Hoy, 20 de diciembre, se recuerda uno de los días mas tristes en la historia contemporanea argentina. El presidente de entonces, Fernando De la Rúa, escapaba de la casa de gobierno en helicóptero y dejaba un país arruinado y 18 muertos abajo, en la Plaza de Mayo.
Las tapas de los diarios del viernes 21 son un fiel testimonio de lo que pasó. Jamás nadie imaginaba lo que vendría en los meses siguientes: violencia, cacerolazos, corralitos, devaluación, presidentes inclasificables, angustia social, verguenza, asambleas barriales, Kosteky, Santillán, Duhalde, que se vayan todos. El país dado vuelta.
A cuatro años, ¿Qué país tenemos? ¿Qué aprendimos?
Leer Más
nada. me parece que no aprendimos nada.
Mal, muy mal que les pese a muchos, los “presidentes inclasificables” que siguieron al vergonsozamente increible De la Ruina y su familia de aprendices de operadores de cabotaje, a fuerza de bancarse la que se venía, mientras muchos -toda la alianza, los radicales, los liberales y demás cobades- se colgaban del helicóptero de de la rúa, se hicieron cargo de la destrucción.
Contextualicemos, es facil leer por arriba. LO que había después de la huida eran despojos, la gente enfurecida, la legitimidad en cero, las puertas financieras internacionales cerradas bajo siete llaves. Lo más probable era que quien agarrara el hierro caliente de un gobierno despedazado, de urgencia, se quemara para toda la carrera. Y quien lo hiciera, lo sabía, imagino que no fue una decisión facil de tomar. Mal que les pese a muchos. Definitivamente los que desfilaron por la casa rosada en ese momento no fueron los mejores, los intelectuales más lucidos, los políticos más probos, ni siquiera eran rubios o radicales. Fueron los que pudieron ser, y mal que les pese a muchos, a cuatro años del desastre, no lo hicieron mal. A veces hay que sincerarse, a veces hay que dejar de lado los prejuicios de clase media alta de capital. Probablemente macri daba mejor el phisic du rol para el caso…. sólo que, como tantos otros, y como dice maradona “no esistió”.