18 August 2009

Una noche en el circo

por P.Z
I

El número de teléfono al que hay que llamar aparece en pantalla apenas unos segundos. Hay que estar atento para anotarlo. Después tenés que acordarte de llamar al día siguiente, pero también te tiene que sonreír la fortuna y esperar que del otro lado haya alguien dispuesto a atenderte. Tres o cuatro días de intentos y finalmente una chica anota nombre, apellido y dni y nos autoriza a ser parte del público.
Hay que llegar media hora antes. Siete y media, puntuales, entramos en Canal 7. En la recepción nos dicen que sigamos hasta el estudio 5, ?al fondo a la izquierda?. Recorremos un pasillo larguísimo y llegamos al estudio. Nadie nos espera, ni un cartelito ?ni una hojita escrita en birome?nos indica qué hacer. Un grupo de operadores se ríe a borbotones en la puerta del estudio. ?¿Quieren pasar??, invita uno. Nunca nos preguntan el nombre, ni mostramos el documento. Nada.
Del estudio, bastante amplio, sólo se utiliza la mitad: más o menos unos 50m2, pero no sé medir bien los espacios. Además la perspectiva es engañosa. El decorado está compuesto por una mesa para siete personas ?6 asientos de un lado, el restante enfrentándolos?, un sillón en ele, dos televisores flat, y dos pequeñísimas tribunas con espacio para 7 u 8 personas. Tres cámaras fijas y una más que se mueve con una grúa.
Nos sentamos estratégicamente en la tribuna que no enfocan las cámaras. Dos personas limpian el estudio, acomodan el escritorio principal, mullen los almohadones del sillón. Un parlante inunda el espacio con un sketch de Gasalla de la época que estaba en Canal 7 (es curioso, pienso, la última vez que vine a un programa de televisión fue hace veinte años para ver a Gasalla en este mismo canal). Los cameramen hacen que prueban los equipos, pero en realidad hacen pasar el tiempo. Faltan todavía 25 minutos para que comience el programa, tiempo suficiente como para ir al baño y conseguir un café de la máquina que está frente al estudio.

Diez minutos más tarde volvemos al estudio. El movimiento es más intenso, un hormigueo de asistentes ajustando cada detalle. Orlando Barone está sentado leyendo, Cabito Massa Alcántara manda sms ?o juega por celular?. Las copas se llenan, los papeles se acomodan con prolijidad, la Mac que va a usar María Julia Oliván está prendida y esperando. Volvemos a sentarnos en las gradas que no se filman, pero al rato nos mueven, dicen que ese lugar es para los reidores.
Muertos de vergüenza porque vamos a salir en la tele, nos empezamos a tentar de risa. Faltan menos de diez minutos y nosotros con un ataque de nervios. ¿Contagiados o contagiando? La ansiedad se palpa: una manifestación que interrumpe el tránsito a la altura de la Embajada de Estados Unidos complica la llegada de María Julia Oliván y de Luciano Galende. Alguien dice que el invitado del día, Alejandro Apo, tampoco llegó al canal. Reprimo el grito de ?¡Tengo miedo, nene!?
Sandra Russo llega y se pone a hablar con Barone. Entra Carla Chudnozky ?nota aparte: está bastante fuerte?. Faltan cinco minutos entran juntos Apo y Galende, que en menos de tres segundos se acomoda el micrófono debajo de la camisa. El reloj se acelera. Alguien dice que María Julia está maquillándose. El programa va a arrancar sin la conductora.

Termina el programa anterior. Comienza 6 7 8.

II

Llegan los títulos y el primer informe. Es el miércoles siguiente a la resolución de la AFA de rescindir el contrato con la empresa TSC. En las pantallas Cherquis Vialo dice que tener que ?esperar hasta las 22 horas del domingo para ver los goles habrá sido un ingrato recuerdo?. Los seis panelistas miran los monitores. Oliván todavía no llega. Alguien grita a voz en cuello. El informe sigue con el programa de radio de Víctor Hugo Morales que, exultante, había abierto la mañana con Serrat: ?Hoy puede ser un gran día? cantaba el catalán. Apo levanta las manos como en un saludo peronista hacia Víctor Hugo. Alguien aturde con una falsa carcajada. En pantalla aparece Martín Souto ¿defendiendo? la postura de la AFA y pegadito, la pregunta capciosa que un defensor del régimen de Clarín/TyC hizo durante la conferencia de prensa de Cherquis Vialo. La rueda da un giro completo y vuelve a empezar: otra vez Víctor Hugo explicando la razón de tanta alegría. Ahora son dos los que gritan.

María Julia Oliván entra corriendo. Se tropieza y termina en el suelo, luchando con unos zapatos de tacos. Nadie se ríe excepto ella. ¿Por qué usa esos zapatos si sólo se la ve sentada detrás de un escritorio? Nos saluda a los cinco ?cinco? de la tribunita, se sienta todavía masajeándose la rodilla derecha. Un productor grita ?¡Venimos!?. El informe termina con el 3-2 a Rusia: ?la alegría se le transmitió a la Selección? (¡Bullshit!). Una asistente le ayuda a Oliván a acomodarse el micrófono. La cámara le apunta y ella abre el show con una sonrisa.

En el monitor vemos que nuestras cabezas no entran en el cuadro. Soy un saco verde y una camisa justo detrás de Oliván: del cuello para arriba, nada. Igual estuve firme la hora entera, tenía miedo de estornudar, de toser, de rascarme.
No es fácil escuchar a los panelistas: no se los amplifica. Alguien habla por handy en la parte no utilizada del estudio. Siguen los gritos, especialmente ante cada bocadillo de Cabito. Busco de dónde sale tanta euforia. Veo un micrófono que cuelga del techo y entiendo: son los famosos reidores. Un trabajo para esquizofrénicos. Todo al tiempo al mango, muy arriba, atentos al momento preciso para explotar. Los reidores no se ríen: gritan, aplauden, hacen comentarios grotescos. Pero no se ríen.

Una pregunta de María Julia y Apo responde cualquier cosa. Pasó por una frutería antes de llegar, por eso llegó con el tiempo justo. Si estuviera en casa podría quejarme, pero acá estoy durito. ¿Para qué recurrir a un argumento falaz para atacar lo que de por sí es indefendible?
En algún momento una mujer se sentó en la parte que no se usa del estudio. Está sola ante un micrófono. Sigue el programa desde una tele chiquita que tiene a menos de un metro. Otra vez con el fútbol: un nuevo informe que siguen con atención. Todos excepto María Julia, que navega por internet en las páginas de los diarios mientras recibe indicaciones. ¡Volvemos en 20 segundos!, grita el productor. ¡Volvemos en 10!

El fútbol le da paso a la marcha atrás con el aumento del gas. Luciano Galende hace un cálculo muy confuso para decir que sólo una pequeña parte de la población ?y de mayor poder adquisitivo? iba a sufrir el incremento en las facturas. Pero que a pesar de eso el gobierno lo había cancelado. Un tercer informe muestra una encuesta de vecinos de Recoleta hablando del tema. Un hombre decía que habría que aumentar igual; una mujer incoherente acusaba al gobierno de no entender nada (?El primer aumento que hicieron fue el del ABL?, ?Pero ese lo metió Macri?, ?Ah, yo a Macri lo adoro, por algo debe haber aumentado?), una tercera pedía aumentos escalonados, uno más decía que la factura de gas de la administración había pasado de 3.000 a 12.000 pesos mensuales (losa radiante, seguro).

Cuando vuelven al piso, la primera en hablar es Chudnosky, que destila prejuicios contra la gente de Recoleta. ¿Cuál es el sentido de estas notas? ¿Reírnos de la gente bián? Yo vivo en Recoleta:  ¿me excluye de discutir temas que afectan mi poder adquisitivo? Canal 7 está ubicado en uno de los barrios más exclusivos de la Capital Federal. ¿Es un canal de ricos? En casa ya estaría puteando a la tele, pero sigo mudo. Me remuevo en mi lugar. Pero poquito.

Recreíto con Bilardo y la salida a una tanda. Avisan que probablemente el programa se interrumpa por un flash informativo.
El tema siguiente es el desalojo de un centro cultural en Almagro. El informe ?desgarrador? muestra a una mujer pidiéndole a un policía muy joven que abandone la fuerza ahora que está a tiempo, antes de que lo compren con la caja de la prostitución y la droga.  En medio del debate posterior al informe, en una frase esclarecedora de Sandra Russo ?qué periodista excepcional que es Sandra Russo?, el productor le hace señas a María Julia Oliván para cortar la charla y dar paso al Flash.

La jueza lee la sentencia a prisión perpetua para el General Riveros por la muerte de Floreal Avellaneda. Russo es la única pegada a la tele, el resto de los panelistas hablan distendidos entre ellos aparentemente sin prestar atención. Oliván sigue la noticia desde la Mac. Pasan unos cuantos minutos, Galende y Chudnosky se levantan de sus sillas y pasean por el estudio. Ella les roba unos caramelos a los reidores cuando avisan que ?¡volvemos!?. ?No me dejan comer ?se queja?. ¡Antisemitas!?

El productor se acerca al nutrido público y nos agradece que hayamos venido. Parece que el programa llega hasta ahí. La extensión del flash con la lectura de la sentencia deja al programa con un único último minuto de aire. No va la PNT, avisan. La mujer que estaba en la parte vacía del estudio se desborda ?¡Ahora lo dicen! ¡Por qué no lo pusieron después de Bilardo!?. ¡Era locutora!
?Yo quiero decir algo sobre lo de Avellaneda?, insiste por tercera vez Oliván. Russo la secunda. Como están por retomar, cierran el audio del noticiero: no se puede saber qué está diciendo Cecilia Laratro en el noticiero. Un cameraman le pide al director que les diera ?un poquito de aire? y levanta la mano por sobre la cabeza como sacándose el sombrero. No hay respuesta. Vuelven al piso. Oliván y Russo se salen con la suya, editorializan la sentencia: nunca sabremos si dijeron lo mismo que Cecilia Laratro. Llega la despedida y el saludo hasta mañana.

El estudio se empieza a vaciar, María Julia se saca los zapatos ?petisa, me hace acordar a la canción de Bersuit?. Nos vamos. Algunas parejas van al cine. Nosotros fuimos a la televisión: fuimos al circo.

Leer Más
This entry was posted in TV on by .

About Lalo

Periodista. Fundador de eBlog y tercerclick, agencia de nuevos medios. Tres libros. Escribo en El Cronista y revista VIVA. about.me/lalozanoni

16 thoughts on “Una noche en el circo

  1. Caste

    ¿Y? Es uno (si no el único) programa periodístico con onda. Y sirve para balancear tanta merda del resto de los medios. O sea, para los que creemos que este gobierno (con todas sus cagadas, como las que tuvieron los anteriores u otras) es, por lejos, el mejor del 83 para acá, este programa es como nuestra isla: a las 20 apagás la tele o te ponés a ver una película por Volver… Ah, ¿y quién es P.Z., el autor de de esta crónica?. Salute

  2. Saturnino

    Lo que me maravilla de ese programa es Orlando Barone. Se pasó la década menemista haciendo echar gente de las redacciones por considerarlos “zurditos”. Limpió de “zurditos” la redacción de El Cronista y le levantó monumentos en vida a Menem. Y ahora -plop- está ahí, siendo más progre que el Che Guevara.

  3. Miguel

    Ni Tenembaum podría haber hecho una crónica más maniquea. Digna de Marcos “Ay patria mia” Aguinis.

  4. gustavo

    NO DA PARA MUCHO EL POSTEO, SOLO DECIR QUE EL VOCERO DE LA AFA, Y PERIODISTA DE LARGA DATA, (FIRMABA COMO “ROBINSON”, SUS NOTAS DE BOXEO EN LA REVISTA EL GRAFICO ) SE LLAMA ERNESTO CHERQUIS BIALO.

  5. Recoleta

    Hola, muy interesante la crónica sobre la asistencia al programa.

    Si uno va directamente entra? o hay que tener algún tipo de permiso?

    Saludos!

  6. juan

    “Ni Tenembaum podría haber hecho una crónica más maniquea. Digna de Marcos ?Ay patria mia? Aguinis.”
    como me jod e que me ganen de mano!

  7. PZ

    Asumo que la mirada me salió más crítica de lo que realmente quería. Es un error de mi parte. El programa me gusta porque me hace pensar. Supongo que las críticas que marco son propias del tipo al que le gusta el programa y resalta aquello que no se compra, qué sé yo.

    Apo estuvo muy bien, pero mandó una fruta increíble cuando habló del fútbol antes de TyC: que antes todos los partidos los transmitía canal 7. ¿Perdón? Fútbol de primera pasaba el resumen de uno o dos partidos y después los goles del resto. (Se acuerdan de todos los goles en canal 9,¿no iba a las 12 de la noche?)

    Igual, les recomiendo que vayan a un programa de tele, que vayan al circo: creo que es una experiencia imprescindible, por ejemplo, para el estudiante de periodismo.

  8. Salomon

    Esta crónica debería usarse en clases de periodismo para enseñar lo que no debe ser una crónica. Cuenta detalles que no tienen nada que ver con nada, está mal escrita y además se adivina una mala intención desde el principio. Extensa al cuete. ¿ Qué quiso decir? que fue a un pgm de tv ? No se entiende a que va la nota.
    Está bien que cada uno tenga su ideología pero esto es medio vergonzoso.

  9. lu

    Saturnino says:
    18/8/2009 at 5:10 pm
    Lo que me maravilla de ese programa es Orlando Barone. Se pasó la década menemista haciendo echar gente de las redacciones por considerarlos ?zurditos?. Limpió de ?zurditos? la redacción de El Cronista y le levantó monumentos en vida a Menem. Y ahora -plop- está ahí, siendo más progre que el Che Guevara.

    Terrible?? De donde saliste? te equivocas totalmente.
    MUy buen programa.Ojala hubiera mas asi.
    que pena q haya gente tan estupida q critique un progrma q le guste o no, opina de algo.
    Ojala hicieran mas criticas a tinelli, susana y esas porquerias q no hacen mas q idiotizar a los q lo miran

  10. fede

    Este programa no es progre, sino pobre de ideas. Progre son los políticos que hacen política sin repartir droga o chapas por los barrios carenciados… o los políticos que respetan una elección legislativa sin extraer documentos de identidad a gente de las comunidades originarias. Dan asco. 0 ideas de nada tienen esta gente. Recomendación, por más que también lo odio, compré el libro de Mahjul (no sé como se escribe)El dueño. Muy bueno.

  11. Blanca

    Me interesa, como ciudadano saber los sueldos que cobran los panelistas, ya que el productor utiliza lo mismos registros de TVR. La verdad que es un ídolo, cobra por dos programas para repetir lo mismo. Lo que varía son los “PERSONAJES” que utiliza como títeres

  12. horacio

    Me extraña que tipos (no periodistas) como Barone reivindiquen cosas de las cuales no habló durante la dictadura.? Donde estaba? en un termo.

    Por favor para hablar hay que tener antecedentes y no ser chupa medias, y menos en un canal que pagamos todos

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *