Cuando con Gaby Larralde estuvimos hace algunas semanas en España, el tema estaba en la picota y lo discutimos mucho. Ocurre que allá los clubes de fútbol quieren cobrarles a las radios por transmitir los partidos, algo que históricamente para las emisoras siempre fue gratuito. En protesta, las radios hicieron paro, aludiendo el derecho constitucional a la información y que ellos contribuyen a popularizar el fútbol, sobre todo para llegar a donde la TV no llega tan fácil y con los clubes más chicos, que están muy lejos -en todo sentido- de los poderosos Barcelona y el Real Madrid.
Pero el fútbol es entretenimiento, espectaculo privado y un negocio enorme. Por eso tienen que pagar, porque las radios ganan muchisimo dinero con las transmisiones gracias a sus auspiciantes, dicen los empresarios de Mediapro, compañía que, entre otras cosas, tiene los derechos del futbol de la liga más importante del mundo. “El fútbol no necesita de la radio para ser lo que es”, dicen también, olvidándose de varias décadas de convivencia y cultura popular. Pero parece que los tiempos cambiaron.
En todo el mundo, la TV, vale recordar, paga mucho dinero para transmitir los partidos de fútbol. ¿Qué debe pasar con la radio y los medios gráficos? ¿Hasta dónde es el fútbol información y noticias de interés general y hasta dónde es un negocio privado? ¿Hay diferencias entre un partido del Barcelona y un espectáculo como una obra de teatro o una película de cine?
Hoy escribe sobre el tema en La Nación el periodista Ezequiel Fernandez Moores. Tarde o temprano, la polémica llegará a nuestra Argentina. ¿Uds. qué opinan?