Javier Sinay es un periodista joven y talentoso. Ganó el Estímulo de TEA en 2007 (se lo entregué yo). Entre otros medios, escribió para Rolling Stone, Sí de Clarín, Hombre, TXT y Gatopardo. Para este, su primer libro, se puso a escribir crónicas con historias de jóvenes víctimas y victimarios. Sale en diciembre por Tusquets.
Sinay explica: ” Son historias que ocurren en un mundo donde los adultos tienen poco peso y los pibes toman decisiones arriesgadas. En la mayoría de estas crónicas el homicidio fue un caso extremo, el peor de los desenlaces de una rutina juvenil. Por eso servía como una puerta de entrada al mundo que me interesaba retratar, el de jóvenes de entre 15 y 25 años. Estas historias tienen ese fin: se excusan en hechos policiales, pero buscan delinear la vida cotidiana de una generación. Y así deben leerse, como un retrato de época y no como un diario sobre la inseguridad. Nada más lejos.
Son seis historias. La primera es la del crimen de la discoteca, en el que un chico apuñaló a otro por celos. La víctima comenzaba una relación con la novia del atacante y todo terminó un sábado a la noche en medio de la pista de baile. Luego viajé -junto con Natalí Schejtman- a Carmen de Patagones, a donde traté de contar la tragedia escolar que conmocionó al país el 28 de septiembre de 2004, cuando un adolescente llevó una pistola a la escuela y abrió fuego contra todos sus compañeros, quitándole la vida a tres e hiriendo a cinco.
También está la historia de Andy, una chica que fue a la bailanta S?Combro y ?tocada de culo de una amiga y pelea mediante- terminó apuñalando a dos chicos. Uno de ellos murió. Andy se asustó y lo escribió en su diario íntimo, que la policía secuestró a los pocos días y tomó como prueba importante en su contra. Por otro lado, el crimen de la calesita tuvo mucha repercusión en La Plata, a donde ocurrió en el año 2002. Volví sobre esa historia porque la protagonizaron dos primos de 22 años, que habían mantenido una relación oculta durante un largo tiempo. El final de ese amor trajo un homicidio.
También viajé a Chascomús para investigar la muerte de Perico Ponce de León, un pibe carismático y popular que había cobrado una indemnización por un accidente que sufrió a los once años, cuando un tren lo atropelló. Perico no pudo disfrutar demasiado de su dinero, porque a poco tiempo de cobrarlo cayó en una trampa que le tendió un conocido.
El último caso es el del Hombre Araña de La Plata. En marzo de 2008 la ciudad estaba alterada: el Hombre Araña había trepado a los departamentos de entre cuatro y ocho chicas (nunca se confirmó la cifra exacta) para violarlas y robarles. Su último ataque salió mal: esa noche lo mataron. Cuando lo identificaron descubrieron que tenía solamente 16 años.
¡Suena bien! Lo voy a buscar, ¿ya está en las librerías? Copate con un adelanto, Leandro!
escuche por la rock and pop parte de la entrevista y me intereso cuando sale el libro y cuanto costará? editorial?, me parece interesante otra mirada.
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