Leyendo el muy buen reportaje (de Eduardo Villar) al pintor Pérez Celis que salió en la revista Ñ de Clarín, me preguntaba por el arte. Qué es arte, porqué muchos se apropian del arte y lo monopolizan hasta el punto de decidir que es y que no lo es. Lo mismo ocurre con la literatura, que frente a un autor que vende mucho (Dan Brown, Paulo Cohelo y hasta Gabriel García Márquez) la crítica e incluso muchos escritores comienzan lentamente (a veces abruptamente) a desplazarlo hacia lo “popular”, “masivo” y otros calificativos que no disimulan la mala leche. De ahí a quedar atrapados en las góndolas de un supermercado hay un par de días.
Entonces, me preguntaba por Pérez Celis y porqué, siendo tran groso a todo nivel, no tiene el lugar que se merece y aún se le resisten. El periodista Villar lo preguntó y Pérez Célis respondió así:
?Con usted pasa algo bastante raro. Su trabajo tiene una aceptación poco frecuente en la gente y, sin embargo, en lo que podríamos llamar el establishment del arte se lo considera con cierto recelo. ¿Por qué cree que ocurre eso?
?En primer lugar, le quiero aclarar que los más importantes pintores argentinos me estiman y me respetan. Es importante aclararlo. A lo mejor hay otro nivel, más abajo, que tiene su complejo. Lo he pensado bastante. Es evidente que cuando alguien tiene una popularidad, como me ha ocurrido a mí, se generan estas reacciones. Y no porque yo me haya propuesto la popularidad porque a menos que usted tenga el dinero de una multinacional, que no es mi caso, no puede imponer a alguien popularmente. Es más: yo me he pasado más tiempo fuera que dentro del país. Y sin embargo hay pintores que salen en las revistas, salen en la televisión, en todos lados, pero no los registra nadie. Algún día habría que hacer un estudio profundo para saber por qué alguien ha llegado a la gente y otro no.
?Usted no se propuso la popularidad, pero siempre tuvo muy buena relación con los medios…
?Sí, yo soy un respetuoso de los medios de comunicación. Creo que son un poco los mecenas de nuestro tiempo. Y me parecen importantísimos porque llegan a mucha gente, a muchos lugares en los que por muchos motivos la gente no accede a una galería o a un museo y mucho menos al estudio del pintor. Hay que respetar ese mundo. Si viene alguien de un diarito barrial, yo le doy el mismo tiempo que le estoy dando a usted. Porque yo sé que va a llegar a alguna gente algo de lo que diga. Me ha pasado, al llegar a algún lugar remoto de alguna provincia, encontrarme con gente que conserva una nota que me hicieron, para que se la firme. Y a lo mejor he logrado alguna transformación.
?¿Usted cree que esa relación suya con la gente puede ser molesta para algunos?
?Esa llegada que yo logré naturalmente, yo no digo que todos la busquen porque hay pintores que a lo mejor no tienen esa naturaleza y los respeto. Pero lo que ha pasado es que lo que yo llamo “elite cultural” no ha respetado mi manera de ser. Y además, me parece, yo he hecho una pintura que nunca ha encajado demasiado en las distintas tendencias y modas.

(Foto: Leo Vaca)
A mi me encanto la distinción que hizo entre busqueda y encuentro en el analisís de las pinturas. Me hizo reflexionar sobre mi propia postura cuando pinto. Genial.
Slds
Matias