El periodista Sebastián Fest entrevistó a Leonel Messi días antes de que Lio gane la Champions League con el Barcelona. “No sé si Argentina está olbigada a ganar el Mundial, sé que nosotros estamos olbigados a ganarlo”, dijo Messi, el crack del siglo XXI, el “superhéroe de carne y hueso de la generación PlayStation”. Así arranca la nota:

A los 9 años, él mismo se inyectaba hormonas por un problema de desarrollo muscular. A los 13, mediante un contrato firmado en una célebre servilleta, su destino se mudó a Barcelona. Allí, en los laboratorios del fútbol de máxima competencia mundial, La Pulga se convirtió en jugador, atleta y campeón. Y en el único jugador de la Selección Argentina que jamás jugó ni un minuto en un equipo local. Recién cuando el propio Maradona le dio la 10 celeste y blanca, el genio sin hinchada se convirtió en el gran ídolo generacional, aun cuando ya era el favorito de los videojuegos y había sido campeón juvenil y olímpico.
En un extenso y ambicioso perfil, el máximo icono joven argentino es reflejado al estilo Rolling Stone. Un fotógrafo lo retrató en su hábitat natural, allí donde se muestra tan feliz como en ningún lado: en la cancha. Durante dos jornadas completas lo siguió obsesivamente en un entrenamiento en Ezeiza y en los 90 minutos de un partido de eliminatorias.
Desde los bares de Barcelona a los pasillos del Monumental, una crónica minuciosa del representante de una nueva era: hablan, además, desde su fisioterapeuta al técnico que lo perfeccionó: Josep Guardiola. Analizando el fenómeno, escriben Juan Pablo Varsky y Norberto ?Ruso? Verea.

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