Ilustración: @Domenechs
Creo que, después de Maradona, ningún otro jugador maneja mejor a los medios que Juan Román Riquelme. Al igual que el mejor diez, desde se debut en la primera de Boca (1996), JJR ya supo moverse entre los micrófonos y las cámaras de TV.
Pero también supo manejarse por fuera de las notas, como en los festejos de sus goles (recordar el “Topo Gigio” o cuando desairó a Palermo frente a la 12) y en los gestos que hace dentro de la cancha. Eso también es comunicación y saber de medios. Habilidad pura para saber, cuando camina por el césped, cuando la pelota se va afuera o mientras atienden a otro jugador por un foul, en qué momento exacto las cámaras lo enfocan. Por eso sus gestos, hacia la hinchada o una indicación oportuna a un compañero para dejar en claro que es el estratega en la cancha. Nadie duda que Riquelme (como Maradona, como Francescoli) es un gran estratega. Pero no sólo lo es, sino que también debe comunicarlo. Hacer saber que lo es. Por sutil que sea esta diferencia, no es lo mismo. Es clave entender el valor simbólico de los gestos, lo que no se dice, cuándo hablar (y con quien), cuándo callar. Riquelme siempre lo entendió muy bien.
Estamos en plena era de la televisión y los medios. Riquelme muestra todo su timming para desenfundar y disparar esas palabras como balas certeras. Ayer lo hizo otra vez, desfilando por las cadenas de televisión más grandes (TyC Sports, Fox Sport, etc) y diciendo sólo lo que quería decir. Enojándose cuando las preguntan le son incómodas o lo desnuden en sus contradicciones (como lo hizo con el imperturbable Daniel Arcucci) porque, como buen estratega, no permite que ningún cuestionamiento lo empuje de su objetivo. El de ayer fue disparar, siempre por elevación, a Falcioni y al presidente de Boca. Mañana será otro.
Al igual que en los últimos años de Maradona, cuanto menos juega en la cancha, Riquelme juega más en los medios. El sabe que el tiempo pasa y se le escurre. Y que para evitar eso, al menos por ahora, no hay ninguna estrategia de comunicación que valga.