
-Es cierto que la maquinaria comercial y mediática que movilizó la vuelta del trío es impresionante, pero todo ese ruido de dinero, sponsors y organización no incide en la calidad musical del show. Cuando los tres Soda tocan sus canciones, demuestran que están intactos y que en estos diez años no apareció nada mejor. Todavía siguen siendo la banda de rock-pop en español más importante.
-La lista (casi 30 temas) y el orden de las canciones elegidas es impecable. “Juegos de seducción” es un gran tema para empezar el show. Tiene emoción y una linda letra. El primer día (viernes) cerraron con Nada Personal, pero el sábado y ayer agregaron Vitaminas. Ayer sumaron Tratame Suavemente, canción de Daniel Melero. El mejor momento del show es en el medio, cuando arrancan todas seguidas Ciudad de la furia, Picnic en el 4B, Zoom, El temblor, Final Caja Negra, Signos, Sobredosis de TV y Persiana Americana.
-A Cerati, a diferencia del show de hace diez años en ese mismo lugar, se lo ve contento y relajado. Por eso se ríe de sus propios pifies y de la falta de sincro con sus compañeros (ayer Domingo empezaron tres veces una misma canción). Y a diferencia de sus dos compañeros, él tiene una pose de “toco y me voy”, como si fuese un invitado a homenajear sus propios temas. Está claro que después seguirá su exitoso camino como solista, como hasta hoy.

-Una enorme cantidad de chicos que fueron a River no escuchaban a Soda cuando dijeron chau hace diez años. Sin embargo bailan, cantan y se saben las letras igual o mejor que los mayores de 30.
-Buena idea de poner videos especiales de Peter Capusotto como soporte antes del show. Los políticos opinando sobre la vuelta de Soda (doblados, obvio) fue un hallazgo. Perón en blanco y negro cantando Nada Personal ya debería estar en YouTube.
-El show tiene un sonido impecable, que permite escuchar muy bien desde todos los rincones del estadio. La puesta en escena no defrauda. La estética del escenario y las luces es responsabilidad de Martin Phillips, encargado de los shows de Daft Punk y Nine Inch Nails, entre otros.


-Pocos periodistas de gráfica pudieron resistirse a usar títulos de canciones o parte de alguna letra de Soda en sus artículos. Por eso se leyó en La Nación el sábado “Después de tanto andar y tanto andar, Soda Stereo está en el mismo lugar” y Clarín tituló el domingo “Aquél amor de música ligera” y cerró el artículo “Porque de aquel amor, nada nos libra”.
Son apenas dos ejemplos.



Fotos: Germán Saez y Damián Benetucci
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