No hace todavía una semana que Jorge Lanata abandonó la dirección del diario Crítica y ya pulula por la TV publicitando su nuevo proyecto televisivo en Canal 26. En una escueta carta a los lectores publicada el domingo, confiesa con una suerte de orgullo ser una de las personas que más veces se ha despedido de los medios (!), habla de su próximo programa y se va en palabras acerca del dinero y otras cuestiones sin importancia. Pero no explica las verdaderas razones de su renuncia. Ni a sus lectores ni a la redacción de excelentes periodistas que él mismo convocó, hace apenas un año, bajo promesas que hoy parecen humor negro. Todos ellos creyeron en las expectativas que él generó. Y en eso Lanata es muy bueno. Es un gran formador de equipos y un motivador que logra convencer y seducir con sus propuestas. El ruidoso lanzamiento del diario incluyó un documental emitido por TV abierta donde Lanata era la estrella principal. Las cámaras lo seguían todo el tiempo hasta en su auto, como si se tratara de un reallity show. A diferencia de otros proyectos periodísticos, Lanata tuvo la suerte y el privilegio de posar en varias tapas de revistas y salir en muchos programas de radio y TV para difundir el lanzamiento de su diario.
Decía el periodista antes de la salida de Crítica:
?Vamos a hacer periodismo, algo que los demás no hacen?.
“No hay nada vivo ahora. Había que hacer algo vivo. Y por eso estoy acá”.
“Tenemos fondos para aguantar dos años a pérdida”.
“Este es mi último gran proyecto”
?Hoy casi no quedan periodistas?
La curiosa estrategia publicitaria del lanzamiento de Crítica (ideada por la agencia de advertainment Fire) se basó en diferenciar al producto del resto de los diarios. Sin mencionar cualidades y virtudes propias, se atacaba a los demás. Este es uno de los comerciales:
En octubre pasado Lanata aseguraba vender 40 mil ejemplares diarios (y 50 mil los domingos), aunque nunca aceptó ser auditado por el Instituto Verificador de Circulaciones (IVC) por considerarlo “influenciable” (?). Sin embargo, el día de su renuncia, Clarín.com informó que el diario no vendía más de 6 mil ejemplares. Supongamos que ese número es exagerado y Crítica vende el doble, 12 mil ejemplares. O 20 mil. Pero las ventas no parece ser el motivo principal de la renuncia del periodista. Hace pocos días, en un programa radial, Lanata reconoció “cortocircuitos” con Antonio Mata, el principal inversor.
No es casual que en su carta de despedida Lanata le haya dedicado una posdata a su enfrentamiento personal con Clarín de casi la misma cantidad de caracteres que la carta entera. Es decir, parece importarle mucho más sus rencillas con Clarín que explicarle a sus lectores y a sus ahora ex empleados las verdaderas razones de su abrupto portazo.
Ayer, en una asamblea, los periodistas del diario decidieron seguir con su trabajo y sacar el diario adelante. Ojalá así ocurra.
NAZANONI, YO A VOS TE ODIO, PERO LA VERDAD Q HOY ESCRIBISTE 2 NOTAS MUY BUENAS.
ESTE LANATA ES UN GORDO CHANTA, CUANDO EL NEGOCIO NO LE DA EL MERCENARIO SE CAGA EN TODOS LOS DEMAS.
Por la memoria!
Me parece el diario más piola (porque hay mucho disenso interno – se ve en las notas – y no todos tiran para el mismo lado).
Le faltó plannin’ web, una buena estrategia interactive.
Ojalá el diario siga saliendo durante mucho tiempo más, para que no se repita lo de la primera versión de Perfil.
Yo tenía una cuenta de Data54. Sí, soy un boludo.
Lanata habló de eso y más en el programa de Leuco.
Si interesa, este es el link http://latelequemiramos.blogspot.com/2009/04/el-placer-de-ver-lanata.html
^^
paso, me resulta insoportable el gordo Sanata
buen informe Zanoni, ojalá que a la gente que sigue en el diario les vaya bien. No es la mejor época para quedarse sin laburo.
La misma estrategia de hablar mal del resto de los diarios fue utilizada por el diario Perfil(cuando era un diario…ùnico caso en el mundo con mas ediciones digitales que impresas)…asì le fue. Què desperdicio los buenos periodistas que hay en Crìtica.
Todo mi apoyo al staff de Crítica -que no dudo van a seguir y a mejorar el diario- y de El Cronista por su paro masivo.
Dos ejemplos de que quedan pocos lugares serios para trabajar como periodista. Una pena.
Slds