El domingo por la mañana Nike realizó la mayor carrera de América Latina (ver tapa Clarín). Buenos Aires aportó más de 15 mil corredores y entre San Pablo, Lima, Caracas, Bogotá, Ciudad de México y Santiago de Chile completaron los 80 mil que hubo en total. Yo estuve entre los 15 mil de mi país que llegaron a la meta y sobreviví para contarlo. La impecable organización y la buena onda de la gente hicieron que la mañana sea perfecta.
Por si fuera poco, en medio de ese gigantezco gusano naranja que formaba la gente a la salida del tunel de Libertador, escuché mi nombre a los gritos: era Chelo, amigo y blogger del Ciprés que hace más de dos años no veía. La vida tiene ese tipo de casualidades. Una experiencia única y recomendable. Si pueden, no se pierdan la del año que viene.
