“Siento que el oficio se está acabando”, dijo la periodista mexicana Alma Guillermoprieto en un más que interesante reportaje publicado en El País de Madrid el último domingo. Se pregunta Alma si el periodismo está vivo, habla del negocio de mantener la lucha contra el narcotráfico y la actitud de los medios frente al lavado de dinero. “Yo cada vez tengo menos tiempo para leer. Y además cada día me fascina más la nueva tecnología. Me paso horas en Internet ¡porque es fascinante!”, comenta.
“Una vez que tú puedes garantizarle la supervivencia económica a una periodista, puedes empezar a pedirle que arriesgue su supervivencia física”.
“No, no creo que Internet te convierta en un ser pasivo. Creo que viendo la televisión te conviertes en un ser totalmente pasivo”.
“Es raro un novelista que produzca una gran obra después de haber cumplido los 60 años. Escasea. ¿Por qué no ha de suceder lo mismo con nosotros, los periodistas?”
-¿Qué ha tenido que pasar para que una gran periodista latinoamericana, quizá la más importante del mundo de habla española, diga que somos unos dinosaurios?
-Lo que siempre pasa para que entre en extinción un oficio: una nueva tecnología que lo supera.
-¿Lo supera tanto como para dejarnos obsoletos?
-Sí. En cuanto no haya una reacción fundamental en contra de todo lo sea Internet, sí, sí la va a superar. Mira: yo me subo todos los días al sitio de The New York Times en Internet ¡y es una maravilla! ¿Qué soy yo? Soy una cronista que se ocupa de juntar palabras de manera que mis lectores tengan la sensación de haber estado en un lugar, de haber entendido algo importante y se hayan emocionado. Más o menos esa es mi ambición. Bueno, pues en una página del sitio del New York Times tienes la nota, tienes los links, y no necesariamente habrás pasado por un momento trascendental, pero en la misma hora o cuarenta minutos que le dedicas a un texto mío podrás haber elegido entre un menú multimedia muy seductor, muy inmediato, muy informativo, y a veces también muy conmovedor.
“Vamos a reportear siempre a los pobres porque ellos no tienen abogados, no nos van a montar una demanda por lo que digamos de ellos. Insisto en que deberíamos reportear a los ricos con la misma obstinación, pero no lo hacemos porque los ricos tienen poder”
Muy buena entrevista y plantea diferentes cuestiones merecedoras de un debate mucho más profundo. Saludos!
Lo que hace a un buen reportero, decía Ben Bradlee, es la energía.
Alma Guillermoprieto (reportera, mexicana, de 59 años) trabajó con él, y responde de las cabezas a los pies a esa exigencia…
eso tenes, eblog: energía.
;-)
los mexicanos son todos feos.
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Muy interesante. Está bueno cómo explica el día a día de un periodista de investigación, cómo tiene que ser, qué tiene que bancarse.
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