
Cuando nos reponíamos de las muertes de Mario Sanchez y Norman Erlich, ahora nos enteramos que falleció otro Norman. Esta vez la parca vino a buscar al escritor y periodista norteamericano Norman Mailer -uno de los artífices del nuevo periodismo junto a Tom Wolfe, Truman Capote y Gay Talese, entre otros nenes de pecho. Mailer escribió una enorme cantidad de libros, pero se recomienda empezar por el principio. En 1948 publicó “Los desnudos y los muertos”, que trata sobre las atrocidades de la Guerra de la que formó parte y es una crítica foribunda al Ejército norteamericano.
Tal vez su libro más famoso sea “Los ejércitos de la noche” (1967), donde cuenta la marcha pacifista sobre el Pentágono en octubre de ese mismo año. Ganó fama, prestigio y un Premio Pulitzer. En 1980 volvería a ganarlo, esta vez, por “La canción del verdugo”, un relato de ficción en el que narraba la historia de Gary, un reo ejecutado en 1976. También escribió las biografías de Marilyn Monroe (1973), PPablo icasso y Lee Harvey Oswald, el asesino de JFK.
Machista, rebelde, controvertido y amante del boxeo, tuvo un par de incidentes y escándalos (le clavó un cuchillo a su ex mujer en una pelea) y estuvo preso por oponerse a Vietnam. “El éxito es sólo la mitad de bonito cuando no hay nadie que nos envidie”, dijo. Ayer se murió.

Links:
Norman Mailer (Wikipedia, en español)
Justo estoy rodeado de Mailers en mi mesa (así como de Wolfes, y Taleses, y otros “nenes de pecho”). Así que comparto un fragmento de una entrevista a Mailer que publicó la revista Playboy en en enero de 1968 y que yo leí esta semana. Me parece oportuno.
“Saltar de una a otra actividad tiene sentido si lo hacemos on cun poco de agudeza o un toque de gracia; no digo que así lo haya hecho yo, estoy lejos de eso. Pero pienso que ir de una a otra actividad nos fortalece, nos da ímpetu. Si lo hacemos bien, podemos aumentar la energía con que acometemos nuestra próxima obra. De algún modo curioso –espero–, el creer depende de que siempre estemos en movimiento, de una u otra manera. Crecer no es sólo seguir adelante; es seguir adelante hasta que debemos adoptar una decisión delicada: continuar en una situación difícil o retroceder en busca de una nueva forma de seguir adelante. Las pautas que así se crean –pauta es un sustantivo pobre–, la línea de movimiento revela la naturaleza de la forma.
Yendo al grano, se me acusa de haber malgastado varios talentos, de haber emprendido demasiadas actividades, de haber trabajado concientemente en alcanzar la celebridad, de haber actuado en los bordes y también en el centro de mi propia leyenda pública. Desde luego, como cualquier delincuente en el banquillo puedo ofrecer una bonita coartada, puede defenderme a mí mismo. Soy mi mejor abogado; el día en que deje de serlo será un día triste. La defensa que haré hoy depende de mi noción favorita: la de que un experto es, por definición, contrario a las evoluciones. ¿Por qué? Pues porque un experto es un hombre que marcha en una sola dirección, hasta llegar a un punto donde debe emplear toda su energía para mantener su avance; no puede permitirse el avistar otras direcciones”.
Extraído del libro Temas actuales (Bs. As., Emecé, 1973).
Tristeza. Es todo lo que puedo decir que me sucede en este momento. Se fue otro de los grandes.
La verdad es una tristeza.
Para quién no tuvo la suerte de leer algo suyo, recomiendo “Los desnudos y los muertos”
salud Norman!
Rufian, justito estoy leyendo el libro de donde sacaste tu nick.
Muy bueno.
ohhhhh que grosoooo este chabon… una luz el pibe se gano un pullitzer…
mario sanchez hizo de sargento en los colimbas se divierten … IN YOUR FACE NORMAN NO SE CUANTO …
quien te juna?
Me encanta que tipos de mierda con doble moral como este o Borges se hayan quedado con la vena de no ganar el Nobel.
Brindemos…
Navegando por la red mi barca ha atracado en el puerto de tu blog. Felicidades, si quieres venir a visitarme?
Ciao
y de que sirve ganar un nobel?
posta … sos premio nobel y que? ganaste la inmortalidad? vas a tener mayor respeto? desde ya que no
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GROSSO NORMAN GROSSISIMO HASTA SIEMPRE
Gracias por dos novelas esenciales: “Los desnudos y los muertos” y “La canción del verdugo”.