Francis Cornejo y Diego Maradona en la época de Los Cebollitas
Hace 13 años entrevisté a Francisco Cornejo. Fue mi primer reportaje periodístico y, por supuesto, no tenía experiencia. La nota no era para ningún medio, sino para una pretenciosa idea: la biografía de Diego Maradona, que nueve años después terminaría siendo mi libro Vivir en los Medios. Me acuerdo que estrenaba el grabador -que todavía uso- y los nervios me superaban. Fui hasta el Parque Roca, en Villa Soldati, donde el descubridor de Maradona seleccionaba chicos para las infantiles de Argentinos Juniors en un descampado con canchitas sin pasto ni arcos. Eran las tres de la tarde de un día nublado y frío. A Francis lo había ubicado a través de la guía telefónica -muy efectiva, aún hoy- y me había atendido su madre, que en ese momento tenía 88 años. Vivían juntos. Era bajito, canoso y muy prolijo. Por momentos, en la entrevista, se emocionaba hasta las lágrimas recordando su gran obra: Los Cebollitas, aquel ya mítico equipo de Diego, que a principios de los ´70 ganaba todos los torneos que jugaba. Francis se enojaba con el olvido general, porque nunca nadie lo había reconocido como merecía y porque no le habían pedido permiso para usar el nombre para el programa infantil que en ese entonces iba por Telefé. Nunca cobró un peso por haber descubierto al mejor futbolista de la historia. “Soy pobre, pero jamás le pedí nada a nadie porque yo sólo tengo que agradecerle a Dios haber sido el primer entrenador de Diego”, me dijo.
Cornejo murió ayer a los 76 años. Lo que sigue son algunas partes de aquella entrevista, que por supuesto nunca olvidaré.
-¿Cómo llegó a sus manos Maradona?
-Bueno Diego llega de una forma inesperada porque siempre recalco que yo tenía la división prácticamente formada, la división categoría 60. Y estaba conforme con esa división porque había juntado unos buenos elementos. Un pibe que se llama Goyo Carrizo, que usted ya lo debe haber oído nombrar, un jugadorazo, el mejor que lo acompañó a Diego en toda su trayectoria de toda su vida. Yo le seguí todos los pasos a Diego y con ninguno hizo paredes como con él. Bailaban en la cancha. El pibe me dijo que en el barrio suyo había un amiguito que jugaba mejor que él. Pero ¿usted sabe cuantas veces le dicen a uno que tal o tal jugador es bueno? Pero como yo probaba siempre, le dije que lo traiga. Nunca dejé de probar. Pero no le creí… Goyo era una estrella. Él y Claudio Rodríguez eran terribles. Bueno, vienen y aparecen. Es el destino. Diego tenía 8 años, 8 años y medio. Y bueno, hago la practica y viene la sorpresa. No hacía falta ser muy inteligente para darse cuenta que este era un pibe distinto. Era tan distinto que con mi amigo Don José Trotta, dudamos que sea de la categoría 60. Pensábamos que era mayor. Las cosas que hacía Diego eran de otra categoría. Era muy superior. Nos impresionamos. Sabíamos, por la experiencia, que a veces vienen pibes chiquitos a probarse que resulta que tiene como tres años más. Eran enanos. Entonces nos dijimos: ?este debe ser un enano?. Te lo juro, creíamos que era un enano. Pero también pensábamos que si llegaba a ser cierto, me lo mandó Dios a éste. Le pregunté: ?¿ Trajiste los documentos, nene?? Y me dice: ?No, los tengo en mi casa?. Ahí nomás pensé: ?Chau, éste es un enano?. ?¿Estás seguro de que sos clase 60?, le pregunté; ?si, mi mamá tiene los papeles en mi casa?. Ahí comenzó la historia de Diego.
-¿Cómo se siente frente al título de ?descubridor? de Maradona?
-Yo me siento como el tipo que sacó la lotería. No me pongo en el logro personal, a mí me cayó del cielo. Si tuviera que destacar algo en mí al respecto en esta historia, sería que al ver un fenómeno como este, me dediqué a cuidarlo. Le festejaba los cumpleaños, el sandwich y la Coca no le faltaba nunca, como a los otros pibes tampoco. Lo visitábamos en Fiorito una vez por semana, lo cuidábamos a muerte. Gracias a Dios llegó. Yo me atribuyo, junto a don Trotta, ese mérito. Pero no porque yo sea alguien especial, porque me cayó a mí como si le hubiera caído a otro técnico. Fue el destino. Esto quiero recalcarlo bien. Ningún técnico le va a enseñar jugar a Diego. El jugador nace. Y Diego nació.
-¿Fue usted el que inventó el nombre ?Los Cebollitas??
-Exacto. (habla del programa de TV) Estoy enojado, pero ya me pasó el enojo. Me tenían que haber pedido permiso. Pero no me enojo porque están las hijas de Diego, está Claudia, gente que yo quiero mucho. Pero me hubiera gustado que por simpatía me digan ?Francis, le vamos a usar el nombre?. Pero ya está. No tiene importancia. Al contrario. Bueno, el nombre de Los Cebollitas viene porque nosotros vamos a participar en el campeonato Evita y vimos la lista de cientos de equipos. Veía que estaban ?El ombú?, ?los tres de la esquina?, ?Los lanceros?, y yo decía a don José: ?Escuchemé, si le ganamos al Ombu, ¿a quien le ganamos?, si nos ganan a nosotros se entera el país, ?le ganamos a Argentinos Juniors!, van a decir. Vamos a ponerle un apodo. Qué me vienen con cosas! Era una división chiquita, de chicos muy chicos. Vamos a ponerle Los Cebollitas, le dije. Ahí nació el nombre.
-¿Qué recuerda de ellos?
-Era una división brillante, tuvo una campaña extraordinaria. Tal es así que a Diego se lo llevan en octava. Diego no toca séptima. Ganaron el campeonato Evita, el de novena. Los Cebollitas estuvieron como 130 partidos invictos. Jugábamos casi todo los días. Con don José jugábamos a ver cuando perdíamos. Era impresionante. Ganar el campeonato Evita en capital ¿vos sabés lo que era eso? Cientos de equipos! Después de ese campeonato tuvimos que ir a Córdoba, al de la República. También lo ganamos. Ganaron el campeonato novena por seis puntos.
Nosotros fuimos a Chile, invitados por el gobierno, a Santiago. Los Cebollitas se habían hecho famosos. A Diego lo echaron en ese partido. Yo me enojé mucho porque los chilenos nos pusieron enfrente a una cuarta. No me gustó esa actitud, horrible. Eran hombres, yo creía que nos goleaban. Un diluvio enorme. Esa fue la primera vez que Diego salió del país y perdimos.
-¿Se acuerda alguna anécdota de ese equipo?
-Si, muchas. La más risueña es una que estabamos jugando un amistoso en el club UOCRA y íbamos ganando como 7 u 8 a cero. Y yo veía que llegaban tocando y quedaban solos frente al arco. Se acomodaban y pateaban por arriba del travesaño yo le dije a don José: ?que pasa?. Y él me dice: ?sabes que pasa Francis? Atrás del arco hay un árbol con un hornero?. ¡No se podía creer! Le estaban apuntando al hornero! Me levanté y Claudio Rodríguez lo avivó a Diego. Pero hubo muchas anécdotas. Hacíamos reuniones con los chicos. Con la familia. Era muy lindo todo.
-¿Cómo era su relación con el padre de Diego?
Siempre fue muy buena. El no me puede olvidar a mí. Yo lo iba a visitar a Fiorito. No se puede quejar de Francis. Hice todo lo que tiene que hacer un técnico. Y sigue siendo muy buena. Mucho respeto. Casualmente él vive en Devoto y yo también. Y cuando nos cruzamos nos abrazamos. Es de poco hablar, aunque parezca mentira.
-¿Es cierto que Diego tenía problemas de crecimiento?
-No, de ninguna manera. Yo lo llevé a Paladino para que me lo ponga bien. Era un médico de boxeadores, de Monzón. Lo llevé para que le de una vitamina, algo. Le dije: ?Doctor, póngamelo bien a este pibe que va a ser un mounstro del fútbol?. Ahí hubo una mentira intencional del periodismo, para perjudicar la relación. Golpes bajos. Pero Diego y el padre saben perfectamente como era yo. Si venían periodistas, yo me escondía. Nunca me quise poner delante de la estrella, nada. Yo ya estoy pago con haberlo descubierto. Para mi es un orgullo que no me lo puede quitar nadie.
-¿Se acuerda del programa de Pipo Mancera?
-Si, lo llevé yo. Mancera me pidió que quería hacerle una entrevista. Diego tenía 10 años y ya era famoso, lo conocía el país. Ibamos a practicar a Parque Sarmiento y venía una nube de gente a verlo porque llamaba mucho la atención. Mancera le quiso hacer un reportaje y no me pareció nada malo. El famosos ese en blanco y negro. Empezó a hacer jueguitos y tuvimos que decirle que pare. Mucha gente pensó que el pibe era un simple habilidoso. Tuvimos que convencer a todos de que no era así.
-¿Se acuerda del debut de Diego en primera?
-El debut para mi fue contra Los Andes, en un amistoso. Jugó de entrada. El de Talleres ya lo recuerdan todos. Estuve con el, patee con el y cabecee con el. Hizo tres o cuatro amagues y le avisaron que la largue porque lo iban a lastimar. Después que me lo sacaron me salió una úlcera. Yo siempre lo seguí desde un costado, para evitar que digan que me ponía al lado de la estrella.
-¿Cómo sintió su desafección en el mundial 78?
-(habla de Menotti) Jamás selo voy a perdonar!. No, no… por mas que Diego lo haga. Yo me acuerdo de sus palabras. A mi no me convencen. Le sacó el mejor mundial a Diego. Yo no se lo puedo perdonar. Me lo guardo en el alma ese rencor que me quedó. Lo reconozco como un gran técnico y todo. ¿A mi me van a decir que Diego era muy chico?! ¡Si Diego era un mounstruo con la pelota!. ¡A Diego lo hubiesen llevado en andas en ese campeonato!. A mi no me va a convencer, convencerá a la gente. Jamás lo voy a perdonar. Lo fui a buscar a Villa Marista, llené un colectivo de chicos para alentarlo. Diego salió llorando. Lo basureó, no se que le dijo. Que quién se creía… no sé. Diego me dijo que se quería ir. Pero por favor! Diego ya estaba jugando en primera!. Para mi no tiene perdón. Si lo veo a Menotti ni lo saludo. ¿Tuvo dos meses encerrado a Diego y no se dio cuenta que era el mejor? No, no… a otro con ese cuento. A mí no. A mi no me engrupe. Él tuvo al mejor jugador del mundo y no se dio cuanta que era una cosa distinta. El verso de Menotti ya es conocido. Estuvo 20 años sin ganar nada. A pesar que a mi me gusta el fútbol que el quiere.
-Cuándo Diego se fue de Argentinos, le regala su camiseta en ese partido de despedida cuando lo compró Boca…
-Le voy a contar. Diego jugaba medio tiempo para Argentinos y medio para Boca. Esa camiseta me la había prometido. Yo miraba el partido en la platea baja, que daba a los vestuarios. Cuando termina el primer tiempo, veo que Diego se empieza a sacar la camiseta y el presidente Consoli se la pide. Y Diego le dijo que no. Era para Francis. Cuando fui al vestuario, Diego me la da, nos abrazamos y me dice: ¿Se va Francis?. Le digo ?si, no te puedo ver con otra camiseta?. Usted ve que me emociono ahora mismo (se larga a llorar, unos segundos y se repone).
Después de eso todos los pibes querían venir a Argentinos Juniors. Yo entes me recorría la General Paz repartiendo papelitos para poder formar una novena. Luché mucho. Estaba saturado. No quería más. Llegó la hora de mi retiro. Todos me ofrecían poner una escuelita con el asunto de Diego. Le digo una cosa… si yo tuviera que cobrarle a los pibes para que jueguen, prefiero que me llegue el fin. No podría. Francis no se va a manchar. Yo lo siento así.
-¿Que cosas materiales tiene de aquellas épocas?
-Tengo muchos recuerdos de Diego. Fotos, camisetas. Toda la historia. Pero creo que Claudia me gana. Una gran piba, le tengo un gran cariño. Porque ella sabe quien es Francis. Esa es la historia.
qué ratón el diego, qué le costará tirarle unos mangos al tipo este.
linda la nota.
Que lindo reportaje. Muy emotivo…
Cuando uno creía que ya no quedaban cossas del Diego por descubrir…
Gracias por compartirlo (y por haberlo hecho!) ^_^
SALUDOS!!!!
Linda nota, che.
Muy emocionante loco. que historia, la de este tipo y la de diego, cierto?
Como que no queria guita eh.. quedan pocos de esos..
Me parece que varios o todos los que comentaron antes que yo, no se avivaron de que Francisco Cornejo acaba de fallecer, deberías ponerlo en la nota Zanoni.
Muy buena la entrevista!
Recien caigo yo de que ya lo habías puesto en el post. Medio despistado lo mío, je je.
Lo mismo algunos no cayeron, parece
Ay, qué emotivo, qué palabras tan sentidas decía ese hombre.
Me quedo con el Maradona de esa época.
Diego ya tenía la cara de engreído que tiene ahora, que increible
Muy buena la nota. Se ve que al tipo le encantaba hablar de la época.
Será coincidencia como se refería a él mismo en 3era persona, como hace Maradona?
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Q amarrete Maradona, nunca le dio un peso al viejo Francis, q murió sin un mango.
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Gracias Francis de parte de todo el pueblo del futbol y gracias por todo lo que le diste al Bicho. Que lastima que $maradona$ se dedique a hablar de los famosos del momento, de boca y de todo lo que le puede generar $$$ cuando se la gasta toda y tiene que generar mas y no de una persona tan noble que lo ayudo tanto.
Sin duda Diego fue el mejor jugador del mundo y un orgullo que haya salida de AAAJ, pero NO TIENE MEMORIA y vino 3 o 4 veces al estadio que le pusimos su nombre y hablo 3 o 4 veces de argentinos….
Si bien nos dio mucho como futbolista y nos hizo conocidos es un D E S A G R A D E C I D O.
Gracias Francis por todo y que el verdadero Dios te bèndiga.
Excelente nota. De verdad, te agradezco mucho por haberla compartido!
Y estoy totalmente de acuerdo con el comentario anterior de “Jorge”: la verdad que Maradona y compañia (eso incluye a “Claudia” que, según Francis, era una gran “piba”) le podrían haber tirado unos mangos, sabiendo que el pobre no tenía ni dónde caerse muerto.
Estimados: agradezco el recuerdo de mi Tío Francis, nunca es tarde para dar las gracias a las personas que supieron captar la filosofía de vida que llevaba mi querido Tío. Agradecida también por los comentarios de los simpatizantes. Sólo quiero anoticiarlos de que Francis tenía y tiene su familia y que no murió en la indigencia ni tampoco es que no “tenía dónde caerse muerto” (sic) como afirman algunos. Era un hombre muy inteligente, que amaba y protegía mucho a sus seres queridos y que cultivó valores muy preciados que supo volcarlos en el mundo del fútbol donde, más que DT, fué sin duda un docente de la vida. Sacó muchos jugadores y, los que no llegaron a ser estrellas del balompié, doy fé que el hecho de haberse encontrado con Francis los convirtió en hombres de bien, con estudios y cursando sus vidas en distintos oficios y profesiones. Sólo personas que estaban en la misma sintonía que Francis podían entenderlo. Hoy, sin duda está en el mejor lugar del cielo. Lo quiero y lo extraño mucho. Saludos Cordiales.Dra. Claudia F. Cornejo.