La Nación despidió a un corresponsal después de un confuso episodio vinculado a una empresa relacionada al accidente en una aerosilla en Bariloche. Pablo Costa, el corresponsal en Río Negro, había afirmado en una nota que el accidente se había producido por “una falla humana”, cuando todavía no habían concluido los peritajes.
Pero el diario descubrió que Costa es el responsable de prensa de la empresa Catedral Alta Patagonia, concesionaria de las aerosillas. Solo entraron al sitio y en “Quienes somos” sale Costa como responsable de prensa.
Costa trabajó 12 años en La Nación y remarcó que su doble trabajo era conocido por todos, incluso, por sus superiores en el diario. Y que esa práctica es muy común en el periodismo, porque el salario como corresponsal no le alcanza para vivir.
Un tema para debatir.
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