Category Archives: Medios

28 February 2013

Aliverti no quiere fotos

El sábado en su programa Marca de Radio de AM 910, el periodista Eduardo Aliverti habló sobre el accidente que protagonizó su hijo Pablo García (foto arriba) y se quejó de una parte del periodismo. Dijo que estaba siendo “fusilado” por algunos medios y reclamó un debate sobre ética periodística. Sus dichos fueron tan inoportunos que muchos otros periodistas salieron a criticarlo con dureza. No era ni el momento ni el lugar para reclamar ética a los medios y alejarse del tema que debió ser el más importante: solidarizarse con el dolor de los familiares de Reinaldo Rodas.

Para colmo, a los dos días el hermano del fallecido le escribió una contundente carta a Aliverti donde le pide “sugerir un debate sobre “la irresponsabilidad de conducir ebrio? O de cómo las leyes de este país parecen beneficiar dicha actitud (que el manejar alcoholizado, sea un atenuante)”.

En su mensaje grabado (también replicado completo en la edición del domingo del diario Página/12), Aliverti relató, además, el incidente que protagonizó con Sonia Suarez, fotógrafa freelance de la editorial Perfil, que hizo una guardia en la puerta de su casa con la intención de fotografiar a Pablo García, sin dudas, el personaje de la semana pasada. La guardia periodística se justificaba por todos los elementos que tenía el trágico hecho: el hjjo de un periodista famoso maneja borracho, atropella y mata a un hombre y lo traslada muerto durante 17 km hasta un peaje. Quién niegue o no entienda la riqueza periodística del caso debería dedicarse a otro oficio.

Aliverti reconoció que insultó a la fotógrafa de Perfil. “Por qué me hacés esto, hija de puta”, le dijo varias veces. Suarez llegó a disparar algunas fotos mientras la esposa de Aliverti le sacaba fotos a ella.

Fuimos a hablar con Sonia, que contó para eBlog:

“Cuando Aliverti salió de su casa jamás me imaginé que una persona que trabaja en los medios hace tantos años me iba a agredir por intentar hacer el trabajo que me pide la editorial.
Los que trabajamos en prensa siendo personas comunes que no tenemos vínculos con el poder, familiares en prensa, no somos los propietarios de los medios, somos el último eslabón en la cadena de las decisiones editoriales. Si una revista me pide un trabajo tengo que hacer lo mejor que puedo para cumplir con ese trabajo, cualquiera que trabaje en medios sabe eso desde el primer día de su trabajo”.

“En el momento que lo vi salir de la casa bajé del auto, tomé un par de fotos, y lo esperé en la vereda de enfrente para conversar con él, por una cuestión de respeto que aprendí justamente trabajando en los medios. Siempre le explico a la gente qué estoy trabajando y para quién estoy trabajando. Pero en medio de esa situación en la cual él me estaba insultando, me dijo que me buscara otro trabajo. Esa frase me hizo sentir impotencia y me pareció muy injusta, así que desde ese lugar le respondí que me busque él otro trabajo. Sentí toda la impotencia de recibir una agresión que no merezco. En todo caso él con su poder, con sus contactos o lo que sea, puede enfrentarse con quién corresponda.
Como muchos colegas de prensa, soy colaboradora de un medio y cada nota es un trabajo que necesito y respeto, igual que la gran mayoría de personas que trabaja en distintos oficios en este mundo”.

“Volví al auto que paga Perfil para las notas, Aliverti y la mujer que estaba con él me siguieron. Él saludó al chofer del taxi, le pidieron disculpas porque según ellos el taxista era un laburador (pero yo no). Aliverti le dijo a la mujer que me sacara fotos, entonces yo levanté mi cámara para defenderme y les saqué fotos a ellos hasta que se fueron”.

“El fin de semana descansé y traté de despejarme porque me sentí bastante mal. No escuché lo que dijo en la radio y me di cuenta que el domingo Perfil había publicado las fotos que hice recién cuando lei tu mensaje. Tampoco miro televisión”.

“La conclusión que saco ahora es que el hilo se corta siempre por lo mas delgado. Quedé expuesta en medio de algo que nada tiene que ver conmigo sólo porque un editor decidió llamarme a mi para hacer las fotos. Pero me resultó una experiencia horrible. Por suerte mi vida se desenvuelve en ámbitos alejados de la prensa y con gente que no se entera a quién saco o dejo de sacar fotos”.

Las fotos de Sonia publicadas por el diario Perfil:

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4 February 2013

Punto para Samsung en el Super Bowl

La empresa coreana Samsung sigue aprovechando del viento a favor. Ayer, durante el siempre convocante Super Bowl se rió otra vez de Apple, su principal rival. El spot (que según cifras extraoficiales hablan de un costo de 4 millones de dólares cada 30 segundos) dura cuatro minutos y simulaba una reunión de publicitarios (con los cómicos Seth Rogen, Paul Rudd y Bob Odenkirk, el abogado chanta de Breaking Bad) discutiendo qué palabras no se pueden usar en el anuncio para el Super Bowl para evitar ser demandados por copyright.
Pero un par de días antes de la final, la marca había filtrado una versión corta a modo de adelanto, que por supuesto hizo explotar el hashtag #thenextbigthing en Twitter.

Recordemos que hace unos meses Apple demandó a Samsung por considerar que algunos modelos de su línea de celulares Galaxy eran iguales al iPhone.

Se nota que la estrategia de marketing desafiante comandada por Younghee Lee dio buenos resultados porque el año pasado, también para el Super Bowl, Samsung ya había lanzado un spot donde se mofaba de los fans de Apple que hacen cola para comprar cada nuevo dispositivo de la empresa fundada por Steve Jobs.

Más avisos del Super Bowl en Sitemarca

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29 January 2013

Sobre la foto falsa de Hugo Chávez

(Publicado hoy en el diario El Cronista)

Algunas reflexiones sobre la falsa foto de Hugo Chávez publicada en el sitio web y en la tapa del diario El País de Madrid la semana pasada:

1) Tal vez el grave error del diario El País fue el más importante en la historia moderna del periodismo, pero no fue el primero. La lista de pifies y equivocaciones de los diarios de papel de los últimos años ya es bastante larga como para intentar explicarlo como un hecho desgraciado, fortuito y aislado, fruto de un mal chequeo de una fuente.

2) La foto en cuestión estuvo en la portada del sitio web de El País durante media hora, en la madrugada del jueves 24 de enero. Pero sólo diez minutos alcanzaron para que en twitter circulara entre usuarios de todo el mundo el link al video de YouTube desde donde se tomó la captura del supuesto Hugo Chávez.
Ya desde el 11 de enero un usuario anónimo apodado ?Ilum Inación? hacía circular en YouTube el video del falso Chávez en YouTube y lo empujaba desde su twitter (@iluminacion9874). Fue rápidamente desmentido por muchos usuarios en varios foros de Internet, como NoticieroDigital.com. El sábado 19 de enero el anónimo reconoció en twitter que el del video no era Chávez, pero aclaró que nunca había dicho que se trataba del presidente venezolano. Había tomado el video del original, subido a YouTube el 6 de agosto de 2008. Es decir, las imágenes estaban en uno de los sitios más vistos de la web hacía cinco años.

3) En estos tiempos 2.0, la producción y el consumo de información está dominado por las redes sociales. La información nace, circula y se disemina a la velocidad de la luz por nuevas fuentes y canales, muy diferentes a los tradicionales. Esto parece obvio y es repetido casi de memoria en cada charla pública y privada sobre medios y periodismo digital. Sin embargo, en los hechos, los antiguos paradigmas siguen dominando y con bastante fuerza. Se habla mucho de ?integración de redacciones? pero en concreto se hace poco. Un ejemplo claro lo aporta el mismo ombudsman de El País, Tomás Delclós, quien escribió una extensa carta a sus lectores publicada en el diario el domingo 27: ?El episodio pone en evidencia la necesidad urgente de establecer nuevos protocolos de verificación que refuercen el blindaje ante el error e impidan que se reiteren estas lamentables equivocaciones?, dijo. Pero Delclós no detalló qué tipos de ?nuevos protocolos? establecería.
Ya es hora de que los nuevos periodistas con conocimiento y dominios de estos nuevos canales y fuentes tomen las riendas de las redacciones de los diarios de papel, los canales y agencias de noticias y las producciones de radio. No hay más tiempo para perder. De lo contrario, seguirán ocurriendo este tipo de papelones. Pero en mayor cantidad.

4) El error de El País hizo caducar definitivamente la inútil (y algo cínica) queja que hacían muchos medios y periodistas tradicionales de que en la Web, sobre todos en los blogs y las redes sociales (twitter, Facebook, YouTube, etc.) circula como verdadera información falsa y sin chequear. También se quejaban de la impunidad del anonimato, que permite insultar, agredir al periodista, supuestamente indefenso. Todos estos pataleos ya quedaron antiguos y, ahora está claro, que no contribuyen a un periodismo de mejor calidad.
No es que esas afirmaciones no sean ciertas. En la web hay mucha información falsa, claro. Pero ya quedó demostrado que lo mismo ocurre en los medios profesionales y de mucho prestigio. Sin embargo, la gran diferencia entre un blog o una cuenta de twitter amateur y un medio tradicional profesional y de prestigio son las consecuencias que tiene publicar información falsa como verdadera. Y no se trata solo de una cuestión de cantidad y mayor llegada a las audiencias, sino de significado. Que un medio tradicional de peso como El País tropiece como lo hizo repercute en varios ámbitos de importancia: opinión pública, sectores de poder (gobierno, empresas, etc.), el ecosistema integrado por otros medios y en la cultura en general.

5) Los medios tradicionales no deben asustarse del poder viral que naturalmente generan los usuarios. Al revés de lo que ocurrió en la última década, deben convertir la fuerza de la web en su principal aliada para el chequeo de la información. Está demostrado que no hay mejor corrector que la inteligencia colectiva que los millones de usuarios forman en las redes sociales. En minutos cientos o miles de usuarios se encargarán de revisar cualquier dato. A toda hora y en cualquier lugar del mundo. ¡Basta de darle valor a primicias estériles! Eso funcionaba antes cuando los diarios competían para ser los elegidos por la gente en el kiosco, pero ahora las primicias no importan demasiado fuera de la industria de medios porque en minutos los usuarios harán que la información circule por cientos de miles de diferentes callejones digitales: post, tuits, videos, foros, fotos, mails, perfiles de Facebook, etc.
Si existe alguna mínima duda sobre la veracidad de una fuente, al medio le conviene empaparse de humildad y subir la información obtenida (una foto, un dato, un video) para consideración y chequeo de los usuarios.

6) Las nuevas audiencias son inteligentes, colaborativas y, a diferencia de la época pre Web, ellas cierran el círculo de la información. Hoy no es posible pensar un medio de comunicación ajeno a los usuarios, sin que ellos opinen, certifiquen, aprueben, compartan y/o diseminen cualquier información. Los medios deben bajarse del pedestal de la soberbia, aceptar este cambio de paradigma y actuar en consecuencia, les guste o no a los viejos editores. Ya es demasiado tarde para debates en simposios porque desde hace años se les viene advirtiendo de diferentes maneras y desde distintas plataformas, pero no quisieron o no supieron escucharlo. Hoy aquellas audiencias hipotéticas de las que se advertían, ya existen, son reales. Y están muy atentas para disparar en cualquier momento y desde cualquier lugar con sus celulares inteligentes, sus tablets y sus computadoras. Y otra mala noticia: esas audiencias crecen todos los días.

Un nuevo error está al acecho y no avisa.

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3 January 2013

“Los de 678 son sicarios”

Muy buena entrevista de Juan Pablo Varsky (@jpvarsky) a Mario Pergolini, donde el ex conductor de CQC habla de los medios, la ética, el periodismo, el gobierno, etc. Dice varioas cosas interesantes y otras polémicas, como que los integrantes del programa oficialista 678 son sicarios.
La entrevista fue grabada para el ciclo “El Péndulo”, que condujo Varsky en Canal a.

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27 December 2012

Sobre el video de Florencia Peña

Hace ya varios años durante una conferencia de prensa, el CEO de Sun Microsystems, Scott McNealy, lanzó una frase polémica: “La privacidad en Internet no existe, así que superen eso y sigan adelante!”.

Todo contenido digital que puede ser subido a Internet será distribuido y reproducido infinitas veces. Quien desconoce esta máxima elemental de Internet no logrará impedir que algún material circule, aunque patalee mediatica y/o judicialmente. Desde una foto en Facebook, un video erótico, porno o íntimo hasta una canción, un texto inédito, el frente de tu casa en el Street View de Google, el padrón electoral con tu DNI, una base de datos con tu celular o dirección de mail, etc. Todo circula o podría circular sin rumbo por los mares de la Web.
Es que la lógica y los códigos de Internet son diferentes a los que imperaban en los medios de la era pre-digital y para vivir en esta época, hay que jugar bajo esas mismas lógicas si uno no quiere quedar tecleando en el aire.

¿Es injusto para la víctima? Sí, lo es. Todos somos o seremos víctimas de esta parte oscura e injusta de la Web. Pero no se trata de justicia, sino de lo que es. Internet es una aldea global caotica y, al menos por el momento, incontrolable.

Hoy se difundió un video porno protagonizado por Florencia Peña y su ex marido. La Web explotó. En Twitter el nombre de la actriz es Trending Topic (también el de su peronaje “Moni Argento”) y ella tuiteó desde su cuenta oficial: “Repudio absoluto a todos los q se hacen eco de un hecho delictivo como es el hackeo de un video intimo y privado. El derecho a la privacidad”

Más temprano, varios famosos defendieron en Twitter y en otros medios a Peña, pidiendo en resumen “que se respete la privacidad de Florencia”. Pero eso es imposible por diferentes motivos:
-el video ya está en la Web, circula y será visto por cualquiera que lo quiera ver. Los medios más grandes y serios podrán elegir no difundirlo, pero ya se sabe que la información circula igual aunque los medios la omitan. Hay ejemplos de sobra.
Además, ¿qué significa “respetar la privacidad” de Peña? ¿Elegir no ver el video? ¿Elegir no difundirlo? Cualquiera de ambas decisiones no servirán para que el video desaparezca magicamente de la web.

-Es un error creer que la gente común ve a los famosos como personas comunes. Por eso es imposible pretender querer aplicarle a un famoso las mismas lógicas de intimidad, privacidad, derechos, etc. que las que poseen las personas comunes y desconocidas. Sí en la justicia, porque para un juez somos (o en teoría deberíamos ser) todas las personas iguales ante la ley. Pero no frente a las audiencias porque para mi vecina, no es lo mismo Susana Giménez que yo. Pero la Web no es la justicia (por suerte).
La sociedad del espectáculo (la industria del show) genera eso: una isla de personas que, en diferentes momentos e intensidades, muestran su vida íntima. Lo hacen mostrando sus casas, sus parejas, sus fotos, contando alguna intimidad o usando sus cuerpos para producir y diseminar mensajes eróticos (tapas de revistas, publicidades de ropa interior, etc.).
Pero hay un escalón más en ese sentido que tiene que ver con que tampoco será respetada la intimidad del famoso que mantiene su círculo íntimo y su intimidad lejos de las cámaras y los medios. Supongamos que mañana se difunde un video erótico o escandaloso del Indio Solari o de Facundo Arana. Serán vistos con la misma curiosidad y morbosidad que cualquier otro video similar de otra persona que hace de su vida íntima un show.
Es decir, que el famoso, por su sola condición de serlo, no tendrá intimidad, haga lo que haga, y diga lo que diga. Lo quiera o no.

-Es llamativo que El Sensacional, el sitio que difundió el video antes que otros medios, pertenezca a los empresarios Sergio Spolsky y Matías Garfunkel, dueños de varios otros medios oficialistas. ¿La difusión del video fue un pase de factura para Peña por haberse ido a trabajar al Grupo Clarín? Por la tarde de ayer el sitio bajó el video y pidió disculpas.

-En la era actual de las redes sociales, ya no hace falta ni siquiera ser famoso para captar la atención. Me refiero a fama como consecuencia directa de la exposición que uno logra gracias a los medios tradicionales como radio, cine o TV. Hoy cualquier persona puede lograr grandes repercusiones gracias a tener miles de seguidores en Twitter o con un blog conocido cuya información influya en su audiencia y en las diferentes agendas mediáticas. Tampoco habrá “privacidad” para ellos.

-La práctica del porno amateur ancló fuerte en la Web hace ya por lo menos quince años. De hecho, es una de las categorías más visitadas de cualquier sitio porno. Filmarse o ser filmado por una filmadora, cámara de fotos, celular o web-cam es cada día más moneda corriente en la cultura Web y en las nuevas generaciones. Estos videos circulan de a varios miles por toda la Web.
Los videos y fotos porno/eróticos de “famosos” también, aunque hay muchos menos pero con el plus de que el morbo es mayor porque se trata de gente conocida. No es lo mismo espiar al vecino que a un desconocido. Y el sexo vende como ningún otro producto en el mundo. No es ninguna novedad.

-Los famosos ya deberían saber que desde Pamela Anderson y Paris Hilton hasta nuestras Silvina Luna, Chachi Telesco, Wanda Nara, Escudero, Rincón, Juanita Viale y una larga lista, la Web no va a pedirles autorización para diseminar como el agua sus gemidos y poses sexuales.
Mientras sigan filmándose o sacándose fotos en la intimidad, habrá más videos y fotos circulando más o menos clandestinamente por la web. Esto es así y, más allá de cualquier valoración moral, es una de las características de la Web actual, que tantos beneficios nos aporta.

La privacidad en Internet no existe. Hay que superar eso y seguir adelante!

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26 December 2012

Lanata x Luis Majul

Algunos apuntes de la biografía “Lanata, secretos, virtudes y pecados del periodista más amado y más odiado de la Argentina”, de Luis Majul:

1) Se trata de una biografía íntima sobre Lanata. Si bien ya conocía bastante de su carrera, hay varios datos sobre él que me sorprendieron. Uno fue su adicción a la cocaína que hasta hace pocos años lo condenó a tomar religiosamente 8 gramos diarios (!) durante más de una década. Lanata cuenta detalles sobre cómo tomaba, su recuperación en una clínica de los Estados Unidos y el autor pregunta sin pudor ni límites.
También hay detalles sobre su infancia desdichada en Sarandí con una madre postrada en una silla de ruedas sin poder hablar ni moverse y un Lanata obligado a ser adulto a los ocho años. A partir de allí, surge un hombre que siempre termina escapando de todos lados y se convierte en una imparable máquina de ideas y proyectos que no descansa nunca.
Su vida íntima también incluye temas como el dinero (que así como entra, lo gasta sin pausa), su precaria salud, sus caprichos y sus múltiples aventuras con las mujeres con un Lanata vestido con Versace, desprolijo y hambriento. Allí desfilan nombres y anécdotas con famosos (Fito, Charly) ideales para alimentar el puterío que tanto gusta en los pasillos y redacciones periodísticas.

2) Lanata es un animal periodístico que a los ocho años ya era su propio editor: para una tarea escolar debía contar quién era el escritor Conrado Nalé Roxlo y él no tuvo mejor idea que agarrar la guía telefónica y llamarlo a la casa. Después tocó todas las cuerdas que tenía para tocar: trabajó en la mítica Radio Belgrano de los ´80 y en El Porteño. Fue uno de los fundadores de Página/12 y tuvo la personalidad suficiente para impregnarle su estilo y creatividad, cruciales para su éxito. Hizo grandes programas de Radio (Hora 25 y Rompecabezas), la revista Veintiuno y televisión con Día D y Detrás de Las Noticias. También documentales, varios libros y el ruidoso fracaso de Crítica. Hoy trabaja en los tres principales medios del Grupo Clarín.
Todo lo que hizo siempre estuvo apuntalado por estoicos periodistas que se ponen el disfraz de colaboradores e investigan los datos para sus notas y hasta se convierten en pacientes secretarias todo terreno que lo deben soportar las 24 hs. (no es casual que, en general, sean siempre mujeres).

3) En el último capítulo Majul se viste de abogado del diablo y tirotea a Lanata en un un diálogo sincero y por momentos incómodo. El autor del libro no deja tema sin preguntar: el abrupto cierre del diario Crítica, su relación con el poder y los anunciantes, la venta de Página/12 a Clarín, el dinero, las durísimas peleas en público con otros periodistas, sus encuentros con Héctor Magnetto, su polémico desembarco en el Grupo Clarín, etc. Lanata se defiende siempre con su sus argumentos que a priori resultan razonables, pero que según otros testimonios, muchas veces son inexactos o exagerados. Cuando las contradicciones son evidentes, manda a cagar a todos. Ese es Lanata, alguien mucho más cerca al hombre que el libro termina mostrando. Un tipo generoso y también egoista, con un par de errores y agachadas, pero que puede mostrar a cambio varias ideas rupturistas que lograron correr la vara en la industria de los medios, tanto en gráfica como en radio y TV. No es poca cosa, en una industria periodística estancada y, en general, acostumbrada a la mediocridad y la chatura. Nada justifica sus pecados, que en todo caso, deberá (o no) rendir frente a sí mismo o su círculo íntimo.
En general el periodismo lo usa como un chivo expiatorio moral y él se presta a eso. Se lo acusa a Lanata de ser puro ego pero, se sabe, en el periodismo actual el ego es moneda corriente. Otros tienen mucho ego y no logran ni se animan a generar ni el tres por ciento de lo que él genera, ni en repercusión, ni en negocio ni en audiencia. Lo cierto es que la diferencia entre él y el resto es abismal. Lanata nunca pasa desapercibido y eso ya de por sí es un gran mérito para ser periodista. Y para ser completamente justos al juzgarlo, habría que bucear entre las vidas de los cuatro o cinco periodistas más importantes de los últimos 30 años para comparar actitudes, contradicciones y errores. ¿Quién se animaría a tirar la primera piedra en el periodismo? Muy pocos.

4) El libro salió en el momento justo. La figura de Lanata se encuentra en su punto más alto de popularidad por ser el catalizador elegido por el Grupo Clarín en su feroz pelea con el gobierno por la Ley de Medios. La jugada del Grupo salió bien. Él solo cumplió una doble tarea: por un lado ser el cañon desde donde salieron los misiles más certeros al gobierno (el caso Boudou, Moreno, Delía, etc.) y por el otro un para-rayo depositario de las críticas más feroces desde los medios oficialistas como 678, Duro de Domar, Tiempo Argentino, etc.
Ya es sabido el excelente olfato de Majul para este tipo de textos sobre los temas calientes. Lo hizo en su momento con “Los dueños de la Argentina” 1 y 2 y “Las máscaras de la Argentina” en aquellos años menemistas y más acá en el tiempo, con “El Dueño” y “El y ella”, sobre el patrimonio y los negocios de los Kirchner. Todos fueron best seller. Seguramente este de Lanata también sea un éxito de ventas por lo antes dicho y también porque es el libro perfecto para llevarse de vacaciones. Además es el primer título de “Margen izquierdo”, la nueva editorial del autor (distribuye Planeta).

5) El libro se lee de un tirón. Majul escribe como habla: rápido y claro. Va al punto y no pierde tiempo en decir lo que quiere. Por eso las 440 páginas del libro se terminan en dos o tres días. Pero la velocidad del autor también lo hace tropezar con sus propios párrafos. A lo largo del libro, se repiten varios errores de edición, como los mismos datos y testimonios, tanto de Lanata como de otros entrevistados. La agitadísima vida de Lanata hizo que emprendiera una enorme cantidad de proyectos periodísticos y por momentos no pude mantener un orden cronológico porque Majul va y viene en el tiempo en un mismo capítulo.

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9 October 2012

Apertura de octubre: Community Managers

 

Los usuarios de twitter ven a la red social como una forma de interactuar con las marcas, según resume un estudio realizado por la consultora Exact Target. De hecho la asocian con una herramienta de ida y vuelta, mucho más concreta que los correos electrónicos o Facebook. Sin embargo, los consumidores no se caracterizan por su fidelidad ni por el enamoramiento a largo plazo. Al menos no en las redes sociales. En Facebook un 55 por ciento de los usuarios dejaron de seguir a una marca, y en Twitter un 41 por ciento lo hicieron durante los últimos doce meses. El decálogo del abandono se justifica en contenidos repetitivos, demasiados post de marketing y poca información, demasiada frecuencia de twitteo, o que el anzuelo había sido un premio por única vez.

Otra de las razones de abandono pasa porque directamente se trataba de publicidades no tradicionales encubiertas y a pocos seguidores les resultaban interesantes. En el Libro de Twitter, desarrollado por Genes Interactive, van aún más allá y analizan la comunicación online en tiempos de crisis. Adelantarse a los problemas, estar cuándo estos estallan, no improvisar ni en los mensajes iniciales ni en las respuestas y monitorear el minuto a minuto de la información son sólo algunos de los consejos de los autores. Pero hay más. El código, la forma y el canal por el cual se va a responder deben formar parte del análisis. Errare humanum est y de ahí que el rol del community manager se ha convertido en una pieza clave dentro del engranaje 2.0 o porqué no 3.0.

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4 October 2012

El ojo feroz

Josefina Licitra escribió este magnífico perfil de Beatriz Sarlo, publicado en la revista YA del diario El Mercurio (Chile) en octubre de 2012.

 

Se olfateaba una batalla. Todos estaban alerta. Beatriz Sarlo ?una de las intelectuales más prestigiosas de Argentina y una de las voces que más duramente critican al gobierno kirchnerista- había sido invitada a participar de678: un programa emitido por la televisión pública que, en los hechos, funciona como el principal brazo del gobierno dentro del universo mediático. Que Beatriz Sarlo fuera a 678 era un evento que sólo encontraba parangón en el terreno deportivo: era un duelo. Un Boca-River. Una contienda en la que sólo había dos espacios: el de vencedor y el de vencido.
?No tenía ese registro ?dice ahora Sarlo-, hasta que empecé a ver que en Twitter decían ?¿dónde es la previa a lo de Sarlo en 678??. Hablaban como si fuera un partido. Ahí intuí que lo mío era más que una visita.
Sarlo había aceptado ir al programa por una única razón: acababa de publicar un libro, La audacia y el cálculo, que hacía un exhaustivo análisis del aparato cultural kirchnerista y que ?entre otras cosas- la emprendía contra 678diciendo cosas como ésta: “Es desagradable visualmente, con un panel integrado por bizarros o pedantes, sin obligaciones con el ritmo televisivo, sin beautiful people, producido en el canal público. Es pura y dura propaganda ideológica”.
?Acepté ir por una cuestión, digamos, de ética del discurso ?dice-. Si escribo sobre ellos tengo que ir. Pero no iba con ningún plan.
Cuando llegó vio que detrás de cámaras había periodistas de medios nacionales e internacionales, y ahí terminó de entender la trascendencia del asunto. Entonces decidió no hablar. Se concentró. En los minutos previos a salir al aire, Sarlo no quiso cruzar ni una palabra con los siete panelistas que iban a enfrentarla en ese encuentro aparentemente desigual. Tampoco los observó; evitó mirarlos. La razón era puramente deportiva: Sarlo ve mucho tenis ?juega cuatro veces por semana- y sabe que los partidos se juegan en varios terrenos, entre ellos el de la mirada.
?En el tenis los jugadores no se miran: sólo lo hacen cuando se saludan al comienzo y cuando termina el partido. Por lo tanto, cuando querés discutir con alguien y sabés que la cosa viene a ganar o perder, no tenés que mirarlo. Tenés que estar en lo tuyo.
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