Leer MásAdelanto Forbes
Se lanzó la nueva Monedero
El pago electrónico móvil comienza a ser una realidad en nuestro país. Monedero, la plataforma de pagos electrónicos de VISA, anunció el relanzamiento de su servicio con el sistema TAG, que es una etiqueta negra para pegar en el teléfono celular (o en donde uno quiera) y poder realizar pagos en diferentes puntos de venta: kioskos, cafés, farmacias, heladerías, cines, etc.
La nueva modalidad de pago es sin tener que firmar un comprobante y llega para reemplazar las tarjetas actuales, que ya no pueden ser recargadas y dejarán de funcionar a partir del próximo 30 de noviembre.
El sistema de TAG funciona mediante una cuenta bancaria, adherida a una tarjeta de crédito o débito, que es de donde extrae el dinero de cada pago. Se recarga automaticamente y para 2013 la empresa lanzará diferentes versiones de TAG como pulseras y llaveros, apuntados al segmento de los adolescentes (fotos abajo).
También habrá otros dos tipos de pago: “aplicación” desde el celular (para iphone, android y Blackberry) y “Online”, que es una cuenta virtual para realizar transacciones via Web, que funcionará al estilo PayPal.
Leer MásFontanarrosa siempre vuelve
Vuelve el Negro Fontanarrosa. Cinco años después de su muerte y en medio de un litigio judicial familiar por los derechos de sus 75 libros más otro inédito, la editorial Planeta acaba de reeditar algunos de los libros más famosos del genial escritor y humorista Roberto Fontanarrosa. La colección por ahora consta de cinco títulos (“La mesa de los galanes”, “Area 18”, “No sé si he sido claro”, “El mundo ha vivido equivocado” y “La gansada”) a $80 cada uno. Pero la editorial promete más libros para el año próximo.
Hoy el periodista Ezequiel Fernández Moores recuerda al Negro en esta fantástica columna en La Nación: “Parrilla Fontanarrosa”
En pleno Mundial de Estados Unidos, el Negro Fontanarrosa, último en una larga fila, hambriento y desesperado por la cantidad de gente que había en los pocos restaurantes que quedaban abiertos esa noche en Dallas, respiró aliviado al ver a César Menotti ofreciéndole un lugar en su mesa. “Viste lo que es esto”, le dijo el Negro, según contó Menotti a la revista Sudestada. Y siguió: “Vos no sabés lo que acabo de averiguar. No sé si me lo van a publicar. Parece que lo de Kennedy es mentira. A Kennedy no lo mataron. Cuando conoció Dallas se suicidó”. Cuatro años después, en Francia 98, la sensación era otra vez de hambre y desesperación. Amanecía y Horacio Pagani seguía sin acertar el camino para volver a París. En cada bajada equivocada, el auto quedaba bloqueado por miles de hinchas que celebraban el título cantando “Allez la France”. El Negro, copiloto inútil, con un enorme mapa de Francia desplegado, rompió el silencio: “Muchachos -nos dijo a Pagani y a mí, que dormitaba en el asiento trasero-, creo que cruzamos la frontera, escuché hablar en alemán”.
Leer MásMi mundo digital
Adelanto Un Caño noviembre
Conchita
“Conchita” es la biografía no autorizada de Ricardo Barreda, el ya famoso odontólogo que asesinó a sus dos hijas, su esposa y su suegra. Además es el primer título de la editorial Libros de Cerca.
Leer MásViento del sur
Columna publicada hoy en El Cronista
Todos los gobiernos crean su propia cultura y, por lo tanto, su propio lenguaje: instalan términos y palabras en la escena pública y mediática. Los dos gobiernos kirchneristas quedarán durante varios años asociados a “relato”, “el modelo”, “periodismo militante”, “crispación”, “AUH”, “matrimonio igualitario”, “678” y otras expresiones menos felices para ellos como “voto no positivo” y “la corpo”.
Otra palabra de la última década es “ensamblar”, que tanto espacio ocupa en los medios de comunicación a partir de la industria tecnológica de Tierra del Fuego.
¿Ensamblar o fabricar? Esa es la cuestión que en los últimos años (y sobre todo después de un informe de TV del programa de Jorge Lanata) genera polémica y divide opiniones. O se está a favor de lo que en el sur se realiza o se está en contra. En general los primeros adhieren al modelo que propone el kirchnerismo y los segundos, en contra. Pero la cuestión no es tan simple y debe analizarse con más profundidad que un River-Boca. Así que para ver con mis propios ojos si en el fin del mundo se fabrican o se ensamblan televisores, la semana pasada visité la planta de la Fábrica Austral de Productos Eléctricos SA (FAPESA) en Río Grande, Tierra del Fuego. La empresa está gerenciada por TV Vision, un joint venture formado por TPV y la holandesa Philips y allí se fabrican principalmente televisores (LCD y LED) y otros artículos electrónicos como afeitadoras, DVDs, electrodomésticos, audio, etc.
En 1972 se sancionó la Ley Nº 19640 de Promoción Industrial para incentivar a las empresas a instalarse en Tierra del Fuego y así poblar esa región. La estrategia fue geopolítica, tomada para impedir el avance de Chile y así proteger la soberanía nacional. La Ley, en resumen, exime de IVA y otros impuestos internos a los productos fabricados en la región.
Volvamos a los televisores. En FAPESA se producen íntegramente las placas en base a componentes adquiridos en países asiáticos como China, Japón y Corea. “Desde cero”, repite Roberto Cacheda, el gerente de planta desde su apertura en 1982 cuando el lugar era casi un desierto y ellos eran apenas diez personas. Asegura que lo que hoy fabrican día y noche los 600 empleados de la fábrica no se diferencia en nada con otros polos tecnológicos más maduros como Manaos (Brasil), Hungría y China.
Todo se hace con procesos perfectamente planificados y personas capacitadas, vestidos con delantales blancos y celestes, guantes y conectados a tierra para evitar la estática. El polvo no es bienvenido en una fábrica de electrónicos, así que allí manda la pulcritud.
Pude ver que las placas llegan vacías y luego se van completando (con máquinas y de forma manual) con chips, conectores y transistores hasta terminar dentro de un televisor. Otras personas después acomodan cientos de tornillos diferentes, cables, conectores HDMI y USB, paneles, etc. Por último, se ensamblan las pantallas y se testea el televisor antes de que termine envuelto en la caja. Todo varía, claro, según el tamaño y el modelo del televisor.
Hay sólo un puñado de proveedores de pantallas en el mundo: Sharp, LG y Optronic son algunos. Fabricarlas en el país sería casi imposible por una cuestión de escala: se necesitaría producir varios millones por mes para que el negocio sea rentable y poder competir con el resto.
Es cierto que lo único íntegramente industria nacional es la caja de cartón, el telgopor, las etiquetas y los manuales de uso, pero también es cierto que las demás empresas de la región nucleadas en la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), están trabajando para sumar al proceso a más proveedores locales y así sustituir insumos que ahora se importan, como cables, tornillos, piezas de plástico, baterías, etc. Uno de sus miembros más poderosos es el Grupo Newsan, que agrupa a las marcas de electrónicos Sanyo, Noblex. Philco, Atma y Sansei. Newsan fabrica el 25 por ciento de los televisores y los aires acondicionados nacionales que usamos y acapara más de la mitad del mercado de audio. En Tierra del Fuego tiene cuatro plantas, donde trabajan más de mil personas.
¿Ensamblar o fabricar? El viento sopla tan fuerte en Río Grande que se lleva el debate a otra parte. Mientras, los que viven allí caminan hacia sus trabajos.
La nueva colección CR7
Nike presentó los botines Mercurial Vapor VIII CR que usará el portugués Cristiano Ronaldo y su línea de ropa que incluye remeras, zapatillas y camperas, entre otras prendas.
Todas las prendas de la colección tienen un logo en forma de corazón (que simboliza su amor a ganar) entrelazado por una X (que representa su odio a perder).
La colección completa acá
Leer MásEl edificio de Pixar se llama Steve Jobs
Un empleado de Pixar llamado Junn Lee subió a tu twitter una foto del edificio principal de la empresa de animación, que fue bautizado “Steve Jobs” en honor a quien fuera su CEO inicial y quién armó las bases para hacer las películas Toy Story, Cars y Buscando a Nemo, entre otros grandes éxitos. Jobs además participó activamente en el diseño y la construcción de ese edificio.
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