Hace un año, un grupo de docentes que cortaban la ruta 22 en Neuquén pidiendo mejoras salariales fueron reprimidos por orden del entonces gobernador Jorge Sobisch. El resultado fue la muerte del maestro Carlos Fuentealba, que fue alcanzado por una granada de gas lacrimógeno que impactó en su cabeza. Fue disparada por un sargento primero.
Las imágenes de este video fueron filmadas por un ciudadano que después las mandó a los medios:
Así lo informaba Télam.
La noticia se hizo eco en las voces de periodistas y pensadores, como Osvaldo Bayer, que escribió en Página/12: “(…)Sobisch redactó esa solicitada lamentable donde se nos aparece con la teoría de los dos demonios: compara a Fuentealba con los dos policías muertos por malhechores en el Gran Buenos Aires. (…) Todo lo contrario: los dos policías fueron muertos por la violencia producida por el sistema, donde hay desigualdades extremas como en nuestra Argentina, en la que hay miles de adolescentes criados en el hambre y la desocupación (¡qué violencia es ésa, la peor y las más injusta de todas!). Siempre va a haber delincuentes en un sistema de reparto injusto. Hemos tenido siempre, en este sistema, una policía que reprime a los violentos de la pobreza, pero esa policía se prosterna ante los poderosos y acepta sus dádivas por la espalda.
(…)La muerte del maestro por un sicario bestial que se debe haber sentido muy importante cuando recibió la orden de reprimir, supera como símbolo todo lo más deleznable. No puede haber nada más simbólico de lo abyecto. Ojalá inspire a nuestros artistas de formas e imágenes, sólo ellos pueden representar el más inmenso dolor humano. Las palabras no alcanzan.”
El pensador Mariano Grondona, en cambio, decía en La Nación:
“¿Cómo no habría muerto Fuentealba, en todo caso, el último jueves? Imaginamos dos caminos que, de haberse tomado, le habrían salvado la vida. Uno, percibido desde la izquierda, habría sido que el gobierno de Neuquén, plegándose al método difundido por el gobierno nacional, se hubiese abstenido de todo intento por evitar los cortes de rutas. Pero este tipo de omisiones desemboca en una difusión tal de los excesos de la acción directa que al fin el Gobierno debe intervenir en condiciones más difíciles todavía que las condiciones iniciales. ¿No hubo que detener a militantes violentos en las calles de Buenos Aires, acaso, horas después de lo sucedido en Neuquén? Si nada se hiciese dentro o fuera de Neuquén en favor del orden, otras violencias se multiplicarían bajo las más diversas formas, poniendo en peligro la vida de nuevos maestros Fuentealba.
“Pero otro camino también habría salvado la vida del maestro trágicamente fallecido: que los neuquinos hubieran sabido de antemano que las fuerzas del orden de la provincia, actuando en entero acatamiento a la ley, no permitirían los cortes de rutas y de calles, cuidando así, con respeto y mesura, el orden público. Si contener la violencia callejera que hoy desborda a la sociedad, convirtiéndola en el espacio preferido e impune para la actuación de las más diversas “barras bravas”, fuera al contrario, como ocurre en las democracias civilizadas, un hábito cotidianamente vigente entre los policías y los ciudadanos por igual, tampoco el maestro Fuentealba habría muerto.
“El país enfrenta hoy una contradicción hasta ahora no superada: ¿cómo podría un Gobierno que viene de calificar de “represiva” a toda orden de la autoridad competente girar ciento ochenta grados hasta imponer la ley y el orden incluso a sus antiguos compañeros?”
Al parecer, Mariano Grondona, prefiere obviar el hecho de que el maestro fue asesinado a sangre fría. No fue un, digamos, elemento victimario de la represión ajustada a la ley, sino la victima definitiva, del deseo de matar de un sargento que formaba parte del circuito de vigilacia y represión. Por otro lado, aquel sargento, quien disparó a quemaropa según testigos, estaba allí no sólo para contener un corte de ruta sino para asegurar la vida de los ciudadanos.
Pensándolo así, no queda duda de que algo falló en el mundo organizado que describe el columnista de La Nación.
Es verdad fue un asesinato hecho por un animal pero porque no se acuerdan de igual manera del policia asesinado en Sta Cruz ?
Ojalá que alguna vez el hilo no se corte por lo más delgado. Poblete fue el que disparó y asesinó por la espalda a Carlos Fuentealba, pero el que avaló esa atrocidad fue el gobernador Jorge Omar Sobisch.
Si alguna vez la justicia es justa, lo condenará, como ya lo condenó la mayoría de la sociedad.
http://periodicolacomuna.com.ar/Mosquito/
Emilio:
Toda vida humana es preciada. Sin embargo, no te olvides que es el policía el que va armado por el Estado, para cuidar de sus ciudadanos. Quien mata a un policía es un criminal. El policía que reprime y mata a alguien desarmado, cuando en realidad debería protegerlo, pues, es un criminal también, y no puede ser justificado, a lo Grondona, como una herramienta del aparato de protección ciudadana, destinado a mantener el orden.
Buen tema, y muy actual. La policia, DEBE, mantener el orden y proteger a los ciudadanos, para eso esta. Ahora bien,hay muchas formas de mantener el orden, no matando, a mansalva, a algun manifestante, que va desarmado, lo que pasa que la policia ha perdido credibilidad, cuando se la necesita no esta (hay excepciones)y cuando esta, aparece desbordada, no tiene autoridad. La autoridad, no se obtiene a los garrotazos,su sola prescencia deberia imponerla. No estoy de acuerdo, con un sistema,que en nombre de los derechos humanos, no se acepta que la policia actue, por miedo a que algun policia cometa la atrocidad que hemos visto, en Bs.As., Neuquen o Santa Cruz, y se le vuelva, en contra al propio gobierno, pero a su vez el gobierno permite (y mantiene)grupos de choque, que son verdaderos mercenarios,que terminan suplantando a quienes deberian imponer el orden, siempre dentro de la Ley. Es dificil, pero no imposible, para esto se necesita capacitacion, y no veo que haya preocupacion en resolverlo.
Lo que esta claro es que la ideologia montonera es la que predomina en el pais . Que un policia mate a un civil ( siempre y cuando no sea oligarca) es injustificado . Ahora si un civil mata a un policia puede tener justificacion pues los policias son todos “malos represores y genocidas “.
Que Grondona justifique el asesinato a Sangre Fría de un maestro ejemplar en pos de liberar una ruta cortada no es extraño. No lo escuché pedir el mismo trato para los piqueteros rurales que ahora usaban la misma estratégia para ser escuchados por el Gob. Nacional.
Por lo menos es coherente en algo. Defiende la muerte de inocentes, como cuando en años de dictadura, felicitaba a generales genocidas por su accionar.
Leandro; la cita al comentario de Grondona es parcial -por lo fragmentada; la lectura del texto completo (de una manera desprejuiciada) importa una visión distinta de lo que sugieren los párrafos que extraés.
Me importa tres carajos lo que la gente piense de MG, pero lo correcto es lo correcto.
Si se pretende responsabilizar a Sobisch por la muerte de Fuentealba, entonces también hay que responsabilizar a Guagliardo (Secretario Gral. de Aten).- El titular de un gremio no puede permitir que sus afiliados salgan a cortar rutas ya que eso siempre los expone a que pueda pasarles algo grave.- En este caso fue un policía que disparó un proyectil, pero tambien ha pasado que viajeros tiren encima de los piqueteros sus vehículos, o puede pasar que se baje de algún vehículo alguna persona con un arma y les dispare.- Aca hay una realidad, a muchos de los titulares de los sindicatos les gusta el caos, la violencia y el desorden.- Nuestra Constitucion Nacional otorga a los trabajadores el derecho a la huelga, pero parece que es mejor salir a cortar rutas y violar el derecho a transitar de otras personas, derecho que también establece nuestra Constitución.- Lo cierto es que en Neuquén, los docentes no se animaron a hacer escraches a Sobish, ni en su domicilio particular, ni en la Gobernación, prefirieron perjudicar a las personas que viven del turismo, y que en esa Semana Santa esperaban a muchos turistas, como así también a las personas que circulan por las rutas y QUE NADA TENIAN QUE VER CON EL CONFLICTO.- Ahora tienen un mártir a quien le rinden homenajes, e incluso hasta le pusieron su nombre a una escuela, y yo me pregunto: cual será la gran obra de Fuentealba? cortar rutas? violar derechos constitucionales de otras personas? no justifico su muerte, pero en este país a diario muere gente injustamente y no por eso se le hacen tantos homenajes.- Alguien se acuerda de los indígenas del Norte Argentino que murieron de hambre?? por supuesto que no, pero de Fuentealba nos vamos a acordar siempre porque el pertenecía a una clase especial: LOS PIQUETEROS.-