12 December 2005

Tocar de oído

En un artículo en La Nación espectáculos, el editor de esa sección, Pablo Sirvén, escribió sobre la música digital. Y demostró que en ese tema, toca de oído.
Al principio arremete contra “los jóvenes” (“los chicos de hoy que incluyen hasta grandotes de 30 y más también”) diciendo que tienen una actitud más desaprensiva hacia los soportes y contenidos musicales. Que “aprecian más la acumulación por la acumulación misma”. Dice que no alcanzaría la vida para escuchar todo lo que se acumula, etc. “Degluten sin masticar”. Es discutible lo de la acumulación de temas. Pero, ¿cómo sabe Sirvén los comportamientos de los miles y millones de personas que consumen música digital en todo el mundo? Desde qué estudio, información y/o experiencia se para para sostener lo que dice? Pero el arítulo sigue.
Habla de sus hijas adolescentes y se muestra sorprendido “que no se le derritan los tímpanos por el sonido francamente desagradable, latoso y estridente que ulula desde la computadora de su cuarto”. Me permito un par de consejos: eso se soluciona comprando buenos parlantes ($150 aprox.) cuya calidad supera infinitamente a los de la epoca del Winco que Sirven añora.
Después el autor arremete contra su segunda hija: “me asombra su meticulosa búsqueda de estrafalarios aparatitos de aún más extravagantes nombres y siglas -Ipod, MP3, etc”. Eso se soluciona leyendo sobre el tema, capacitándose. Dos tareas obligatorias y fundamentales para un editor de espectáculos de uno de los dos diarios más importantes de la Argentina (uno de los países americanos más avanzados en cibercultura e Internet, después de USA, México y Brasil). Hace poco, esa “sigla extravagante” que Sirven menciona cumplió sus primeros 10 años. Tiempo para informarse hubo, y de sobra. Y la otra sigla “extravagante”, el iPod, ya está considerado el ícono cultural del nuevo siglo y el símbolo de la era tech actual.
Sirvén no olvida a su hija menor, que a los 12 años, “me deprime, en contraste con mi irreversible ignorancia, como reconoce con absoluta presición quién canta cuando un tema suena en cualquier radio” (?).
Pero el tema más importante de todo el artículo aparece recién al final (al revés de lo que enseñaron siempre en periodismo): la descarga de música digital.
Sirven dice “la imparable versatilidad y portabilidad de equipos para escuchar música y el crecimiento geométrico de la oferta de temas a disposición están hiriendo de muerte la posibilidad de disfrutar de un autor y/o cantante en una dimensión más relajada que un par de temas oídos a tontas y a locas”. ¿De qué habla Sirven? ¿A quién le habla? ¿A quién ataca y a quién defiende? Mezclar el dentífrico con una pelota de fútbol no parece buena idea para abordar un tema complejo que, sin dudas, requiere de mucha información previa. Sirvén tira a la mesa datos de CAPIF: en 2004 la piratería alcanzó a 1200 miloones de discos, el doble que en 2000. Pero no menciona nada sobre el crecimiento en esos años de los abonados a banda ancha, de la capacidad de almacenamiento en discos rígidos, del natural aumento en la experiencia de los usuarios, de la tecnología cada día más barata y varios otros elementos fundamentales a la hora de evaluar razones. Tampoco hace mención a ningún movimiento en contra de los derechos de autor que rigen en la actualidad (como Copyfight) ni habla de lo ineficaz que resultaron en el primer mundo los intentos de luchar contra la persona que baja música. Tampoco aporta soluciones ni ideas para reducir la piratería. Como la Argentina, como CAPIF y Salcedo, Sirvén atrasa varios años. Y no sólo eso, sino que intenta con remanidos trucos de nostalgia inconsitente, apelar a aquella idea absurda de que todo tiempo pasado fue mejor. “Se acuerdan de los álbumes dobles? Es cierto, todavía quedan algunos, pero ahora la onda es descargar de sitios de Internet no autorizados temas sueltos”, escribe Sirven en su artículo para jubilados y pensionados.
Pero lo peor llega al final: “Clandestinidad, piratería musical: acaso otro síntoma brutal de la crisis, de la pobreza amplificada que nos legaron la política y la economía de los 90?”
Por último, respondo a la pregunta de Sirvén: No, no éramos más felices con el modesto Winco. Si éramos más felices, tal vez se deba a muchas otras razones que esas y que tienen que ver con cosas como la esperanza o un proyecto de país, un trabajo y sueldo digno y mil cosas más que hoy, en el día de mi cumpleaños, no tengo ganas de analizar.

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15 thoughts on “Tocar de oído

  1. tutatis

    La nota, la tuya no la de Serven que todavía no leí, me gustó. Y con respecto a tu cumpleaños, ¿por qué un te bajás un versión del Happy Birthday con el Kazaa, la escuchás en tu computadora y se lo dedicás a él? saludos y feliz cumpleaños

  2. Paterna

    Respecto a la nota de Sirven queda claro un par de cosas. Que su campo de trabajo debe seguir siendo la Television y que la nota esta dirigida a un Don Pedro, que tiene unos 50-60 años y que casi nunca toco una PC salvo para darle un par de golpes cuando la hija le dijo que no booteaba. Por el resto de la nota lo unico que me parece rescatable es esto de bajarse una enorme cantidad de temas que cree que los va a escuchar mas detenidamente en el futuro y con suerte si los escuchamos alguna vez. Rescato esto de plantear el tema de acumular por acumular y que podria extrapolarse a consumir por consumir. Y la sensacion de placer no viene por el hecho de haber disfrutado de esa bonita pieza musical sino por el hecho de haber consumido algo, o algo mas.

  3. Frazier

    Yo bajo muchos temas, los escucho y me da mucho placer sentarme a escucharlos. La nota de Sirven pésima, el post está bueno. Feliz cumple!! Pablo

  4. Gaston

    La verdad es que hablar en los terminos que lo hace el autor de la nota de LN es terriblemente arcaico, y no comprende que forma parte de una evoulución natural como se da en todos los ámbitos de la vida. Es natural el rechazo al cambio, pero siendo un comunicador en un medio como LN, debería comprender en lugar de juzgar y desmerecer esta nueva (ni tanto) forma de consumir música.
    En tal caso son las compañías discográficas quienes no tuvieron la visión de negocio necesaria para capitalizar el mp3, y no un desarrollo natural

    Buen puest.

    Feliz cumple Leandro.

    Saludos,

    Gaston

  5. noriega

    Sirvén es reaccionario y conservador en sus gustos y tiene derecho a serlo. Pero también debería ser honesto al argumentar pero Honestidad se la llevó a marzo. No se puede recordar con nostalgia al Winco y al mismo tiempo subrayar la pérdida de calidad del MP3. El peor sistema de parlantes actual suena 100 veces mejor que lo que nunca sonó el Winco. Con respecto a la fragmentación, debería recordar que la era del Winco era la de los discos simples, que se acumulaban en pilas inmanejables. Sirvén tiene una tarea interesante como historiador de la TV, sus opiniones dominicales, en cambio, son siempre espantosas, tienden a favorecer a los grupos en el poder (como en este caso las discográficas) y en más de una ocasión se parecen más a operaciones oscuras que a libres ejercicios del pensamiento.

  6. guillote

    Creo que la pregunta sería si se trata de una nota “operada” por la industria discográfica o si el amigo Sirven es una especie de “idiota útil” que termina analizando acríticamente el tema de la música digital. En principio porque no parece tener correlación entre la descripción familiar de “los Sirvén” y la aparición de CAPIF en el medio de la nota.
    Debería preguntarse Sirvén sino acerca de los costos y tasas de ganancia de la industria discográfica (¿recerdan que a Rodrigo le pagaban un peso por cada CD vendido?); o debería preguntarse porque discos grabados hace veinte o treinta años pueden costar veinte mangos cuando el costo para la Compañía ya está recontra amortizado y su duplicación no puede costar mas de….un peso digamos?
    Por otro lado, el contraste de las diferentes “culturas” de las jóvenes Sirvén con la de su padre, bueno… eso es lo que piensa el periodista y no creo que sea juzgable. Es cierto que la realidad actual, más fragmentada, más consumista, mas….posmoderna, justamente no necesariamente tiene que ser halagada por el columnista dominical pero, y utilizando un artista que él sí conoce y seguramente escucha o ha escuchado…..”nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio…”
    Me sumo a los saludos de cumpleaños y de haber sabido hubiera venido con un regalo.

    PD ¿El IPOD símbolo cultural del nuevo siglo??? Hmmm…

  7. Polo Sur

    La nota de Sirvén me hace acordar a la facultad, y a un viejo texto de Umberto Eco, Apocalípticos e Integrados, en la que me parece que el autor instala un debate similar.

    Lo único, que ese debate está un poco añejo, tal vez, como Sirvén. Y como su wincofón.

    Por cierto, no creo que le importe la calidad de los parlantes, sino el origen de la música: la pc.

    Cómo extraño la máquina de escribir. Uh, Sirvén me contagió.

  8. santuli

    A pesar de tener 20 años, defiendo al Sr. Pablo Sirvén. Estoy harto de la gente que no cuida sus discos. Hoy un CD no vale nada. Claro.. total, “voy y me hago otra copia”. Qué fácil que es, ¿no?
    No tuve el placer de escuchar música con un Winco. No obstante, nadie va a negar (aunque sea arte, y por ende, subjetivo) que la música de esa época era abrumadoramente superior.
    Y como último comentario, dejénme decir lo siguiente: El Sr. Sirvén escribe en un medio que tiene (como cualquier medio) un target determinado. Creo que todos conocemos ese target. De ahí, en parte, la explicación (aunque innecesaria) del texto de Sirvén.

  9. Anonymous

    che….en diciembre cumpliste años, pero el perfil sigue denunciando 29. ¿Será que los bloggers le escapan a los años? saludos….

  10. Leandro Zanoni

    Cumplí 29 años el 11 de diciembre. Un mes antes, en mi perfil, puse que tenía 29 para no volver a cambiarlo a los pocos días.
    Ojalá, por el solo hecho de ser blogger, pudiera escaparle al tiempo. Pero es inutil.

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