Mercedes Halfon y Fernanda Nicolini son dos periodistas de treinta y pico que escribían en un blog sobre el amor, el trabajo, los amigos y la familia desde la particular mirada de su generación. Hasta que les llegó un ofrecimiento: volcar todo eso en un libro. Así surgió “Te pido un taxi”, que sale este mes por Sudamericana. eBlog charló con ellas:
-¿Cuándo, cómo y por qué se les ocurrió el libro?
-En realidad el libro no se nos ocurrió a nosotras. Hace poco más de un año nos mandaron un mail desde Sudamericana sin mayores especificaciones: querían tener una reunión. En esos días de espera se nos ocurrieron miles de hipótesis, algunas algo disparatadas pero básicamente relacionadas con el blog que hacemos juntas desde hace cuatro años. Pero en ningún momento se nos cruzó la idea de una novela. Quizás porque las dos estamos más relacionadas con el periodismo o con el mundo de la poesía y no con la narrativa (¡aún no llegamos a las antologías de cuentos!). Así que cuando Florencia Cambariere, la editora que en ese entonces nos conocía solo por amigos en común, nos dijo que quería que escribiéramos una novela para la colección chic lit, quedamos medio desconcertadas. Una de nosotras se acobardó, la otra la cebó (no vamos a decir quién hizo qué, omertá), pero finalmente nos mandamos. Probablemente ser un poco outsiders ?como narradoras, no como lectoras- nos ayudó a escribir sin prejuicios, a probar o discutir todo aquello que se nos iba ocurriendo y hasta a investigar y diseccionar, por decirlo de algún modo, narrativas que de por sí ya nos interesaban: desde las hermanas Bronte hasta Lorrie Moore.
-¿Cómo fue escrito?
-Como epígrafe del libro pusimos una frase de Marguerite Duras en la que dice que es imposible escribir de a dos. Es un poco en chiste pero también un poco en serio. Así que por cuestiones prácticas pero también para conservar la amistad y la armonía (somos mejores amigas, compartimos un blog, compartimos amigos, nos queremos), recurrimos a una decisión salomónica: nos dividimos los personajes. Los capítulos están narrados en primera persona, y de manera alternada, por Julia o por Bárbara. No son las mismas situaciones contadas desde puntos de vista diferentes, sino capítulos organizados según un tiempo sucesivo. A nivel escritura, si bien cada una escribió ?en soledad? de acuerdo a un esquema que diseñamos previamente entre las dos, también nos hicimos de superyó la una de la otra: nos íbamos leyendo, corrigiendo y sugiriendo cosas en eternas sesiones de chat e incluso durante un retiro intelecto-espiritual en Mar del Plata: en marzo de este año nos internamos varios días a escribir, como dos perfectas jubiladas.
-¿Cuánto hay de ustedes dos en los personajes? ¿quién es Julia y quién es Bárbara?
-Bastante. Sobretodo en cuanto a la forma de escritura de cada una. Cuando empezamos a delinear a cada uno de los personajes (que fue algo que hicimos entre las dos, al principio) nos dimos cuenta que naturalmente a Fernanda le convenía escribir a Bárbara y a Mercedes escribir a Julia. Como todo dúo de ficción ellas dos son muy distintas, casi antitéticas, tipo “la pareja despareja”, y esos contrastes nos servían para llevar a un extremo tendencias naturales de cada una de nosotras al escribir. No es que no haya anecdotario personal, lo hay, pero puede estar cruzado en los personajes, y hay también mucha anécdota robada, escuchada a amigas, a amigas de amigas, y así.
Julia es un personaje más reflexivo, más colgado, está en un momento de su vida en que ir hacia adelante es imposible, entonces va hacia atrás: recuerda, analiza, se hace preguntas, reproches. Esto tenía que ver con la escritura de Mercedes. Bárbara en cambio no puede parar de accionar, actúa más rápido de lo que piensa y sus pensamientos son tipo máximas que le sirven en lo práctico, esa forma le venía mejor a Fernanda.
-Qué opinan respecto a las relaciones de pareja en la generación que hoy tiene 30-40? qué diferencias encuentran frente a generaciones anteriores? nuestros hermanos de 40-50, nuestros padres, nuestros abuelos…
-Qué pregunta… Y, las cosas cambian todo el tiempo… desde los 60 y la pastilla anticonceptiva, hasta que la gente hoy se conoce por Facebook… las relaciones hombre-mujer van mutando. Obviamente, hay cosas positivas y negativas de esos cambios. Hoy casarse o tener una pareja estable con la que se convive no está tan naturalizado como hace veinte años atrás: uno a veces se pregunta si nuestros abuelos estuvieron juntos cuarenta años por amor o por mandato. Que ya no sea así está bueno porque cuando se toma la desición probablemente se haga desde un lugar de convencimiento mayor, ya que la presión social sobre eso no es tan demencial como en otras épocas.
La parte negativa (sobre la que ahondamos mucho en la novela) es que a veces de la experiencia del mundo de las relaciones, la fluidez de las personas, genera una sensación de que todo va y viene en el amor, y que es muy difícil concretar algo un poco más duradero, porque tanto hombres como mujeres tienen la idea de que tal vez haya algo mejor que está por venir. La soltería se volvió algo mucho más deseable: sus consumos, sus comodidades. Y si bien el amor sigue siendo el motor por el que una persona quiere estar con otra, y creemos en eso, en la novela planteamos que no es la solución a todo. No queríamos un cuento de hadas en donde el amor funciona como una poción mágica, como una meta salvadora.
Cuando dicen “las dos estamos más relacionadas con el periodismo o con el mundo de la poesía” ya dejan entrever que algo anda mal
La blogsfera ante otro exito rotundo (?).
Aparición con vida de Lola Copacabana!
Sí, al menos Loca C. estaba buena. Si no van a tomarse en seiro la escritura, al menos que haya un par de gambas que sustenten el producto.
uf, cuánta modernidad. yo les pago el taxi a las dos juntas.
Che, Fernanda Y Mercedes son excelentes poetas. No leí esta novela, pero los prejuiciosos de acá arriba me asquean.
Queda claro que la novela fue escrita por encargo: algo de lectura fácil para el verano, un texto descartable. El resultado fue un bodoque de 240 páginas (en tipografía 16). No entiendo porqué les piden más a estas chicas.
Ché, cuánta agresividad al dope. Hay gente que parece que estuviera agazapada esperando que alguien proponga a haga algo, para dársela con tutti.
La conozco a Mercedes, no mucho, pero es lo más.
Suerte chicas!
(pd: no me vengan a bardear a mi.)
C. Castagna, sólo estoy dando mi opinión sobre lo que me pareció el texto. No tengo el gusto de conocer a las “chicas”, pero la novela debería sostenerse por sí misma, no por la simpatía personal de quien la escribe.
Un saludo.
Definitivamente es un texto de verano.
pasaría todo el verano y todo el invierno leyendo novelas como esta. me identifiqué, me divertí. me gustó.
saludos!
Estoy viendo Canal A y de vez en cuando dicen algo que suena CHICLI. ¿Me pueden decir cómo se escribe?
Ah, yo oigo CHICLI, pero eso no significa que realmente suene así. Gracias.
Me sorprenden un poco los comentarios tan agresivos y criticones, no veo necesidad de ello. Hace un par de días cumplí años y me regalaron el libro, debo decir que hacia mucho no me reía tanto de estas situaciones que le suceden a Barbara y Julia, historias cotidianas, muy reales y contadas de una manera divertida.