Hernán Casciari no para de escribir. Su curriculum de trabajos realizados en los últimos años es tan extenso que aburre al nombrarlo. Su blog Orsai, sus libros y la obra de teatro que protagonizó Antonio Gasalla son apenas algunos. Ahora desde España editará una revista (bautizada Orsai) de papel trimestral que no tendrá publicidad y llegará por correo a cualquier parte del mundo.
Mientras tanto, aquí en Buenos Aires, Random House (Plaza & Janés) edita otro libro suyo:
«Anoche le contaba a la Nina un cuento infantil muy famoso, el Hansel y Gretel de los hermanos Grimm. En el momento más tenebroso de la aventura los niños descubren que unos pájaros se han comido las estratégicas bolitas de pan, un sistema muy simple que los hermanitos habían ideado para regresar a casa. Hansel y Gretel se descubren solos en el bosque, perdidos, y comienza a anochecer. Mi hija me dice, justo en ese punto de clímax narrativo: ?No importa. Que lo llamen al papá por el móvil?.
Yo entonces pensé, por primera vez, que mi hija no tiene una noción de la vida ajena a la telefonía inalámbrica. Y al mismo tiempo descubrí qué espantosa resultaría la literatura ?toda ella, en general? si el teléfono móvil hubiera existido siempre, como cree mi hija de cuatro años. Cuántos clásicos habrían perdido su nudo dramático, cuántas tramas hubieran muerto antes de nacer, y sobre todo qué fácil se habrían solucionado los intríngulis más célebres de las grandes historias de ficción. [?]
Ninguna historia de amor, por ejemplo, habría sido trágica o complicada, si los amantes esquivos hubieran tenido un teléfono en el bolsillo de la camisa. La historia romántica por excelencia (Romeo y Julieta, de Shakespeare) basa toda su tensión dramática final en una incomunicación fortuita: la amante finge un suicidio, el enamorado la cree muerta y se mata, y entonces ella, al despertar, se suicida de verdad. (Perdón por el espoiler.) Si Julieta hubiese tenido teléfono móvil, le habría escrito un mensajito de texto a Romeo en el capítulo seis:
M HGO LA MUERTA,
PERO NO STOY MUERTA.
NO T PRCUPES NI
HGAS IDIOTCES. BSO».
Hace quince años no sospechábamos que un historial mal cerrado de la computadora podía ser causa de divorcio. Ni que la fama se mediría en millones de visitas a YouTube. Y ahora está ocurriéndonos. ¿Cuántas parejas, con más de ocho años de convivencia, son capaces de darle la contraseña de su cuenta de correo a su cónyuge? ¿Quién se queda con la custodia del fotoblog después de una ruptura matrimonial? ¿Qué lugar ocupa el romanticismo en la era del Facebook?El nuevo paraíso de los tontos indaga en los viejos tópicos de la literatura -?los celos, la traición, la lealtad, el desamor y la locura?, pero con un nuevo protagonista que se mete en todo: la tecnología.
Por casualidad sabés quién diseñó la tapa? me encanta!
Natalia: no lo sé. voy a averiguar.
puede ser liniers
te paso un blog melitavidente.blogspot.com
Natalia, el diseñador de la tapa es Cristóbal Schmal (nomono)
http://www.artnomono.com
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Gracias por el dato!