por Paula Alvarado
Este parece ser el año en el que el ?verde? al fin explotó en los medios y en el día a día de Latinoamérica, y las palabras ?eco?, ?responsabilidad social?, ?sustentable? y/o ?sostenible? están en todos lados. Los supermercados, diseñadores y empresas ofrecen bolsas reutilizables, todo el mundo te quiere dar un “tip” para que reduzcas tu huella de carbono, aparecieron al menos siete nuevos blogs sobre ecología y diseño sustentable en español, y hasta el ámbito gubernamental se está sumando a la movida (o al menos pareciera, de acuerdo a la ley sancionada por la presidenta para promover inversiones en energías renovables).
Además, la particularidad de llamar al nuevo movimiento ambiental como “verde” (green) en lugar de ?ecológico? (palabra que quedó cargada de contenido negativo por asociarse a lo hippie o a las organizaciones ambientales hardcore) hace que todos se carguen este término encima como si nada. No cualquiera es “ecológico”, pero “verde” es tan poco específico que cualquiera puede serlo por alguna razón u otra. Así es que el ‘verde’ es el nuevo negro (cuak!) y todos quieren subirse a la ola. Esto es positivo para los que trabajamos con el tema desde hace tiempo y también para la sociedad en general (si es que se transforma en una mayor consciencia ambiental). Aunque también puede ser un poco abrumador y despertar rechazo en grupos escépticos. Pero si estás cansado de escuchar ‘verde’ por todos lados, acá va una mala noticia: esto recién empieza. Muchos querrán convencerse de que este nuevo movimiento ambiental es una moda pasajera o incluso de que el tema del cambio climático es una gran mentira, pero hay varios factores que demuestran lo contrario. Algunos de ellos son el consenso internacional en temas como calentamiento global y agotamiento de recursos; la convicción en distintos sectores sobre la necesidad de cambios en la forma en que producimos, consumimos y vivimos; y el hecho de que el movimiento ambiental moderno no reniega del desarrollo, sino que aboga por formas más inteligentes de producir y consumir. Además, aunque parezca que el ?verde? ya llegó a ser masivo, las personas con real conciencia sobre lo que ello significa todavía son muy pocas. Conclusión: el pico de popularidad de los temas ambientales está lejos todavía, y todo parece indicar que esta vez no se trata sólo de una tendencia de mercado. El verde está aquí para quedarse, así que en lugar de pelear contra el, relajate y sumate al cambio.
*Paula Alvarado es periodista, ha seguido el desarrollo de temas ambientales en Latinoamérica desde 2005 para TreeHugger.com y desde 2009 participa en los proyectos TuVerde.com y Descubre el verde.
Me sume hace tiempo y espero que seamos cada vez mas!! Piensen bien que hace cada uno cotidianamente para ayudar al medioambiente y el futuro. Que no importe el “todos tiran papeles en la calle”, vos no lo hagas y eso, ya es importante.
Y si no es necesario, no usen bolsas de supermercado.
Blablabla… “Consenso internacional”. Se ve que no aprendimos nada de Galileo