Más allá de lo que algunos medios opinan con algo de celos (como por ejemplo el diario español AS) casi toda la prensa del mundo se rindió a los pies del argentino David Nalbandian, flamante campeón del Masters 2005, algo que, en la rama masculina, nuestro país no lograba desde 1974, cuando Guillermo Vilas se coronó en Australia.
Coincidentemente, un 20 de noviembre, pero de 1988, Gabriela Sabatini se adjudicaba su primer Masters (frente a Pam Shriver), algo que luego repitió seis años después frente a Lindsay Davenport.
El diario suizo Les Temps apuntó a que ?su? Roger Federer cayó ?Sans Regret? (sin pesar), tras la maratónica final en Shangai, mientras que el deportivo español Marca elogió la tarea de ambos. A nivel local, el diario Clarín y el deportivo Olé (del mismo Grupo) optaron por sacar suplementos especiales.
Nalbandian se sacó la mufa y por fin logró un torneo grande. ¿Será su cima personal o irá por más?
Pablo Lisotto
lo de los celos de algunos es relativo. Imaginate si hubiera sido al reves, si Nalbandian hubiera tenido problemas físicos, ¿no estaríamos hablando todos de como jugó en desventaja? los argentinos tenemos la costumbre de echarle la culpa de nuestras derrotas a toda clase de cosas, pero si otro tiene mala suerte ¿no cuenta?
Y esto más allá de como jugó Nalbandian, uno de los pocos jugadores que tiene récord ganador contra Federer, en profesionales y juveniles. Quizás con la victoria se de cuenta que jugando un par de años a pleno puede ser grande y, porque no, ganarle a un Federer completo.
Nalbandian tiene lo más importante que tiene que tener un tenista si quiere llegar a ser un Grande: Mentalidad. Si supera los problemas físicos puede convertirse en un groso en serio y, luego de perder varios partidos y finales grosas, empezar a ganar y ganar títulos. Como un tal Andre Agassi…