Después de la experiencia con Jorge Búsico, fui por más y logré meter en la blogósfera a otro periodista Olivetti: Alfredo Leuco. Ya tiene su propio blog y se maravilla cuando le muestro lo fácil que es pegar un video de YouTube. “Faaaaa, loco… espectacular” dice con tonada cordobesa.
Va a usar el blog para publicar sus columnas diarias que hace en Radio Del Plata, pero le insistí para que, además, cuente anécdotas (tiene miles), muestre fotos (como la de abajo que me regaló para mi libro del Diego, donde se lo ve con algo de pelo en una gira por Japón), suba videos de sus programas y suba su enorme archivo. ¿Contará Leuco cuando Iván de Pineda le ganó la final en El imbatible de Susana Giménez?
JP Feinmann ya dijo que no le interesaba, pero… ¿quién será el próximo periodista con bloc?
Dedicado a un Periodesta de Arte Ernesto Schoo.
Siempre busque la oportunidad de manifestarle que es paradigma y mentor de actualización cultural del ciudadano.
En nuestra vida con su opinión, estudios e investigaciones nos motiva a atrevernos a ahondar , profundizar y sondear sin miedo sobre lo pasado , actual y nuevo del quehacer artístico.
Un Comentario suyo de un espectáculo a desfrutar es un cátedra previa mas de los esencial
Su ?José Bianco y su mirada sobre Graham Greene?, me conmovió, porque en el reviví lo que leí y me motiva releer como Usted dice en el caso de José Bianco quien por la validez de
su obra hoy es vigente para cualquier lector lucido y actualizado, permanece casi desconocidos.
Espero Usted que siga así, como con sus criticas de espectáculos y acontecimientos de esta nuestra ciudad la cual que si por algo se salva es por la cultura.
Gracias, que tenga salud y buen ánimo por mucho tiempo. Lo porque es necesario
Hector Claudio Palazzo
Olivo
A 1 año de la muerte de Nestor K se suman las emociones.
Cristina, de conductora sólida apoyada por su hombre a la soledad sin respaldo de la viudez , de la sociedad desunida en el peor momento por el conflicto del campo al festejo unanime del bicentenario, de las ultimas elecciones perdidas al 53% de los votos, del dolor de la represión a la condena perpetua de sus mas oscuros exponentes, del miedo a participar a una juventud volcada al trabajo social y la militancia, del trabajo diezmado a la recuperación paulatina de las fuentes laborales, de la vergüenza internacional a la valoración curiosa por nuestro proceso, de endeudados a liberados, etc etc.
Que ritmo vertiginoso nos depara el vivir!!
Escuche hoy decir algo hermoso que Nestor no murió sino que sembró!!
Algunos de estos puntos puede desconectarse de su accionar? Todos fueron blanco de su lucha.
Su ausencia se convirtió en la mas sublime de las presencias: el apoyo incondicional a su proyecto.
Cristina no duerme sola duerme abrazada a su pueblo.
Adri.
Como eres de los mejorer periodistas de argentina y habla hispana cuanto hagas tiene esa impronta aun en las los momentos endebles.
Por ello creo al excelente contenido del programa por Fm Identidad tiene la carencia del continente de un medio digno como lo ha sido otras épocas que abarcaba al país y zonas de fronteras.
Por ejemplo de Olivos yo te puedo solo escuchar por internet debido a las interferencias intolerable por FM.
Ya vendrán tiempos más dignos.
Por otra parte estoy atrapado por la lectura de ?Los Hombre del Juicio?
Debo decirte que este regalo de Silvia mi señora el mismo día que salió a la venta me ha hecho víctima de un síndrome que entre otros síntomas y signo, como son necesidad de recomendarlo, buscar en otras fuente, etc. debo retornar frecuentemente a pagina anteriores para verificar paralelismos, coincidencias o disidencias entre lo que relatan los entrevistados.
Además aun presintiendo cuanto trabajo significa, te propongo que hagas una nueva presentación en la Zona Norte del Gran Buenos Aires, pero en un ámbito que aunque no fuese una librería pudiésemos concurrir más personas y estar más o menos cómodos y dentro de lo posible con la presentación del inefable Alfredo Leudo.
Aquí en Olivos tenemos una librería y un librero ?de los de antes?, que si no tiene te consigue hasta un rollos del Mar Muerto.
Conocerla y en particular a su dueños un lujo que te recomiendo no te pierdas, esta a metros de Maipú. Quedara para siempre en tu ser.
Se trata de la ?librería del norte?, R. Sáenz Peña 1590 (1636) Olivos . 4794-5773.
Una vez más gracias y espero que tengas salud, animo y medios para seguir siendo en los diversos medios un formador de la moral y ética democrática
Un fuerte abrazo
Hector Claudio Palazzo
Esto es parte de un artículo de ?La Nación? deportiva del Miércoles 23/11/11
Los concretos reclamos y propuestas der presidente de Estudiantes de la Plata ARQ. ENRIQUE D. LOMBARDI merecen sean difundidas y que llegue a todo los argentinos de buena voluntad y que vivimos y procuramos con convicción que la civilización venza a la barbarie.
Violencia sin fin
Estudiantes pide ayuda a todos los clubes
Lombardi, el presidente del club Platense, dijo que la entidad, que no será sancionada, mantendrá su posición contra los violentos, pero que otras deberían hacer lo mismo; no dudan de que la agresión fue preparada
Estudiantes parece embarcarse en una cruzada y pide no quedar solo en esa batalla. Ésa es la sensación, según el análisis de los hechos de ayer, tras la suspensión del partido contra Banfield, motivada por las bombas de estruendo que cayeron muy cerca del arquero Cristian Lucchetti. El presidente del club platense, Enrique Lombardi, reclamó a “todos los clubes” que sigan el camino de su institución de no dar plata ni amparo a las barras bravas y pidió tácitamente terminar con la “sanata” (sic) de decir que la violencia está “instalada en el fútbol y es innata del hombre”. Además, en 90 Minutos de Fútbol , por Fox Sports, calificó de “excelente” la reacción de Juan Sebastián Verón y Gastón Fernández, por su actitud de enfrentar a los violentos durante el encuentro.
Todo indica que la agresión se debió a una protesta de la segunda línea de la barra por la aplicación del derecho de admisión de los jefes de la hinchada, de la facción denominada Los Leales. Como siempre en estos casos, desde los encargados de seguridad deslindaron su responsabilidad, tanto que durante una reunión ayer por la mañana, Rubén Pérez, el titular del Coprosede, le manifestó a Lombardi que el operativo en la cancha lo hace la policía de Quilmes. Además, argumentó que el Coprosede no es el que debe enviar a los agentes a la tribuna ni organizar el cacheo.
De ese cónclave también surgió que no habrá sanción alguna para Estudiantes por lo ocurrido. Esta decisión se corresponde con la necesidad del club platense de jugar con público (una versión indicaba que podía jugar a puertas cerradas), ya que los próximos serán los últimos partidos de Verón en el fútbol.
Lombardi aseguró que, según lo detectado por las cámaras de seguridad en el estadio ayer en Quilmes, los hinchas que tiraron las bombas de estruendo y que obligaron a la suspensión del partido frente a Banfield “no estaban incluidos en la nómina de derecho de admisión”, y deslizó que los que protagonizaron los desmanes serían incorporados a la lista.
Lombardi asumió recientemente la presidencia del club y continuó con la política de la dirigencia anterior encabezada por Rubén Filipas, que no le daba entradas de favor ni viajes a la barra. La actual dirigencia mantuvo a 226 miembros de la hinchada en la nómina con derecho de admisión, entre ellos los citados líderes de Los Leales.
“Somos responsables del club, no damos entradas de favor, no damos plata a la barra, pero con eso no alcanza. Todos los clubes debieran hacer eso. Además, las fuerzas de seguridad, la Justicia y los organismos políticos deben cumplir su parte. Ésta es una tarea de todos, no de unos pocos que estamos en absoluta desventaja”, expresó Lombardi.
Por su parte, Juan Sebastián Verón, en diálogo con Fox Sports Del Plata , insistió en que “estaba todo armado” y nuevamente apuntó al operativo de seguridad: “Lo raro es que la policía diga que no puede dar seguridad. Si ellos no pueden, ¿entonces quién?”. Respecto de la posición de Lombardi, Verón comentó: “El club debería estar acompañado por la seguridad; si no, no tendrá fin. Esta batalla se puede ganar si hay determinación para hacerlo”.
El jugador ratificó que su despedida al final del torneo no varía. Martín Ordoqui, el prosecretario de la entidad, expresó al respecto: “Verón se retira en el partido contra Unión de Santa Fe, en la última fecha del torneo. Uno no imagina ese partido sin hinchas locales. Por eso estamos haciendo las gestiones para que no se nos sancione”.
Hector Claudio Palazzo
La culpa la tubo el otro
De Cualquier diccionario se puede obtener el significado de chivo expiatorio
El chivo es el macho joven de la cabra, mientras que «expiar» se entiende como la acción de purificarse de las culpas por medio de algún sacrificio.
La expresión proviene de un ritual del antiguo pueblo de Israel para el cual se elegían dos chivos. Mediante el azar se elegía uno como ofrenda a Yahveh, que era sacrificado por el sacerdote durante el rito; el otro era cargado con todas las culpas del pueblo judío, y entregado al demonio Azazel. Este último, conocido como chivo expiatorio, era abandonado en mitad del desierto, acompañado de insultos y pedradas.
En la actualidad se utiliza la expresión para denominar a aquél que ha pagado las culpas de la gran mayoría, librando a estos de represalias, o al que se le atribuye este papel por razones ulteriores en el discurso político o social.
Hay un monologo del inevitable Tato Bores que data del 12 de julio de 2007
Lo Titulo como la antológica película de 1950 de Luis Sandrini ??La culpa la tubo el otro, por Tato Bores
Luego de las ostensibles rememoraciones de la renuncia a la presidencia del honesto y ético Doctor Fernando de la Rúa exorbitantes Excesivo, fuera de la medida normal.
Con un despliegue comunicacional que según se podo ver y escuchar por TV pasaba del duelo cívico la mas florida demostración del manejo de medios de comunicación de alta generación y costo que exacerbaban, ostentaban, desnaturalizaban lo hechos dramáticos y sangrientos
La culpa de todo la tiene el ministro de Economía, dijo uno. ¡No señor! dijo el ministro de Economía mientras buscaba un mango debajo del zócalo. La culpa de todo la tienen los evasores.
¡Mentiras! dijeron los evasores mientras cobraban el 50 por ciento en negro y el otro 50 por ciento también en negro. La culpa de todo la tienen los que nos quieren matar con tanto impuesto.
¡Falso! dijeron los de la DGI mientras preparaban un nuevo impuesto al estornudo. La culpa de todo la tiene la patria contratista; ellos se llevaron toda la guita.
¡Pero, por favor?! dijo un empresario de la patria contratista mientras cobraba peaje a la entrada de las escuelas públicas. La culpa de todo la tienen los de la patria financiera.
¡Calumnias! dijo un banquero mientras depositaba a su madre a siete días. La culpa de todo la tienen los corruptos que no tienen moral.
¡Se equivoca! dijo un corrupto mientras vendía a cien dólares un libro que se llamaba ?Haga su propio curro? pero que, en realidad, sólo contenía páginas en blanco. La culpa de todo la tiene la burocracia que hace aumentar el gasto público.
¡No es cierto! dijo un empleado público mientas con una mano se rascaba el Ombligo y con la otra el trasero. La culpa de todo la tienen los políticos que prometen una cosa para nosotros y hacen otra para ellos.
¡Eso es pura maldad! dijo un diputado mientras preguntaba dónde quedaba el edificio del Congreso. La culpa de todo la tienen los dueños de la tierra que no nos dejaron nada.
¡Patrañas! dijo un terrateniente mientras contaba hectáreas, vacas, ovejas, peones y recordaba antiguos viajes a Francia y añoraba el placer de tirar manteca al techo. La culpa de todo la tienen los comunistas.
¡Perversos! dijeron los del politburó local mientras bajaban línea para elaborar el duelo. La culpa de todo la tiene la guerrilla trotskista.
¡Verso! dijo un guerrillero mientras armaba un coche-bomba para salvar a la humanidad. La culpa de todo la tienen los fascistas.
¡Malvados! dijo un fascista mientras quemaba una parva de libros juntamente con el librero. La culpa de todo la tienen los judíos.
¡Racistas! dijo un sionista mientras miraba torcido a un coreano del Once. La culpa de todo la tienen los curas que siempre se meten en lo que no les importa.
¡Blasfemia! dijo un obispo mientras fabricaba ojos de agujas como para que pasaran diez camellos al trote. La culpa de todo la tienen los científicos que creen en el Big Bang y no en Dios.
¡Error! dijo un científico mientras diseñaba una bomba capaz de matar más gente en menos tiempo con menos ruido y mucho más barata. La culpa de todo la tienen los padres que no educan a sus hijos.
¡Infamia! dijo un padre mientras trataba de recordar cuántos hijos tenía exactamente. La culpa de todo la tienen los ladrones que no nos dejan vivir.
¡Me ofenden! dijo un ladrón mientras arrebataba una cadenita a una jubilada y, de paso, la tiraba debajo del tren. La culpa de todo la tienen los policías que tienen el gatillo fácil y la pizza abundante.
¡Minga! dijo un policía mientras primero tiraba y después preguntaba. La culpa de todo la tiene la Justicia que permite que los delincuentes entren por una puerta y salgan por la otra.
¡Desacato! dijo un juez mientras cosía pacientemente un expediente de más de quinientas fojas que luego, a la noche, volvería a descoser. La culpa de todo la tienen los militares que siempre se creyeron los dueños de la verdad y los salvadores de la patria.
¡Negativo! dijo un coronel mientras ordenaba a su asistente que fuera preparando buen tiempo para el fin de semana. La culpa de todo la tienen los jóvenes de pelo largo.
¡Ustedes están del coco! dijo un joven mientras pedía explicaciones de por qué para ingresar a la facultad había que saber leer y escribir. La culpa de todo la tienen los ancianos por dejarnos el país que nos dejaron.
¡Embusteros! dijo un señor mayor mientras pregonaba que para volver a las viejas buenas épocas nada mejor que una buena guerra mundial. La culpa de todo la tienen los periodistas porque junto con la noticia aprovechan para contrabandear ideas y negocios propios.
¡Censura! dijo un periodista mientras, con los dedos cruzados, rezaba por la violación y el asesinato nuestro de cada día. La culpa de todo la tiene el imperialismo Yankee.
That´s not true! (¡Eso no es cierto!) dijo un imperialista mientras cargaba en su barco un trozo de territorio con su subsuelo, su espacio aéreo y su gente incluida. The ones to blame are the sepoy, that allowed us to take even the cat (la culpa la tienen los cipayos que nos permitieron llevarnos hasta el gato).
¡Infundios! dijo un cipayo mientras marcaba en un plano las provincias más rentables. La culpa de todo la tiene Magoya.
¡Ridículo! dijo Magoya acostumbrado a estas situaciones. La culpa de todo la tiene Montoto.
¡Cobardes! dijo Montoto que de esto también sabía un montón. La culpa de todo la tiene la gente como vos por escribir boludeces.
¡Paren la mano! dije yo mientras me protegía detrás de un buzón. Yo sé quién tiene la culpa de todo. La culpa de todo la tiene El Otro.
¡El Otro siempre tiene la culpa!
¡Eso, eso! exclamaron todos a coro. El señor tiene razón: la culpa de todo la tiene El Otro.
Dicho lo cual, después de gritar un rato, romper algunas vidrieras y/o pagar alguna solicitada, y/o concurrir a algún programa de opinión en televisión (de acuerdo con cada estilo), nos marchamos a nuestras casas por ser ya la hora de cenar y porque el culpable ya había sido descubierto. Mientras nos íbamos no podíamos dejar de pensar: ¡Qué flor de Hijo de put? que resultó ser El Otro
Todo lo suscripto tiene que ver con alguien que es un icono del periodismo democrático. El gran cordobés Alfredo Leuco. Quien para mi es referencial para comprender nuestra realidad socio política
Pero aquí viene la critica honorable (de honor), y los escándalos
Por momentos olvido las causas del fracaso de ese año y pico ex presidente.
El y la gran mayoría periodística con un incremento según la cercanía del poder K
El gobierno de 10 años anteriores de Menen de entrega a la banca mundial, regalías, robos para la corona y familia, deterioro, desaparición del federalismo, fraudes, peculado, gastos despampanantes, desocupación, cierre de industrias de todo tipo, bochornos diplomáticos, deterioro de índices bien claros de salud, educación, ingreso de la droga a gran escala y custodiada por instituciones del mismo estado, gastos monárquicos, construcciones absurdas.
Dolorosísima y permisiva inactividad legislativa y la corrupción judicial.
Aun están los escaparates de las causas pero Menen en el Senado
¡El Otro siempre tiene la culpa!
Gracias a los inmortales Tato Bores y Luis Sandrini
Héctor Claudio Palazzo
Olivos
22/12/11
Es tal el desprecio por la libertad de expresión de quienes nos gobiernan y su autoritario entorno que estas reflexiones de la Dra. Gudici creó son más que oportunas.
Te recomiendo su lectura
Héctor
El desprecio hacia la prensa
Por
Silvana Giudici
El presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, visitó nuestro país el 9 del mes actual y mantuvo una reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la residencia de Olivos durante 45 minutos.
Luego del encuentro, y ante el requerimiento periodístico, el vocero presidencial se limitó a contestar: “Se reunieron para tratar cosas normales entre presidentes”.
Que la sorpresiva visita del presidente uruguayo, enmarcada en un contexto de conflictividad internacional debido a las restricciones impuestas por nuestro país al comercio exterior, se intente minimizar como una visita rutinaria es parte de la estrategia de negación de los problemas a la que el gobierno nacional nos tiene acostumbrados desde hace nueve años.
Pero la respuesta del vocero Alfredo Scocimarro se vuelve un estilete más clavado en la sangrante herida que la gestión de Cristina Fernández de Kirchner le inflige, cada vez que puede, al derecho de acceso a la información pública de todos los ciudadanos.
Los actos de los presidentes siempre son de interés público y sus decisiones, inherentes a los ciudadanos.
La respuesta del vocero oficial altera ese principio para ajustarse a la estrategia comunicacional del “relato oficial” benevolente construido para justificar los excesos del poder y las arbitrariedades del “modelo”.
La convocatoria a una “conferencia de prensa” -sin admisión de preguntas- en la soledad del senado el Jueves Santo demuestra que la crisis política que atraviesa el Gobierno es más fuerte de lo que se advierte
La explicación sobre la visita del presidente Mujica llegó en medio del silencio presidencial sobre la situación judicial del vicepresidente, Amado Boudou, por el caso Ciccone, extendiendo el manto protector del hermetismo presidencial como un velo de complacencia o complicidad. ¿Cómo podría explicar el vocero los hechos de los que fuimos testigos millones de argentinos durante la Semana Santa de 2012?
La convocatoria a una “conferencia de prensa” -sin admisión de preguntas- en la soledad del senado el Jueves Santo demuestra que la crisis política que atraviesa el Gobierno es más fuerte de lo que se advierte, pero también expresa el desprecio que desde el poder se tiene por la verdad y el derecho a saber de todos los ciudadanos.
La imposibilidad de formular preguntas acabó abruptamente con el insólito paso de comedia que desplegó el vicepresidente para acusar a otros y desligar su responsabilidad en infinidad de acusaciones y denuncias de confabulaciones en su contra. También terminó con el respeto por la libertad de expresión, la libertad de prensa y la valoración de la labor de los periodistas como pilar del sistema democrático.
En un país donde el ataque a medios y periodistas es moneda frecuente, muchos no se horrorizaron al escuchar las acusaciones del vicepresidente a los periodistas. Esbirros, esclavos, empleados de mafiosos fueron palabras repetidas en la letanía de su exposición.
Esos adjetivos ofenden a sus destinatarios, pero mucho más ofende a la sociedad la actitud de un gobierno que naturaliza el ataque a los periodistas, coarta la libertad de prensa promoviendo normas en contra de los principios constitucionales, no brinda conferencias de prensa ni acepta preguntas y, con todo esmero, obstruye la sanción de leyes fundamentales como la de acceso a la información pública o la de regulación transparente de la publicidad oficial en el Congreso Nacional.
En un país donde el ataque a medios y periodistas es moneda frecuente, muchos no se horrorizaron al escuchar las acusaciones del vicepresidente a los periodistas
La defensa de la libertad de expresión no es un debate ajeno ni un conflicto de intereses entre un gobierno y determinados medios, sino un derecho de cada uno de los habitantes de nuestro país. Brindar información pública y, por sobre todas, las cosas rendir cuentas es obligación de los gobernantes.
Nadie está exento del ojo escrutador de la ciudadanía ni fuera del alcance de la Justicia en una democracia sana, y eso justamente es lo que hoy se pone en debate.
Ya señalaba el juez Black hace más de cuatro décadas en un fallo de la Corte Suprema norteamericana sobre la filtración de “los Papeles del Pentágono” y la guerra de Vietnam en The New York Times: “Sólo una prensa libre y sin cortapisas puede expresar eficazmente su decepción por la actuación del gobierno”.
Un periodista que se anime a expresar hoy en la Argentina algo que no sea adulación hacia el Gobierno se convierte en esbirro, esclavo o enemigo de la patria.
Ante esta formidable presión cabe preguntarse: ¿hasta cuándo resistirán los que se siguen animando?
Buenos Aires 20 / 04 / 2012
La autora ex diputada de la UCR preside la Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia)
Te escribo Alfredo, porque tengo una duda, si en el 2003 eras Kirchnerista y mas atràs la mano derecha de Gorriaran Merlo. ¿ Que fue lo que te hizo cambiar como para hacer de preservativo de Lanata y Magnetto ?
Transcribo este excelente análisis Brent J. Carbajal sobre la novela ?No habrá mas penas ni olvido? de Osvaldo Soriano.
Héctor Claudio Palazzo
NO HABRÁ MÁS PENAS NI OLVIDO DE OSVALDO SORIANOA
Brent J. Carbajal*
Department of Modern and Classical Languages Western Washington University* Bellingham, WA 98225-9057 U.S.A
Dirección para Correspondencia
——————————————————————————–
La Argentina de los años 70 sirve de escenario y trasfondo para una de las novelas más exitosas y políticamente directas de Osvaldo Soriano (1943-1997). Publicada en 1982, durante el exilio de Soriano, No habrá más penas ni olvido es la historia de una batalla sangrienta entre facciones peronistas. Más que nada, sin embargo, es el cuento alegórico de un pueblo argentino frustrado, harto de ser manipulado por los misteriosos mandamientos de un gobierno alejado tanto de la cotidianeidad de los ciudadanos como de los sueños del país. Mediante el uso de una narración y un diálogo sumamente gráfico y recursos asociados con el humor negro, Soriano logra una tragicomedia que apela a diversas emociones del lector y que señala la naturaleza humana del peligroso conflicto político en la Argentina.
Caracterizada por una trama bastante sencilla, el efecto emocional que produce No habrá más penas ni olvido resulta de la simple incredulidad de que algo tan horrible puede sobrevenir a alguien por una acusación falsa y una situación tan inocente. El hecho de que mueran tantos personajes de la novela sorprende al lector por la fácil y básica razón de que la matanza parece deberse a malentendidos, a un dogmatismo ciego y a una política malinterpretada. Una vez iniciada la novela, el lector rápidamente se entera que no hay cómo detener la violencia ni hay límites que la definan. Las imágenes que perduran, entonces, son de las acciones y reacciones de los agentes de dos peronismos que protagonizan un macabro ?tango? dotado de toda la emoción y tradición del baile nacional. Como explica Carlos Roberto Morán (1984) no es ninguna coincidencia que el título de la novela hubiera sido tomado del famoso tango de Carlos Gardel ?Mi Buenos Aires querido,? del que incluye los versos ?cuando yo te vuelva a ver/no habrá más penas ni olvido? (247). No es nada difícil imaginar la verosimilitud de estos versos en relación con los pensamientos de miles de argentinos, exiliados o no de su país. Además, el romanticismo que caracteriza el tango también describe la manera como Ignacio Fuentes, el protagonista, se aferra a su peronismo y a su manera de ver la realidad política de su país.
Como en muchos sentidos, esta novela es una alegoría de la Argentina de mediados de los 70, sirva aquí una breve reseña de cómo Osvaldo Soriano percibía la realidad política de la época. Interesadamente, muchos creen que la novela fue escrita durante el exilio, pero el autor ha recalcado muchas veces que sólo fue publicada durante su estancia en Europa y que fue escrita cuando todavía habitaba su país natal. Por esa razón, la inmediata visión política de Soriano influyó muy directamente en su texto. Como explica a Daniel García Molt en una entrevista de 1987
Escribí No habrá más penas ni olvido en el ?74.
Y la escribí acá, aunque muchos creen que fue durante el exilio. (?) Yo estaba muy sensibilizado por lo que ocurría en el país. (?) Todo esto, que tiene explicaciones políticas, a mí me parecía poéticamente siniestro. Y me pareció un material interesante para trabajar (?) (134).
En el prólogo a la primera edición publicada en España, Soriano explica la acción de su novela, situada durante el último gobierno de Juan Domingo Perón. Pero, mientras el enfrentamiento entre facciones peronistas sucedió, en realidad, en las grandes ciudades argentinas, Soriano hace que los sucesos de su novela tengan lugar en Colonia Vela, un pequeño pueblo de provincia, pueblo que aparece también en otras novelas suyas. En cuanto al trasfondo peronista, Soriano dice en el prólogo que el peronismo estaba dividido en dos facciones: la que veía a Perón como líder revolucionario de las masas y la que quería usar su vuelta al poder sobre las masas para impedir cualquier futura victoria de dichas masas (140). Según Soriano
Perón iniciaría una implacable depuración de elementos izquierdistas de su movimiento.
(?) Perón utilizó una curiosa estrategia de gobierno: descalificó como infiltrados a aquellos a quienes todo el país conocía como peronistas, (?) y bendijo como peronistas a muchos advenedizos que habían contribuido a su caída en 1955 (141).
Tal es la situación sociopolítica de No habrá más penas ni olvido: la lucha entre la izquierda y la derecha del peronismo. Ignacio Fuentes, el delegado municipal, y los que luchan con él representan a los peronistas de la primera hora y quienes los acusan de ser infiltrados son los peronistas derechistas. Como todo esto tiene lugar en un pueblo donde todos se conocen y donde todos están enterados de la opción política de su prójimo, la ironía de la batalla se subraya aun más. Claro que el horror de las muertes y de la tortura se nota probablemente más, pero lo absurdo de todo, el hecho de que algo así pase en un lugar así, deja una impresión muy fuerte también. Refiriéndose a este hecho, Carlos Roberto Morán dice que la novela
empieza con la boca abierta provocada por la carcajada y concluye con esa misma boca abierta que emite el grito causado por la angustia y el dolor. Cosas menores, leves, se transforman en cuestiones mayúsculas y aleves. Nada es sustantivo: basta con que los unos sospechen de los otros para que comience el ?diálogo? de las balas (247).
Los episodios violentos que constan en este ?tango? peronista forman la base del argumento de la novela. En fragmentos cómicos, horroríficos pasajes descriptivos, diálogos directos y acción a veces frenética, el tema principal se vislumbra: los argentinos están matando a los argentinos; ambos, iróni-camente, invocando el nombre de Perón. Los intérpretes de este trágico baile se aferran totalmente a su visión peronista (casi se podría decir ?romántica-mente? en el caso de Ignacio Fuentes y quienes lo defienden) pero, al final, parece ser sólo el componente nostálgico del tango, el concepto político idealista que sobrevive. La realidad peronista es contradictoria y resulta en tragedia.
La novela comienza con acusaciones políticas contra Ignacio Fuentes, el delegado municipal de Colonia Vela, y su asistente Mateo. Nunca se sabe exactamente por qué existen estas acusaciones ni quiénes las han promulgado, pero el ambiente descrito es uno de corrupción y de división política. Que Fuentes y su ?administración? sean acusados de infiltrados y marxistas-comunistas es irónico porque Fuentes y quienes lo rodean invocan el nombre de Perón varias veces durante el conflicto, jactándose de ser buenos peronistas. El responsable de ?limpiar? el gobierno municipal de elementos marxistas, el Secretario Suprino, también se considera peronista pero, obviamente, de otra índole. Así, rápidamente se configuran dos grupos de combatientes, el de Ignacio y el de Suprino. Aquél, un grupo de ?hombres medios,? cuenta con la ayuda de personajes cómicos como un borracho delincuente, un placero y otros ciudadanos. Éste, una pandilla de oficiales y soldados de otros lugares, goza de más armas, más hombres y más táctica guerrillera.
Lo que sucede, entonces, es una especie de golpe de estado. Fuentes y sus seguidores se encierran en el municipio y se defienden contra Suprino y sus partidarios, cuya misión es eliminar a los ?marxistas?. Se derrama mucha sangre durante la batalla y muchos de los protagonistas mueren o salen heridos. Como ya se ha mencionado, sin embargo, el horror de esta serie de eventos está salpicado de momentos cómicos. El lector casi tiene que reírse a pesar de la violencia cuando el piloto Cerviño, con su avioncito ?Torito,? ataca a Suprino y sus hombres con DDT y luego con estiércol. Un alto grado de humor, también, se realiza cuando miembros de los dos bandos gritan ?Perón o muerte? al atacar al enemigo.
Curiosamente, el ?tango peronista? del título que resume el enfrenta-miento armado entre dos facciones de un solo movimiento, se realiza a partir de bases o causas bien débiles: acusaciones falsas. En una conversación con el placero Moyano, Fuentes recalca la ridiculez de la acusación contra ellos
?Nos quieren echar.
?¿Por qué, don Ignacio?
? Dicen que no soy peronista.
?¿Que no es peronista? ?el placero se rió?; yo lo vi a usted a las piñas acá con Guzmán por defender a Perón (23)1
Un poco después, hablando con su esposa, Fuentes se compara con Perón, diciendo: ?Hay revolución, vieja. ¡Me hacen una revolución! ¡Como a Perón!? (25). En un anuncio dado por parlantes, sin embargo, se describe a Fuentes y Mateo como marxistas: ?¡Compañeros! ¡De pie en apoyo del secretario general del justicialismo, compañero Suprino! ¡Hagamos tronar el escarmiento contra la oligarquía marxista!? (25).
José Delgado Costa afirma este mismo punto cuando recalca el hecho de que en la novela ?verdaderamente no hay buenos y malos, de que el país está dentro de una ola de oportunismo y terror, dividido en bandos que olvidan la parte humana por la cual, supuestamente, luchan? (2002: 92). Es decir, que el horrible conflicto armado se debe a una división o crisis social cotidiana. El oportunismo político, intereses creados y alianzas partidistas han vencido a un pueblo que antes era un solo pueblo. Soriano subraya esto por situar su tragicomedia en un pueblo donde todos se conocen y donde, realmente, no hay lugar a dudas en cuanto a política. Por cierto, y tocante al asunto, Fuentes dice: ?¿Qué es eso de que Mateo es comunista? Cuando echaron a Perón, en el ?55, ya estaba en la municipalidad. Estuvo después, estuvo siempre. Nunca le pregunté si era comunista. Bolche es Gandolfo. De siempre fue, pero lo saben todos. Es el único en Colonia Vela. Tiene la ferretería y nadie lo jode? (22).
Otro ejemplo de identidades falsas y la facilidad con la cual los derechistas aceptan identificaciones, tal vez erróneas con tal que cumplan con sus metas, es cuando Suprino cree haber matado a Fuentes. La verdad es que está muerto el loco Peláez, pero Suprino dice: ?Para mí es Ignacio. (?) Salió a morir como un héroe el boludo? (77). La aceptación y uso de etiquetas, slogans y falsas identificaciones contribuye a la división peronista en la novela y resulta en la lucha casi fratricida que es No habrá más penas ni olvido.
En cuanto al humor que sirve de contrapunto al horror del conflicto armado, es interesante notar que, casi siempre, resulta del comportamiento de uno de los defensores de Ignacio Fuentes. Las cómicas maniobras del borracho Cerviño con su avioncito ?Torito,? la del no menos borracho Juan Ugarte y del oportunista Sargento García entretienen al lector mientras se horroriza ante la seria brutalidad del otro aspecto de la novela. Todo esto parece devenir de otro importante elemento: los adversarios y combatientes son vecinos, son argentinos medios con debilidades y vicios como cualquier hombre. El elemento humano, a pesar de lo que ha dicho Delgado-Costa más arriba, no se ha perdido aquí; lo humano es el elemento cómico y trágico, el aspecto del tango que expresa tanta emoción y tanto dolor.
No es necesario dar muchos ejemplos del elemento cómico de la novela (basta leer las primeras tres páginas para saber que Soriano cuenta con un tono humorístico), pero hay dos episodios que ejemplifican, muy bien, tanto la división en el peronismo como lo humildemente ?humano? de los llamados ?infiltrados.? En primer lugar, el reclutamiento emprendido por Fuentes para defender el municipio sirve de ejemplo. Cuando Fuentes llega al municipio después de haberse enterado de las acusaciones, se topa con dos agentes de policía. Para convencer al agente García que debe dejarle paso al municipio, le ofrece un ascenso de rango y un aumento. García acepta y lucha con Fuentes durante toda la campaña, pero por razones oportunistas; al final ha subido al rango de sargento. El orgullo y egoísmo humanos se notan en García y se manifiestan en episodios graciosos. Cuando el borracho Juan Ugarte entra en el municipio y trata a García de ?agente?, García le corrige inmediatamente diciendo: ?Cabo (?) ahora soy cabo? (34). Por su parte, Ugarte comenta este repentino ascenso y la apuntación es cómica: ?¡Qué te parió que subiste! Bueno ahora me voy ¡La vida por Perón!? (34). Fuentes ha contado con el egoísmo y con el oportunismo de su prójimo para que García se adhiera al bando, y ver cómo García corre el riesgo de morir para recibir dos asensos en un solo día es gracioso y llamativo de la naturaleza humana.
Las reacciones de Ignacio Fuentes y de sus hombres, cuando reciben comunicaciones del intendente del otro bando, constan como buena evidencia del humor que casi puntúa esta narrativa. El siguiente intercambio de mensajes sirve de ejemplo. El primer mensaje viene del intendente derechista, el segundo es la respuesta de Fuentes
Señor delegado. Está acusado de infiltrado y subversivo. Presente su renuncia y lo llevaremos ante el Tribunal del Partido. Perón o muerte.
(?) Váyase a la reputa que lo parió. Perón o muerte (49)
La jerga peronista y las palabrotas empleadas por Fuentes en contes-tación al muy formal mensaje del intendente reflejan lo que es para el lector algo muy humano: ironía y parodia. Para demostrar que los derechistas no son más peronistas que él, Fuentes se sirve de un lenguaje parco y simple y, claro, del slogan peronista.
Finalmente, después de las muertes de Ignacio, Mateo, Cerviño, Moyano, y otros, se encuentra un ejemplo más del humor irónico de la novela. Al presenciar la muerte de Cerviño (quien antes de fallarse les pide que le digan su historia a Perón) García y Ugarte comentan los cielos despejados y la belleza del día después de la larga noche de lluvia y de muerte. Lo irónico es que García describe el bonito día como ?un día peronista? (131) después de que el peronismo ha sido la causa de toda la violencia anterior. Otra vez se recalca la división entre el peronismo, ?el tango? si se quiere, desde ese punto de vista político. Interesantemente, como las palabras del título de la novela y las del tango de Gardel, se evoca cierto optimismo romántico en las últimas palabras de la novela. Muchos de los protagonistas han muerto, sí, pero no se van a olvidar a ellos y se espera un día mejor. En casi todas las novelas de Soriano hay algo de esperanza y optimismo y No habrá más penas ni olvido no es ninguna excepción. El último diálogo entre Ugarte y García recalca el optimismo que acompaña la memoria y señala el hecho de que si la historia de Fuentes y los suyos se registra, el porvenir no puede sino ser mejor. Lleno de orgullo ?patriótico?, García le explica a su compañero que después de ganar contra los derechistas (para que valgan las muertes de Fuentes y otros) van a traer a Perón a presenciar la victoria. Ugarte le acusa de ser loco. El diálogo sigue así
?¿Loco? Le vamos a mostrar cómo quedó el pueblo, le vamos a contar de Ignacio, de Mateo, de Cerviño, de todos los que dieron la vida por él.
(?)
? Cuando lo sepa se va a emocionar el viejo.
?Va a hablar desde el balcón del municipio y los milicos no van a saber dónde meterse del cagazo (131).
El lector sabe que Perón no va a venir para celebrar ninguna victoria ganada por ?el pueblo?, pero el optimismo humano, ese espíritu comunicado en las palabras del tango, se expresa claramente en el desenlace de la novela. En un comentario que hizo para una entrevista con Eduardo Montes Bradley, Félix Samoilovich dice:
Y la última frase, ese ?un día peronista,? cuando sale el sol y los han destrozado, muestra al mismo tiempo lo que tenía el peronismo de apuesta de gente simple, humilde y honesta, y la catástrofe que significó. Creo que hay que leer No habrá más penas ni olvido para saber lo que Soriano pensaba del peronismo. Ni en pro ni en contra, lo que él diferenciaba era el peronismo de arriba del de abajo. Eso lo tenía muy claro (2003: 146).
No habrá más penas ni olvido es, finalmente, una novela doble, exacta-mente como el peronismo está reflejado temáticamente y tanto como la natu-raleza bipartita del género de la tragicomedia y del humor negro. Los versos del famoso tango de Gardel sintetizan un acercamiento romántico a la política argentina y, a la misma vez, documentan el dolor y el sufrimiento que había que atravesar pero que no serán olvidados. La naturaleza doble y dividida del peronismo se enfatiza, pero la ironía y la gracia con las cuales Soriano relata su novela hacen que el aspecto humano y popular no se olvide y que se aclare, un poco más, un período crucial de la historia política de la Argentina.
Este enfoque de Enrique Valiente Noailles es sumamente conceptual respecto a los discursos del poder que no son ?de película?.
Héctor Claudio Palazzo
Domingo 01 de julio de 2012 | Publicado en edición impresa
La película peronista
Por Enrique Valiente Noailles | LA NACION
Después de una semana de contrapunto entre Cristina y Moyano, comienza a hacerse evidente que ambos comparten una característica que duele y que se nota en los discursos: están alejándose del apogeo de su poder. Moyano lo muestra en una plaza lejos de ser lo que pretendía y la Presidenta lo muestra en el deterioro de su imagen en las encuestas y el nerviosismo con el que toma todo lo que se le opone.
Los monólogos que ambos enarbolaron coinciden también en que son cada vez menos creíbles. El discurso de Moyano hace agua porque es meramente oportunista: salió a la luz cuando su pacto de negocios se terminó. En el otro caso, como dijo con precisión un sindicalista, a Cristina no le coincide el audio con el video. Efectivamente, mientras la película corre por un andarivel, el relato lo hace por otro. No son paralelos, sino cada vez más divergentes. Por eso cada vez es más difícil sostener el dogma. La eficacia del relato, aún para quienes adhieren ideológicamente a él, está entrando en una fase de despresurización. Se mantiene estático y repetitivo frente a una realidad que avanza a toda velocidad y se complejiza.
Por caso, tildar todo lo que se cruza de ser un intento desestabilizador, al mejor estilo de la 125, es la evidencia de que se usa un número restringido de categorías para comprender la realidad, y que en alguna hay que encasillar los acontecimientos. Así, las interpretaciones de lo que ocurre ganan cada vez más en artificialidad. Sin contar con que se denuncian males de los cuales se es la causa.
Por su lado, Moyano ha venido a ponerle subtítulos a la película. Su fuerza radica en la incorrección política con la que es capaz de decir las cosas, algunas directamente hacia la Presidenta. Pero también él es inverosímil. Hubo un pequeño pero revelador momento en su discurso, en el cual se preguntó a sí mismo, pícaramente, luego de haber citado varias veces a Perón, si alguno creería que él es peronista. La pregunta revela la situación de desdoblamiento de alguien que se mira de afuera mientras está actuando e intentando convencer al resto de que efectivamente lo es.
Todo este peronismo declamatorio es caricaturesco. Una cosa es ser peronista y otra utilizar al peronismo como un medio para los propios fines. Y cada uno reclama para sí el verdadero peronismo, como si interpretaran un palimpsesto de la Antigüedad, una verdad revelada.
Pero a la larga, Moyano le hizo un favor a Cristina: al reclamar sólo por el impuesto a las ganancias y la universalización de las asignaciones familiares, eclipsó los reclamos ante la inflación, inseguridad y otros temas más candentes. En ese punto, el camionero acalló también el audio frente al video. Sin embargo, la película se está complejizando y será cada vez más difícil ignorarla con subtitulados falsos o doblarla con el sonido de los propios deseos. De hecho, quienes creen escribir el guión y dirigirla se están convirtiendo imperceptiblemente en actores de una trama que cada vez menos gobiernan
Recomiendo observar que paso en los años 70.
Héctor
Obelisco
Visit Tango Buenos Aires
“El Obelisco”
El Obelisco El Obelisco de Buenos Aires es un moderno monumento obicado en el centro de Buenos Aires, Argentina.
El Obelisco fue construído en mayo de 1936 para conmemorar el 400º aniversario de la primera fundación de la ciudad. Está ubicado en el centro de la Plaza de la República, el lugar donde flameó por primera vez en Buenos Aires la bandera Argentina, en la intersección de las avenidas Nueve de Julio y Corrientes. Su altura total es de 67 meters (220 piés) y su área de base e sde 49 metros cuadrados (530 piés cuadrados). Fue diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch, y su contrucción tardó aproximadamente cuatro semanas.
El Obelisco es uno de los principales iconos de la ciudad, y un ludar de encuentro de varias actividades culturales (habitualmente esponsorizadas por el Gobierno de la Ciudad) y de otros eventos. Es también el lugar de reunión tradicional para los fanáticos del deporte para celebrar las victorias de los equipos favoritos, sobre todo de los equipos de fútbol nacional, resultando a menudo en unos eventos colorídos cubiertos por los equipos noticiosos. También fue usado por varios equipos acrobáticos para brindar sus espectáculos de equilibrio sobre cables situados a elevadas alturas.
A través de su historia, el Obelisco sufrió vandalismos, especialmente de grafitis orientados a insignias políticas. En 1980s, un grupo activista forzó la entrada y derramó pintura desde sus ventanas superiores, causando que el Gobierno de la Ciudad reaccionara y erigiera un cerco alrededor de su base. El hecho provocó varias controversias, pero eventualmente provó su efectividad en la reducción de los actos vandálicos.
Por algún tiempo, durante la década del ’70, durante el gobierno Peronista de Isabel Martínez de Perón, una señal giratoria en forma de anillo fue colgada alrededor del Obelisco, con la frase “El silencio es salud”. Si bién se alegó que estaba dirigida contra las motocicletas que creaban excesivo ruido, fue ampliamente interpretado como una órden dirigida a los Argentinos para frenar sus expresiones políticas.
Para conmemorar el 30º aniversario de la “La Noche de los Lápices”, el monumento fue convertido en un lápiz gigante.
El 1º de Noviembre de 2005 se anunció que se había terminado de llevar a cabo una completa restauración, financiada por la asociación de industrias de la pintura y de las restauraciones (Ceprara).
El monumento fue pintado con una capa de 90 micrones de pintura acrílica del tono “Piedra de París”, mucho más agradable que el color blanco usado previamente.
Las líneas A, B y C del Subterraneo de Buenos Aires tienen una estación cerca del Obelisco, y están conectadas por varios pasajes suterráneos con galerías comerciales.
José Míguez Bonino (Rosario, 5 de marzo de 1924) – 30 de Junio de 2012 fue un teólogo argentino.
Hijo de trabajadores inmigrantes, padre gallego y madre italiana, que ingresaron a la Iglesia Metodista, en la cual José Miguez participó activamente desde su juventud.1
Hizo sus estudios universitarios en Buenos Aires, en la Facultad Evangélica de Teología, entre 1943 y 1948, participó del trabajo eclesial en Bolivia y tras obtener la licenciatura ejerció el pastorado en Mendoza. Viajó a Estados Unidos, para estudiar una maestría en la Candler School of Theology, de Atlanta. Fue profesor de Teología dogmática, en Buenos Aires entre 1954 y 1958. Luego estudió en el Union Theological Seminary de Nueva York, donde obtuvo el doctorado en 1960, con una tesis acerca del ecumenismo.2 3
Fue nombrado Director de la entonces la Facultad Evangélica de Teología, en 1961 que al unirse con la Facultad Luterana de Teología formó lo que es ahora el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos ISEDET, en el cual se desempeñó como director de estudios de postgrado.1 3 Mientras tanto, fue también pastor titular yo pastor asociado de la Iglesia Metodista de Buenos Aires. Durante el Concilio Vaticano II fue el único observador protestante latinoamericano.2
Entre 1961 y 1977 hizo parte del Movimiento Ecuménico de Comisión de Fe y Doctrina del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y en entre 1975 y 1983 fue uno de los integrantes de la Presidencia del CMI. Fue también secretario ejecutivo de la Asociación Sudamericana de Instituciones Teológicas entre 1970 y 1976. En 1994, a pesar de no tener afiliación partidista, fue elegido a la Asamblea que realizó la reforma constitucional argentina de 1994, en la que participó especialmente en los temas sociales y de derechos humanos
Ciccone: otro manto de impunidad
La decisión de intervenir y expropiar la imprenta buscaría ocultar pruebas del escándalo que complica a Boudou
PESE a los intentos de la Presidenta y sus ministros de disfrazar de otra cosa la intervención y probable expropiación de la ex Ciccone Calcográfica, no caben dudas de que se trata de un intento desesperado para lograr impunidad en este sonado escándalo que compromete al vicepresidente, Amado Boudou, de quien se sospecha que utilizó su influencia para favorecer a un grupo empresario y que, mediante testaferros, hasta podría ser el verdadero dueño de la firma impresora.
Al mismo tiempo, con esta medida dispuesta por la Presidenta mediante un decreto, la intervención le permitirá al Gobierno proceder con absoluta tranquilidad al ocultamiento y a la destrucción de documentación obrante en Ciccone que pudiera comprometer aún más a Boudou. Aunque parezca mentira, se trata de una empresa de la cual aún se desconocen sus verdaderos dueños, pues la ex Ciccone fue adquirida por The Old Fund y nada se sabe sobre los genuinos propietarios de esta última firma.
Por lo tanto, como bien ha señalado la oposición, si se procediera a su expropiación -para lo cual el Gobierno ya envió un proyecto de ley al Congreso- no se sabría a quién habría que indemnizar, si fuera éste el caso.
En efecto, el vicepresidente, elegido para el cargo exclusivamente por Cristina Kirchner, ha visto cada vez más complicada su situación en la investigación de sus presuntos vínculos con el máximo ejecutivo de la ex Ciccone, Alejandro Vandenbroele. Por razones de mera contigüidad, las crecientes complicaciones de Boudou también enchastran a la Presidenta, que con su decreto ha ratificado que está dispuesta a todo con tal de acallar este escándalo en el que recientemente ha sido imputado Ricardo Echegaray, titular de la AFIP.
Recordemos que en abril, luego de una embestida del vicepresidente contra el entonces procurador general de la Nación, Esteban Righi, y contra el juez federal Daniel Rafecas, quien llevaba adelante la investigación, la Presidenta le aceptó la renuncia a Righi y el oficialismo nada hizo para evitar el apartamiento de Rafecas de la causa y la rápida salida de escena del fiscal Carlos Rívolo.
En esa línea se inscribe este último manotón de un gobierno que se ha especializado en diluir, demorar y trabar las investigaciones judiciales de los permanentes escándalos. A veces, actúa sobre la Justicia mediante magistrados abiertamente adictos, como Norberto Oyarbide, quien arrastra sin el menor apuro ni vergüenza la causa por el negociado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo con la construcción de viviendas sociales financiadas mediante fondos estatales.
Otras veces, cuando puede, procede a hacer desaparecer de un plumazo el área investigada, como hizo el mes pasado con la Administración de Programas Especiales (APE), una “caja” clave y también plagada de casos de corrupción dentro del Ministerio de Salud, que repartía millones de pesos a los gremios. Al mismo tiempo, se descabezó la Superintendencia de Servicios de Salud, donde se nombró a la ultrakirchnerista Liliana Beatriz Korenfeld.
Dos semanas atrás, y sin mencionar el escándalo, la Presidenta prácticamente anticipó el apoderamiento estatal de la ex Ciccone cuando, en el acto de presentación del nuevo billete de cien pesos con la figura de Eva Perón en vez de la de Roca, sostuvo que la fabricación del papel moneda debería estar en manos del Estado y no de privados. “Tenemos que seguir recuperando las capacidades del Estado en lo que es estrictamente competencia del Estado, indelegable e insustituible”, reclamó. Después de negarlo, el Gobierno admitió que había firmado un contrato con la ex Ciccone para la confección de billetes.
Ahora, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, ha quedado a cargo de la ex Ciccone, flanqueado por Katya Daura, presidenta de la Casa de Moneda. Ambos son estrechos colaboradores de Boudou. Lorenzino dijo que, debido a las deudas de la impresora con la AFIP, creen que “el Estado no tendrá que poner ni un peso” para la expropiación. Pero nada asegura que eso vaya a ser así. Lo más probable es que, como en el caso de Aerolíneas Argentinas, toda la sociedad deba pagar un mal negocio o, más triste aún, un negociado.
Lo cierto es que, con la firma de la Presidenta, se va cerrando el círculo que ahora sí permite afirmar, como lo hizo el presidente del bloque de diputados radicales, Ricardo Gil Lavedra, que “Ciccone es el Gobierno?
La Nación
ANTONIO ROBERTO FREIJE
Recopilación para que los jóvenes periodistas rememoren a un notable, en épocas donde los poderes suelen atentar a la libertad e independencia profesional.
Héctor Claudio Palazzo
[email protected]
A Antonio Roberto Freije
?Periodista de fuste; clarísimo pensador; persona comprometida sin reservas con la verdad; hombre íntegro; una de esas personas a las que se les pueden confiar las llaves de la casa de uno; poseedor de convicciones tan profundas como sus sentimientos y capaz, por unas y por otros, de enfrentarse al mundo; buceador de los repliegues de la mente humana y de las realidades sociales y políticas. Todas esas características de la personalidad de Antonio Roberto Freije, fallecido ayer a los 70 años en una clínica de nuestra ciudad, saltan de golpe en el recuerdo de las muchas horas que los periodistas más veteranos de la ciudad pasaron con quien, junto a virtudes que debemos calificar de heroicas, tenía también un particularísimo sentido del humor y una rapidez mental que lo destacaron entre todos durante su paso por las redacciones y por la vida.
Fue un autodidacta que llegó a atesorar una suma realmente grande de conocimientos y a forjarse un cúmulo de convicciones de las que nunca se apartó, no importaba que dificultades tuviera que enfrentar por ellas. Enamorado de las altas ideas, parecía como que las pequeñas luchas que configuran el programa de la subsistencia no le importaban más que para el valiente y a veces ácido análisis. Su militancia política no lo privó en absoluto de su empecinada independencia a veces trabajosamente ejercida, al tiempo que su integridad lo llevó siempre a ejercer celosamente su profesión con las miras puestas exclusivamente en la verdad, en el interés público, y en la calidad incluso formal del mensaje.
Fue parte del grupo que empinó la clase periodística a través del recordado diario ?La Mañana?, en el que se desempeñó desde 1958 hasta 1961, y donde fue prosecretario de redacción.
También fue durante años responsable de la edición del diario ?El Trabajo? en su etapa socialista; cuando ese diario comenzaba la apertura extra ideológica como órgano de prensa, se alejó del mismo no en desacuerdo con esa circunstancia sino buscando otros horizontes profesionales. En enero de 1964, tras ?un mes de prueba?, se incorporó a ?La Capital?, como cronista. En alguna oportunidad, envió una nota a las autoridades del diario pidiendo que no se hiciera sobre sus haberes cierto descuento sindical, esgrimiendo razones referidas a su no afiliación y a motivos ?que dicta mi conciencia y mi posición personal? y porque rechazaba sobre todo una imposición ?con carácter compulsivo?. En otra ocasión, el director del diario elevó a la intervención que en ese entonces conducía la empresa, el pedido de ascenso a redactor, para dos miembros del personal y también ?aunque no lo pidió?, para el cronista Antonio Freije que tenía hartos merecimientos. En nuestro diario, desdeñando posibilidades de acceso a cargos directivos, tuvo la delicada responsabilidad de editorialista en sus últimos años de servicio, hasta la jubilación.
Fueron proverbiales sus observaciones en toda polémica o conversación en que se plantearan los temas fundamentales de la vida y de la sociedad. Y por encima de las diferencias de ideas, era también proverbial su acendrado compañerismo y su sólido sentido de amistad.
Freije deja un nombre que sin duda crecerá ante sus ex compañeros y ante la sociedad marplatense.
Sus restos, velados en la sala de Luro 4034, serán inhumados en el Cementerio Parque hoy a las 11:30.?
* Despedida de ?La Capital? (Mar del Plata), publicada en la edición del 24 de julio de 1991 .
Recopilado
Héctor Claudio Palazzo
DESAGRAVIO A LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA plata
Ya lo tuvo el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Bolivia, Evo Morales. Ahora le toca el turno al ecuatoriano Rafael Correa .
La facultad de Periodismo de La Plata le entregará al mandatario el premio Rodolfo Walsh, en la categoría de Presidente Latinoamericano por la Comunicación Popular
Por este medio quiero rendir un profundo y sentido desagravio a fundadores, sabios, científicos, docentes, artistas o operarios de la Universidad Nacional de la Plata.
Considero que el usar los emblemas, sellos y títulos de esta señera casa de estudio a fin de condecorar a un dictador que atropella y atenta en forma procaz y violenta las libertades constitucionales de su país, muy particularmente la de expresión y prensa; avergüenza a quienes hemos con orgullo egresado desde que fue fundada en 1905 por el doctor Joaquín Víctor González y que contribuyo al conocimiento y erudición de la Argentina, América Latina. También acogió en sus claustros a notable del mundo alguno de más que notables.
Médico Egresado año 1972
Este articulo de Norma Morandini considero que es esencial para
entender donde y en que estamos viviendo en materia de Derechos Humanos.
Su lectura es algo más prolongada que lo común pero me conmovió.
Si te interesa compartiremos tu opinión.
Con inquietud pero esperanzado.
Héctor
Derechos humanos
Sábado 12 de enero de 2013 | Publicado en edición impresa
Asado en la ESMA
Los que bailan sobre nuestros muertos
La reunión de fin de año organizada por el Ministerio de Justicia en el centro clandestino de detención más emblemático de la dictadura desnuda la ignorancia que existe acerca de lo que ocurrió allí y el uso político de los derechos humanos
Por Norma Morandini | Para LA NACION
Comentá9
No quiero la ESMA, ni la renuncia de los funcionarios, ni siquiera un pedido de perdón. Han ido demasiado lejos, pasaron los límites de los que cuesta regresar. Profanaron. Pisotearon lo que es sagrado, la dignidad de lo humano. Por eso el problema no es de los que hemos honrado a nuestros desaparecidos sin hacer de sus sacrificios un oportunismo político , sino de los que pueden bailar sobre nuestros muertos.
Reducidos a fantasmas, vale para los desaparecidos la condición de muertos vivos, separados del mundo y por eso desconocidos. De modo que no se puede bailar sobre lo que no existe sin antes exorcizar esa monstruosidad que significó hacer desaparecer los cuerpos para negar el crimen, lo que nos obliga a los sobrevivientes a repetir sus nombres hasta nuestro último aliento. Quien sea incapaz de reconocer y respetar lo que significa ese calvario ha sido tragado, deformado por esa misma monstruosidad.
La ESMA fue mucho más que una cárcel clandestina. Fue el más tenebroso experimento de crueldad que unió a “los réprobos con sus demonios, al mártir con el que encendió la pira”, tal como describió Jorge Luis Borges en una crónica memorable escrita el día en que asistió al Juicio de las Juntas y escuchó el testimonio de uno de los sobrevivientes de la ESMA.
Yo estaba entre aquella centena de personas que, como el escritor, asistían incrédulos a lo que Borges luego narró: “Ocurrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos los presos a una sala donde no habían estado nunca. No sin algún asombro vieron una larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas de vino. Después llegaron los manjares (repito las palabras del huésped). Era la cena de Nochebuena. Habían sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el Señor de ese Infierno y les deseó Feliz Navidad. No era una burla, no era una manifestación de cinismo, no era un remordimiento. Era, como ya dije, una suerte de inocencia del mal. ¿Qué pensar de todo esto?”
La pregunta está aún sin responder y depende más de la filosofía y la teología que de la política y la historia. Si para Borges aquella noche el mal se vistió de inocencia, el asado en la ESMA organizado a fin de año por el ministro de Justicia, Julio Alak, carece precisamente de inocencia. No sólo desnuda la dureza de los corazones, sino una concepción de poder que cree que alcanza con una murga para llenar de vida lo que es un lugar tenebroso: la ESMA está poblada de los gritos de dolor de los torturados, de la inocencia, sí, de los que creyendo que los “trasladaban” en aviones terminaron con cemento en los pies en el fondo de los ríos, y del llanto de los bebes que nacieron en cautiverio con sus madres esposadas, con los ojos vendados.
De todo lo que escuché en el Juicio a las Juntas, lo que menos pude olvidar fue aquel mes de julio en el que se reconstruyó lo que sucedió en la ESMA. Las presas desaparecidas que eran sacadas a la noche para cenar, la “parrilla” en la que asaban los cadáveres, la complicidad de los dirigentes de Montoneros con la megalomanía del almirante Massera, que soñaba con ser el nuevo Perón de la Argentina, a la que ahora se nombra eufemísticamente como “obligados a esclavitud”. No se trata de hacer un juicio moral, ya que ninguno de nosotros puede imaginar siquiera qué hubiera hecho en ese lugar, sino de evitar una nueva falsificación.
No hay héroes en esta escabrosa historia, tan sólo víctimas. Y muchísimo dolor. Entre ellos, el de mi familia y el mío propio. Sin embargo, debí esperar mucho tiempo para mostrarlo sin que me eludieran. Cubrí el Juicio a las Juntas como periodista, pero como hermana de dos presos desaparecidos aproveché aquellos meses para mostrar a los sobrevivientes las fotografías de mis dos hermanos, Néstor y Cristina, presos desparecidos el 18 de septiembre de 1977 en Buenos Aires. En busca de alguna información sobre sus destinos. El primer indicio que tuvimos de que pudieron estar en la ESMA me lo dio una sobreviviente sin ninguna precisión. Mi madre está entre las fundadoras de la organización Familiares de presos y desaparecidos de Córdoba, mi hermana participó activamente junto con los organismos de derechos humanos cuando entrañaba riesgos, desprecio y pérdidas de trabajo. No fuimos ni somos una familia que eluda la verdad, por eso resulta cruel que nos hayamos enterado por el diario español El País de que Néstor y Cristina están en la lista de las víctimas por el actual juicio por los “vuelos” de la ESMA. Nunca nadie oficializó esta información. ¿Será porque no abandonamos la plaza de la ciudadanía para ingresar al palacio del poder y tenemos menos derecho a la verdad?
Si se quiere efectivamente hacer justicia y no hacer de los juicios una utilización política, la información es fundamental para aportar pruebas que deliberadamente se buscaron hacer desparecer . De modo que los festejos en la ESMA son una expresión más de lo que se ha profanado, la memoria. El que a alguien se le ocurra bailar en la ESMA, sin remordimientos, comer un choripán sin sentir náuseas, desnuda la ignorancia que tienen sobre lo que realmente ocurrió allí y el utilitarismo político que justifica con razones de necesidad lo que la verdad del corazón mal entiende.
Quien conozca, haya escuchado o leído las atrocidades y humillaciones que sucedieron en la ESMA no puede siquiera pasar por el frente del edificio de la Avenida del Libertador sin una conmoción. Yo no he ido ni quiero entrar en ese lugar siniestro. Allí no están nuestros muertos sino los fantasmas de los sufrimientos que les causaron. En la ESMA no están los presos desaparecidos que jamás volvieron. Están sí los fantasmas de lo que les hicieron, “la parrilla”, “los vuelos”, las delaciones, el sometimiento a “la esclavitud”. Allí está, también, todo lo que consentimos como sociedad por miedo o indiferencia. Nuestra tragedia y nuestra vergüenza. Todo lo que debemos exorcizar con antídotos democráticos para que sean todos los argentinos, no algunos, los que decidamos qué queremos levantar en ese lugar. Si una discoteca o un mausoleo.
Como lo único que es imperdonable es el crimen y para eso está la Justicia, le cabe a la política, que es una acción de la sociedad y se expresa a través de las instituciones, garantizar los derechos humanos, que son universales: el único remedio que encontraron las sociedades que, como las nuestras, debieron levantarse sobre los cadáveres. No con murgas ni festejos sino con piedad y respeto, esa emoción con la que hacemos propio los dolores ajenos, base y fundamento filosófico de una auténtica cultura de derechos humanos
En diciembre de este año se cumplirán treinta años del día que volvió la democracia, la unidad nacional y la convivencia pacífica entre los argentinos.
Este hecho histórico, paradójicamente, se coloca como contracara del actual Gobierno nacional obsesionado solamente con la idea de perpetuarse en el poder. La idea fija de la presidenta Cristina Fernández y su entorno puede resultar molesta en su imposición prepotente, pero la cuestión de fondo es otra: al pensar tanto en sí mismos, han dejado de pensar en la Argentina.
¿Cómo puede ser que un país maravilloso, que además creció en la última década con ingresos extraordinarios, tenga a casi un tercio de su población viviendo en la intemperie y la miseria?
Es incoherente e injusto que un país que produce alimentos para 411 millones de personas, tenga índices de desnutrición infantil vergonzantes; que teniendo el reservorio de agua dulce más grande del planeta, diez millones de argentinos carezcan de ese recurso básico. En la Argentina, que fue precursora en educación, 55% de los chicos no terminan la escuela secundaria, la calidad sigue empeorando, y 1.400.000 jóvenes no estudian ni trabajan; en el paraíso de recursos privilegiados, importamos combustible por diez mil millones de dólares.
Una Argentina mejor es posible. Debemos recuperar los valores: el valor de la educación, el valor de la cultura del trabajo, y el valor de la honestidad.
Debemos jerarquizar la tarea y formación docente, escolarizar desde la primera infancia, y ampliar el horario escolar para todos. Están los recursos, pero no hay sedición política. Debemos reunir ciencia y producción para industrializar en serio y así generar empleo. Claro que hay que volver a la cultura del esfuerzo para progresar. La ayuda social del Estado debe ser sólo una situación de tránsito, de lo contrario es clientelismo.
Con valores hay futuro: la educación y el trabajo son el único camino para el ascenso social, el progreso de las personas, y el desarrollo de los pueblos. La honestidad, la transparencia y la ejemplaridad son necesarias para que la sociedad pueda confiar en la política y en sus gobernantes.
Seamos la generación que inicia el camino definitivo para derrotar la ignorancia y la pobreza. Los valores, únicamente, nos permitirán construir una Argentina con rostro humano.
Recopilado Héctor Claudio Palazzo
En su novela biográfica La Matriz del Infierno , Marcos Aguinis relata que en una isla del
Delta comienza el adoctrinamiento de Rolf Keiper, un muchacho nacido en un medio con
carencias socioeconómicas, quien luego será una herramienta incondicional del régimen
nazi.
El notable autor hace evidente que la sociedad era incrédula y ajena al engendro que
desembocaría en el holocausto.
En La Nación del 24 de Febrero pasado, Gabriel Sued relata el funcionamiento de una
escuela ?para aprender a ser kirchnerista?
Allí la agrupación Movimiento Evita, parte de Unidos y Organizados, forma cuadros en
un proceso de ?cualificación, capacitación y ordenamiento? de fuerzas juveniles entre
15 y 30 años, quienes militarán en sus barrios
Este adoctrinamiento revolucionario culmina con la jura de lealtad a Cristina .
Queda el interrogante ¿ qué haremos los argentinos ante las gravísimas evidencias de
lo que se está gestando?
Héctor Palazzo
Pingback: Top News Stories Obama Desplego Su Lado Comico Y Apunto Contra Los Opositores Clarin Com | Top News Stories
Sr Alfredo:
Soy un simple ciudadano que trabaja todos los dias y muchas veces reniego contra el sistema de gobierno que debemos padecer .A uno le pueden preguntar que hace usted para mejorar el pais ,yo le contestaria desde mi humilde lugar mantener la vereda limpia ,pagar mis impuestos y cuentas en tiempo y orden…
Nosotros somos en parte participe del sistema y cuando queremos denunciar injusticias se nos hace muy dificil por todos los problemas que nos agobian.
Le quiero contar lo que pasa en los municipios del este de la provincia de Cordoba mas exacto el de Inrriville ,uno viene con el auto por la ruta con las luces prendidas al llegar al pueblo que tiene semaforos en los dos ingresos de la ruta (la ruta corta al pueblo),una ves adentro uno apaga las luces ya que visito a un cliente que esta sobre la calle principal que es ruta y tiene dos o tres lomo de burro ,zona urbana hay un inspector le labra un acta por luces apagadas que se la envian a dos o tres meses ,ahora bien la ley de transito nada dice sobre zonas urbanas de ir con luces encendidas, o sea no corresponde pero esto es meramente recaudatorio si de 10 multas le pagan 3 es un excito para la recaudacion fraudulenta ,pero lo mas interesante que en el facebook de el Gobernador De la sota le envie dos mail los cuales nunca respondio,que podemos esperar de nuestros dirijentes si a estas cosas que debemos correjir pequeñas estan ausentes ,por todo esto le escribo a usted por lo veo como una persona sana que quiere hacer de esta Argentina algo mejor…
Atte Claudio
He visitado ya varias paginas web, sin embargo, las publicaciones de esta pagina web son extraordinarias.
Marcado! me agrada mucho tu articulo es asombroso, tiene un monton de
informacion diversa y emocionante, gracias al que
haya escrito este post y asimismo el resto de la pagina web
es genial sin duda!.