El caso Skanska se cobró ya a dos funcionarios del gobierno de Kirchner y sguramente haya más novedades. El tema ocupa desde hace pocas semanas las tapas de los principales medios del país. Tanto Clarín como La Nación le dedicaron los títulos principales de sus ediciones del último domingo, el día que más venden. Hasta Página/12, convertido casi en un pasquín oficial, no pudo seguir obviando el escándalo y lo llevó a su portada.
Pero hasta hace un tiempo, los medios informaban poco y nada sobre el tema que, según palabras del propio Alberto Fernández, le hizo “perder el invicto” al gobierno en materia de corrupción.
El primer artículo sobre el caso lo publicó el periodista Carlos Russo en el diario Perfi, el 26 de noviembre del año pasado. Ese mismo día, lo pusimos en eBlog como título destacado en la habitual sección “Domingo” (ver). Varios meses antes de que se diera a conocer el primer informe de Russo (luego vendrían, al menos, una docena de artículos más, cada domingo) la filial sueca de Skanska ya había ordenado descabezar a toda la cúpula directiva local y se habían efectuado más de 120 allanamientos judiciales, con la participación de 600 policías. El escándalo ya era grande y la investigación judicial avanzaba sin pausa. Sin embargo, los grandes medios seguían en un llamativo y vergonzoso silencio.
Ayer, en una extensa charla con Russo, el periodista se mostró sorprendido y muy contento por el revuelo mediático que, poco a poco, fue tomando su investigación periodística. “Ahora el caso es impulsado por todos los medios, más allá del curso normal de la justicia. Desde hace por lo menos cuatro años que esto no pasaba. Es un gran avance”, dijo con entusiasmo.
Sin embargo, recordó que durante el año pasado se sentía investigando en forma solitaria. “Era algo bastante decepcionante”, agregó. Periodistas tanto de La Nación como de Clarín chequearon la información apenas Perfil la dio a conocer en noviembre, pero ninguno de los dos diaros publicó nada hasta hace poco.
“Yo creo que ahora los medios publican todo porque no se puede tapar el sol con las manos. El caso de corrupción es tan grande y complejo, con tanta gente implicada, que en maginitud es similar al recordado IBM-Banco Nación”.
Russo cree que Skanska podría marcar un punto de inflexión en el comportamiento de la prensa frente al gobierno. “La amplia difusión del caso tal vez signifique que se le haya perdido el miedo a las presiones de todo tipo que el gobierno ejerció sobre los medios durante todos estos años”.