Durante el auge local de las punto com, a fines de los años ´90 y principios del 2000, se formaron las primeras redacciones digitales de los portales y sitios web locales. El objetivo era generar contenidos. Todos los días se abrían nuevas punto.com con información deportiva, tecnológica, espectáculos, economía, turismo, etc. Cientos de periodistas de todas las edades abandonaron sus puestos de trabajo en medios periodísticos tradicionales como diarios, radios, TV y revistas, tentados por mejores sueldos y el desafío de lo nuevo.
Pero a los pocos meses, las punto.com desaparecían con la misma velocidad con que habían irrumpido en escena. Los proyectos fracasaban, al derrochar en publicidad y prensa enormes cantidades de dólares fruto de las inversiones (alguien se acuerda del first tuesday en Costa Salguero?). No podían cumplir con los delirantes bussisnes plan hechos por recién egresados, motivados por el boom que había ocurrido en USA y Europa con otras punto.com que se vendían en menos de un año a varios millones de pesos. Pero acá todos querían ser Yahoo! y Amazon sin haberse dado cuenta que, entre otras cosas, las ventajas de la globalización parecía estar destinada sólo a los países desarrollados.
Integrar el área de contenidos de una punto.com implicaba, además del trabajo normal del periodista, sumar otros conocimientos, pensar una nota que incluya fotos, audio y video y escribir con un estilo diferente para otro tipo de usuarios.
Entré a la redacción de Ciudad Internet, del Grupo Clarín, hacia fines de 1999, en pleno auge digital. En el primer mes, el staff periodístico se cuatriplicó. Eramos más de treinta personas, entre redactores, editores, diseñadores, marketing, programación, sistemas, etc. Pero a los seis o siete meses, empezaron los despidos sin causa en grupos de cinco o seis personas. Me acuerdo que los últimos viernes de cada mes se convirtieron en una mezcla de martirio y lotería para ver a quiénes llamaban. Se daban situaciones insólitas, tristes y cómicas a la vez. A mi me tocó el último viernes de mayo de 2002. Después del mediodía, empezaron los despidos y cerca de las seis de la tarde, mi computadora se reseteó sin motivo. Cuando puse mi usuario y password como siempre que iniciaba la sesión, Windows me tiró un error. A los dos minutos, sonó mi teléfono y era un tipo de recursos humanos para que me pedía que baje hasta el primer piso. Después me dijeron que lo del usuario había sido un error de cálculo en los tiempos. La idea hitleriana era bloquear las computadoras en el mismo momento que te decían que estabas despedido, para evitar que vuelvas a tu oficina con toda la furia y borraras información valiosa para la empresa.
Casi todas las punto.com que habían inaugurado con bombos, fiestas, prensa y platillos, se desprendían facilmente de los mismos periodistas que habían buscado para que les generen “contenidos atractivos” que atraigan más “tráfico” y así poder vender más caros los banners de publicidad. Pero, mientras los barcos se hundían y los fundadores de las empresas ya habían vendido todo por dos pesos, se negaban a pagar las indemnizaciones como correspondía: respetando el estatuto de prensa. De esa forma, periodistas que habían dejado atrás varios años en otros lugares, pasaron a escuchar cosas como “Ustedes con empleados telefónicos. Te-le-fo-ni-cos, escucharon bien?”. El artilugio legal era por pertenecer a empresas que vendían conexión telefónica y servicios de Internet en los mejores casos y hasta productos y servicios que nada tenían que ver con el periodismo, como pasajes de avión, CD´s, lencería erótica o vestidos de novia.
Un cable de Télam del viernes informó que la Cámara Nacional del Trabajo consideró periodistas a “quienes trabajan para una empresa que brinda información por internet, aunque no se trate de un medio periodístico”. La decisión la tomó la Sala IV del tribunal, ante la demanda promovida por dos ex empleados de la firma UOL Sinectis quienes, al ser despedidos, pidieron ser indemnizados de acuerdo al Estatuto del Periodista.
La demandada había expuesto que no es una empresa periodística, ni funciona como diario o revista y carece de autorización para actuar como un medio de prensa, pero los camaristas Héctor Guisado y Diana Guthmann rechazaron esos argumentos. Los magistrados consideraron que “el sitio, a través de su portal de internet, propalaba notas sobre deportes, informes de coberturas de eventos y conferencias de prensa”.
Los camaristas sostuvieron, entonces, que los demandantes realizaban “tareas periodísticas” para la proveedora de internet. El tribunal destacó, además, que ambos trabajadores, que habían ingresado como “becados”, tuvieron que emitir facturas para cobrar sus honorarios.
“Que los trabajadores presentaran sus facturas por ‘honorarios’ no altera la naturaleza jurídica de la relación que medió entre las partes” ni permite concluir que se trataba de una relación extra laboral, consignaron Guisado y Guthmann. El tribunal agregó que “la circunstancia de que el trabajador emitiese facturas por los servicios prestados debe ser apreciada de un modo estricto, en especial cuando tal práctica es común en el mercado como modo de intentar dar apariencia de relaciones comerciales a prestaciones que son de naturaleza laboral”.
Los camaristas consideraron que la beca “consiste en un estipendio o pensión que se concede a una persona para que continúe o complete sus estudios teóricos como así también para la adquisición de conocimientos prácticos” con “una finalidad que es educativa y de formación”.
Guisado y Guthmann señalaron que, como la legislación sobre becas excluye el pago de aportes y contribuciones a los organismos de seguridad social, recurrir a esa modalidad se convirtió en una “tentación” a la hora de contratar personal.
que bueno post zanoni!
impresiona los métodos para despedir gente y también la crudeza de tu relato.
Es para destacar que estas cosas se cuenten porque dan fe de una época no muy lejana y también porque es necesario para que nadie vuelva a caer en el mismo error y se tomen las precauciones necesarias en los momentos adecuados. Digo… el que se quema con leche… no?
Lalo: La verdad que te felicito. Excelente post, espero que jamás decaiga. Un abrazo grande. ¡Ah! Y dijiste una gran verdad: “Periodista es el que informa”.
trabajé en El sitio, un faraónico proyecto de Cribrian campoy que llegó a tener más de 20 periodistas en su staff. Todos fuimos puestos de patitas en la calle sin ningún motivo. En mi caso, a fines de 2000. Después de un año de trabajar ahí en Puerto Madero en modernas oficinas, me ofrecieron la indemnización de un sueldo + el mes de pre aviso y no sé qué migajas más. Cuando les dije que me correspondía la indemnización de prensa, el de RRHH largó una risita y me dijo algo así como: “Otro más que se cree lo del estatuto”.
Les hice un juicio, que cobré a los dos años y medio y me llevé casi cuatro veces más, tras un acuerdo extrajudicial entre los abogados de ambas partes.
En ese momento tuve ganas de ir a buscar al mismo tipo que me había dicho eso y cagarlo bien a trompadas, pero después me se me pasó.
Todavía hoy me arrepiento de no haberlo hecho. Así que, a vos, que tal vez leas esto: CUIDATE, botón.
Para cuando una reforma seria al Estatuto del Periodista de modo de que no queden las denominadas “lagunas”…
¿Quién se beneficia con el mantenimiento de un status quo de hace más de 50 años?
MUY BUEN POST. COMO TODA COSA NUEVA… MIL ERRORES. ESPEREMOS QUE CON EL AUGE CIBERNÉTICO SE ESTE ANALISANDO UN NUVO ESTATUTO QUE CONSIDERE AL PERIODISTA WEB DENTRO DE SUS NORMAS
Tuve la suerte de conocer a 3 amigos que se asociaron para abrir una punto com a fines del 99, al igual que en tu relato, hubo inversiones, hubo gran incremento de personal y de gastos, pero a tiempo se dieron cuenta que todo era una gran mentira, y pese a que hubo que achicarse y despedir, siempre se portaron de primerisisma con todos los empleados. Fui “el último que apague la luz” en el 2003. Sólo tengo buenos recuerdos y agradecimiento para ellos.
Es todo un tema lo que hablas. Y muy buen aporte el del comentario del vengador. Ahora Vengador para que cagarlo a trompadas?? yo voy y me le río en la cara por bobo
Excelente. Me lo guardé en favoritos.
Encima hay que soportar que personas que en su momento despilfarraron un millón de dólares en una web inviable ahora den cursos de cómo ser un gran “entrepener”.
¿Cómo reaccionó la UTPBA en su momento ante los despidos de periodistas en la punto com?
Aclaración: este no es el primer fallo que considera periodistas a quienes siempre se los debió tratar así. Este fallo ratifica una vez más (porque hubo muchos anteriores) lo que dice el Estatuto del Periodista Profesional (ley 12.908) en su artículo 2:
ARTICULO 2. – “Se consideran periodistas profesionales, a losfines de la presente Ley, las personas que realicen en formaregular, mediante retribución pecuniaria, las tareas que les sonpropias en publicaciones diarias, o periódicas y agenciasnoticiosas. Tales el director, codirector, subdirector, jefe deredacción, secretario general, secretario de redacción,prosecretario de redacción, jefe de noticias, editorialista,corresponsal, redactor, cronista, reportero, dibujante, traductor,corrector de pruebas, reportero gráfico, archivero y colaboradorpermanente. Se incluyen las empresas radiotelefónicas,cinematográficas o de televisión que propalen, exhiban o televiseninformativos o noticias de carácter periodistico, y únicamente conrespecto al personal ocupado en estas tareas. Se entiende por colaborador permanente aquel que trabaja a destajoen diarios, periódicos, revistas, semanarios, anuarios y agenciasnoticiosas, por medio de artículos o notas, con firma o sin ella,retribuídos pecuniariamente por unidad o al centímetro, cuandoalcance un mínimo de veinte y cuatro colaboraciones anuales. Quedan excluídos de esta Ley los agentes o corredores de publicidady los colaboradores accidentales o extraños a la profesión. No se consideran periodistas profesionales los que intervengan enla redacción de diarios, periódicos o revistas con fines depropaganda ideológica, política o gremial, sin percibir sueldos”. Modificado por: Ley 15.532 Art.1Sustituido. (B.O. 04-11-60).
Lo del statuto del periodista es la cosa mas estúpida que puede hacer el gremio de periodistas.
Cada vez que alguien quiere desarrollar medios o empresas de noticias o empresas punto com, a los 10 minutos del entusiasmo de la idea viene el tsunami: que mierda pasa si un periodista ” se quiere ganar la grande” y viene con las boludeces de los nueve meses y el patetico statuto?
Para mi es una completa y bochornosa verguenza que el gremio se siga “atendiendo” con gente que mira a las empresas y emprendedores como si fueran asesinos de los puestos de trabajo.
Si no hay empleo, si no hay buenos sueldos, si hay extratrabajo para todos, espero que lo entiendan, es por las leyes de mierda que no te permiten apostar con escenarios claros y transparentes.
Me imagino que hay empresarios de mierda, ambientes de trabajo horribles, pero también….hay periodistas que trabajan 3 meses y quieren cambiar el auto, arreglar la casa o irse de vacaciones.
Creo que es hora de empezar a debatir si este estatuto esta a la altura de las circunstancias y de la época que nos toco bailar.
Mi punto es que para mi es completamente absurdo.
Este fallo habría que hacerlos llegar a todas las redacciones digitales para que no sigan estafando a los periodistas con estatutos de telefonicos o de comercio. Esto no es una descalificación a estos estatutos pero somos periodistas y trabajamos dando información, por esto que se pague según nuestro estatuto. Excelente el post.
Lamentablemente, luego de la flexibilización laboral, este tipo de abusos suceden en varios rubros profesionales. Si la justicia hace gala de lo que debería ser su principal virtud, tal vez la cosa empiece a modificarse.
El Sitio fue un caso igual al de Ciudad, también UOL. Yo trabaje en UOL y me acuerdo de cuando me despidieron, en diciembre, el día 24 me llego el telegrama. Un bajón el final! Igual muchos que en esos lugares aprendimos e hicimos nuestros primeros pasos en la profesión, hoy seguimos trabajando en web. En la redacción de clarin.com te encontras con gente que trabajó en estos lugares, también en educ.ar o trabajando en e-learning.
Totalmente de acuerdo con “No estoy de Acuerdo”
El estatuto de periodistas es lo peor que puede pasarle a los periodistas, ya que lo que logra es falta de inversión, sueldos bajos y muchas colaboraciones en forma precaria.
Que empresario en su sano juicio va a invertir y pagar buenos sueldos, con ese estatuto.
Mejor pone la plata en otras industrias con menores riesgos. No existe ningun estatuto como el del periodista, que implica tanto riesgo en tomar a alguien en relacion de dependencia.
Yo laburé en J. Walter Thompson, la agencia de publicidad que atendía la cuenta de El Sitio: creo que aún hoy deben seguir tratando de cobrar los honorarios por la publicidad hecha para el cliente.
Lo de las punto.com fue una bestialidad, uno de mis mejores amigos terminó su MBA en Harvard a mediados del 99 y me comentó que de los 80 y pico de proyectos presentados por los estudiantes de su promoción, el 100% era sobre punto.com. No sé cuántos habrán triunfado.
Me pasó algo similar a El Vengador Anónimo en un sitio de internet fantasma creado por una “joint venture” (término que se puso de moda en esa época como pocos) entre el Exxel Group (!) y un empresario cuyas iniciales son GM, acusado recientemente de pasearse con una Hummer con entrada diplomática. Después de haber pasado de Catalinas a San Telmo Soho, nos echaron en cuartucho de las oficinas de OCA, por 10 días fuimos los puntocom que entrábamos por el mismo lugar que entraban las camionetas violetas con encomiendas. Nos pagaron indemnización de empleados de comercio, supuestamente, y salvo yo nadie se animó al juicio, por ese miedo de quemarse con posibles futuros jefes. Pero estaba claro que esta gente no iba a estar en los medios nunca más. De hecho, el CEOs (2do término de la época) hoy cuelga su MBA en un despacho del Ministerio de Economía, llevado por su compañero de San Andrés. No es que yo fuera un valiente, sino que sinceramente no me parecía que hubiese nada por perder. Sólo el valor de la plata, que para cuando la cobré se cambiaba el dólar a 4 sopes. Estoy seguro de no haberle hecho ni una cosquilla a una uña a esta gente, pero el saborcito no me lo saca nadie.
Así y todo, hoy debo decir que estoy cerca de la postura de No Estoy de Acuerdo: por suerte, el estatuto es todavía un engendro anacrónico. Así como existía la industria del juicio, el mejor negocio periodístico siempre ha sido el despido, que no tiene mucho que ver con aquello tan mentado de “dejaron en la calle a XX trabajadores de prensa”. Pero, bueno, digamos que así es el mercado. Cada uno con lo que tiene a su alcance, que le saque el mejor jugo. Los empresarios con su estrés y su alma de pioneros impostadas, y los periodistas, con su retórica sensible.
Soy periodista hace muchos años, fui docente de periodismo muchos otros.
Los empresarios, estimado “Gustavo”, no invierten y ya. Con o sin estatuto.
Seguramente el Estatuto tendría que ser revisado y actualizado, pero es cierto que esta actividad/profesión/oficio tiene características particulares, por lo que no puede regirse como cualquier otra relación laboral.
Si hay tantos que no entienden esto, será entonces que los miserables ideológicos de los ’90 ganaron la batalla.
Estimado gt, asi estamos como estamos.
Con periodistas que ven en los empresarios a enemigos que no quieren invertir y solo quieren negrear a los periodistas, pero que se mueren en trabajar para ellos y una vez que estan trabajando para ellos criticarlos, dedicarse a protestar por lo que aceptaron y usar el tiempo que los empresarios le pagan para quejarse en lugar de trabar y despues hacerles juicio.
Creo desde afuera, que la industria periodistica debe ser una de las peores, porque lo que veo en los post de periodistas siempre es rencor y bronca para los que le dan trabajo, y de eso nada bueno puede salir.
Me llama la atención la preocupación por defender el trabajo de lacayo de medio, radial, gráfico, televisivo; cuando el que informa, o elige lo que se informa o, mejor dicho, se comunica es la propia lógica del medio.
Ae protegen vacaciones y estabilidad de trabajadores que ni informan ni seleccionan y que, a lo sumo, son COMUNICADORES SOCIALES, en la nueva jerigonza que no deja de ser clara ni infoman ni seleccionan, COMUNICAN, lo que el dueño del medio o los determinantes económicos o políticos ocasionales del medio pretenden, comunican, sí que lo hacen; todos al mismo tiempo y por saturación.
No defiende el estatuto al periodista francotirador y no se nos aparece como periodista un Hearst u un Botana.
Tampoco claramente un blogero. Raro estatuto de periodistas dependientes.
Sea pues el ámbito de los mediocres.
Es más el colaborador habitual de un medio científico (La Ley, revistas médicas,etc) no son periodistas aunque informan. O sí lo son.