29 May 2007

Los imprudentes

En julio aparecerá en las librerías el primer libro de la periodista Josefina Licitra (Rolling Stone, Brando, Gatopardo, etc.). Se llamará “Los Imprudentes. Historias de la adolescencia gay en la Argentina” y lo edita Tusquets, dentro de una colección llamada “Andanzas Crónicas, Historias verdaderas que se leen como novelas?.

El primer libro de esa colección comandada por el periodista Sergio Olguín fue sobre Malvinas, llamado ?Los viajes del Penélope. La historia del barco más viejo de la guerra de Malvinas?, de Roberto Herrscher. Otro de los libros será sobre la mafia corsa en la Argentina, del periodista Osvaldo Aguirre. Indagará sobre el personaje Françoise Chiappe, un tipo muy conocido en los años ?60 y ?70 que salió de la cárcel cuando Héctor Cámpora dejó en libertad a los presos políticos.

En 2004, Josefina ganó el premio de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, que dirige Gabriel García Márquez por su crónica “Pollita en fuga” (muy recomendada, bajar en PDF acá), publicada un año antes en la revista Rolling Stone.

Para “Los Imprudentes”, la periodista retrata las historias de siete chicos gays y lesbianas dentro de un estilo de no ficción, todo en tercera personal. En exclusiva, acá publicamos el prólogo:

La primera vez que escribí sobre la adolescencia gay fue hace siete años, cuando acababa de abandonar mi adolescencia. Yo tenía veintiúno y la revista Rolling Stone me había convocado con una idea de nota: querían contar cómo es atravesar la selva teen con la mochila de estar viviendo una sexualidad ?a contramano?. La propuesta me gustó: yo no sabía mucho de sexo, ni sabía muy bien qué significaba ser ?distinto? en la cama. Además no tenía amigos gays, tampoco amigas lesbianas. La nota era, entonces, un viaje al corazón de un planeta inquietante y ajeno.
Y siempre me interesaron los viajes. Sobre todo porque existe, sobre la marcha, la posibilidad de la sorpresa.

Lo que encontré en ese momento, cuando yo estaba en mis veintes y nada me parecía demasiado grave, no fue una postal morbosa ni un universo de chicos retorcidos, sino el reflejo de lo que yo había sido durante mi adolescencia: un aluvión de preguntas, una nariz que husmeaba el mundo con una curiosidad desesperada. Terminé esa nota con dos certezas: que la cuestión gay-lésbica, en la adolescencia, es un trazo iridiscente que subraya la infinidad de preguntas que todos hemos tenido a lo largo de la vida. Y que ese tema excedía las páginas de una revista: había que hacer un libro. Inclusive un libro iba a ser poco.
Lo que sigue en las próximas páginas es un puñado de historias que, como siempre ocurre, son únicas y universales a la vez. Santos pasa sus días viendo cine, escuchando música y tratando de blanquear su vida gay ante una familia escandalosamente patricia. Nahuelle coordina un grupo de reflexión, fue troskista, feminista y piquetero, y a pesar de una existencia aparentemente resuelta, arrastra la mochila de avanzar por el mundo con su condición de loca: un rasgo afectado que nació con él, y que lo transforma en casi un lumpen del universo homosexual. Federico y Andrés viven montados sobre la ola de una risa nerviosa. Pero cuando están solos, lejos de las fiestas, se sienten profundamente infelices. Carolina resuelve su angustia de un modo extremo: cuando en el colegio la atosigan por lesbiana, sufre ataques de nervios que la llevan a buscar respuestas en su propia sangre. Lucía sabe que el progresismo bienpensante de sus padres la salva de la debacle familiar, y aún así esa tolerancia no le alcanza. Es más, la desespera. Y Julio, a los veintiún años, debe decidir entre ponerse tetas y prostituirse, o trabajar de docente conservando un cuerpo de hombre que le resulta extraño.
En todos los casos, se trata de historias que no llegan al mundo replegadas en su cáscara. En torno a ellas hay una infinidad de dispositivos ?familia, escuela, iglesia, psicólogos- que hicieron de la ?contención? una posibilidad compleja: en las familias casi no se habla del tema, en la escuela se patologiza la homosexualidad, en la iglesia se la tapa con el celibato, y en algunos divanes ?o al menos en los casos citados en el libro- el tratamiento es visto como un camino de regreso hacia el carril heterosexual. Todas estas vidas, además, se desarrollan en la ciudad de Buenos Aires: un territorio que se promociona mundialmente como la Meca latinoamericana de la diversión gay-friendly, y que sin embargo, puertas adentro, guarda más de una contradicción. ¿Es posible vivir expuesto al frío y al calor, a la aceptación y al rechazo, sin que algo, en el fondo del cuerpo y de las noches, termine por rajarse?
Este libro no tiene la respuesta. Tiene, en todo caso, historias de chicos y chicas que hicieron de la búsqueda un lugar, una cura, una forma de vida que, por honesta y por brutal, deja a parte del mundo sin palabras.

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17 thoughts on “Los imprudentes

  1. Cazuela Cazuelita

    Gran perdiodista Josefina Licitra. Compartimos una efímera redacción en una muy efímera revista universitaria que se llamaba Contracara, hace ya mas de diez años de esto.

  2. JP

    Josefina Licitra es excelente. Una de sus crónicas que creo que se titulaba “Pollita en fuga” y que publicó Rolling Stone (y después Veintitrés) le valió un reconomiento de la Fundación de García Marquez.

    De hecho, ella se encargó de escribir el artículo “Gabo”, para comentar su encuentro con el escritor.

    La idea del libro está buena. Espero que tenga exito. Se lo merece.

  3. Leandro Zanoni

    juan pablo, lee el post!!

    “En 2004, Josefina ganó el premio de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, que dirige Gabriel García Márquez por su crónica ?Pollita en fuga? (muy recomendada, bajar en PDF acá), publicada un año antes en la revista Rolling Stone”.

  4. Lulet

    Tema delicado si los hay pero de ahí a pensar que todos los sacerdotes por seguir el celibato como opción de vida son homosexuales es absolutamente tendencioso.

    Eso es lo q dice Josefina.

    Por qué es válido hoy en día ser gay y no ser célibe?

    Si después de todo proclamamos la libertad para elegir un estilo de vida?

  5. Protervo

    Licitra escribe muy bien.

    Pero es un hecho que se entusiasma tanto que despues edita y manipula las declaraciones de sus fuentes para que le sean funcionales a la bella historia que esta contando.

    Lo que podria ser valido, esta todo ese debate sobre si mendearla un poquito esta bien o no. Este tema te asegura media hora de conversacion si le invitas una cerveza a ,digamos, una chica que esta arrancando y firma en Perfil y tiene vientito en la cara y en una de esas coje.

  6. Ioseph

    Al leer la nota “Pollita en fuga”, me pasó lo mismo que con programas como “Crónicas extremas” o “Blog”:
    plantean en el relato la recuperación de algo considerado marginal, pero encaran los hechos desde una perspectica cuasi melodramática y maniquea, reproduciendo, al fin, las falacias y lugares comunes del progresismo bien pensante.

  7. malena

    Ioseph, sí, me produjo algo parecido por momentos. Como la mayoría de trabajos periodísticos que abordan lo marginal. ¿Cómo debería hacerse para evitarlo? ¿Algún ejemplo?

  8. joy

    Malena, hay muchísimos ejemplos de materiales audiovisuales muy bien hechos para tele o incluso documentales o cortos en cine. Podría ofrecerte una larga lista pero me cansa tipear…un ejemplo muy pero muy berreta sería algo que vi el otro dia y me hizo pensar: reducir la distancia anestésica y dogmática (religiosa siempre, en el fondo) de los periodistas para poder ´meterse´ en la historia. Una buena cosa es el humor. El otro dia me topé en la tele con un programa donde dos tipos (un periodista “Martin” y otro disfrazado en horrenda parodia gay) hacían una nota sobre remises truchos y colectivos en la estación de Laferrere. Súper interesante, ninguna bajada de línea, nada de moralina y ponete a manejar un falcon 69 que arrancaba pegando unos cables por el conurbano. Ninguna pena, pura realidad. Ninguna moraleja. Nada que te deje tranquilito. Hay otro mundo ahí.

  9. gabriela

    alguien me podria explicar el placer que les causa a documentalistas , periodistas y cineastas de clase media, andar por los márgenes?
    porque siempre filman perdedores,excluidos y desemparados?

  10. nadia

    pensaba en comprar el libro, hay pocos sobre la tematica, me entere de el por la revista Rolling, el prologo me gusta, y tambien que un heterosexual escriba de homosexualidad tratando de entender y no de prejuzgar.
    El comentario de Gabriela me parece homofobico, seria mejor escribir, filmar o documentar a los “ganadores”?, no se me ocurriria a quien…

  11. Carina

    No me gustó el libro! Creo que escribe bien, pero solo eso. Pero si me interesaría que ella escriba sobre otros temas, como la infidelidad, etc.

  12. Montse

    Las imágenes que describe Licitra son en verdad poéticas, aún en su patetismo o con las análogías de hábitos y lugares comunes; puede que no sea fiel a la realidad ¿quién sabe?, pero definitivamente hay algo de sangre en los relatos.
    Homosexualidad y adolescencia, un tanto trillado tal vez, pero siempre queda algo por contar…supongo.

    En cuanto a un comentario que leí arriba, bue…perdedores felíces, ganadores patéticos y santos ruines, hay por todas partes y supongo que hay un documentalista obsesionado para cada grupo, no es necesario creer que todos buscan la marginalidad en sus historias, sólo que algunas veces es un tanto más rico saber que se esconde entre la nada y el olvido.

  13. Pablo Agustin

    Personalmente el libro de la periodista Licitra, me gusto mucho ya que me senti muy identificado, muy tocado. Creo que muestra varias historias de lo que succede seguramente no solo en la Argentina sino en el mundo, quizas con otras religiones y otras costumbres pero el mismo “problema o tabu” el tener una orientación sexual distinta a la mayoría. Es un libro muy recomendable…abre mucho el panorama.
    Gracias Josefina por escribir esta maravilla, tengo 21 años y es uno de los mejores libros que lei. Vale la pena, es oro. Me encantaría que todo el mundo lo leyera creo que abriría el panorama sobre todo a los padres.

    Gracias los imprudentes!

    Gracias x mostrarle al mundo que detrás de cualquier elección hay una persona con ganas de vivir una vida y hacer su propio camino.

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