21 December 2007

Golden Boys

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Hace unos días terminé Golden Boys (Planeta), el libro del periodista argentino Hernán Iglesias Illa sobre los argentinos que se hicieron millonarios en la bolsa de Wall Street. El libro resultó el ganador de la primera edición del premio Crónicas de Seix-Barral y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), que preside Gabriel García Márquez. Un jurado de lujo (John Lee Anderson, Martín Caparrós y el mexicano Juan Villoro) eligió la idea de Hernán idea entre otras 381.
Golden Boys es una crónica sobre la vida diaria de los que fueron allá a hacer dienero, qué piensan, cómo viven y qué hacen en su -poco- tiempo libre. Pero también es, sobre todo, un minucioso trabajo sobre la relación entre nuestro país y los grandes bancos de Nueva York, desde los años ´70 hasta nuestros días, pasando por el gobierno de Alfonsín, el neoliberalismo menemista y el trágico desbarranque delarruista. Resulta imperdible el capítulo que cuenta cuando el grupo más importante de estos Golden Boys viene a Buenos Aires invitado por el gobierno de De la Rúa y Cavallo como ministro en aquellos días huracanados de 2001 cuando se desbarrancaba todo. La bizarra reunión a la madrugada en la quinta de Olivos resulta tragicómica y una metáfora de aquel gobierno donde todos parecían empujar para lados diferentes y el conductor del barco se preocupada por… galletitas.
El libro de Iglesias sirve para entender(nos) un poco más, sobre todo porque aporta una nueva mirada que hasta el momento no estuvo del todo explorada: la economía y las finanzas. (Tal vez el libro “Enemigos” de Ernesto Tenembaum puede servir de complemento)
¿Qué nos pasó para caer tan abajo? ¿Qué hicieron -a favor o en contra de los intereses del país- estos argentinos desde los rascacielos de Nueva York?
Pero por supuesto, está el color propio de la crónica. Por que los Golden Boys hablan sin parar -son argentinos- y le cuentan a Hernán cosas que impresionan -pueden ganar o perder 150 millones de dólares en tres días- o apostar muchos ceros a una elección presidencial en Rusia. Juegan al golf, al fútbol y tiene mujeres e hijos cuyas vidas se asemejan a las de la serie Amas de casa desesperadas. Hernán habla con ellas también.

Lo que sigue es un pequeño reportaje realizado al autor, que vive en Nueva York desde 2004:

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-¿Cómo definís a los Golden Boys?
-La caricatura de brocha gorda de ellos es así: los traders son tipos ambiciosos, calentones y de barrio; los banqueros de inversión son formales, elegantes y de clase media-alta o alta; y los analistas son intelectuales, de clase media y judíos. Adentro de cada categoría hay mil variantes, tantas como personas.


-¿Cuál fue el banquero, trader, analista o broker que más te haya impresionado. ¿Por qué?
-Varios. En cada uno de los rubros hay tipos muy interesantes. Durante unos meses tuve una fascinación con los tipos que llegaron a Wall Street a fines de los ’80 y principios de los ’90, de los que sus herederos hablaban con veneración y yo, ni casi nadie fuera de las finanzas, tenía idea de quiénes eran. Aquellos tienen la mística de los pioneros, de haber llegado al lugar justo en el momento indicado y de haber hecho un montón de cosas (y plata) en poco tiempo.

-¿Cómo estructuraste la investigación del libro?
-La investigación consistió en hacer las entrevistas, leer decenas de libros y papers, visitas a eventos y lugares especiales, nada fuera de lo común. Después, el de escritura, consistió en pegar el culo a la silla todos los días muchas horas por día. Acá no me animo a tirar un porcentaje!

-¿Cuál fue la dificultad mayor que se te presentó durante la investigación?
-No sé cómo responder a esta pregunta. La verdad es que después de los tropezones típicos del principio, en el que uno todavía no tiene el libro del todo claro en la cabeza y se da inevitables porrazos contra paredes sintácticas y estructurales, la cosa se hizo relativamente fácil y agradable. En un momento hubo un click, y después ya todo fue saliendo.

-¿Cómo te enteraste qué habías ganado el premio? ¿Qué hiciste?
-Estaba en la redacción del Wall Street Journal Americas, donde trabajaba en ese momento. Sonó el celular, vi el prefijo de Colombia (57) y me fui al pasillo. Festejé con el puño cerrado y apretando los labios, como si hubiera metido un gol en una final.

-¿Qué sensación final te dejaron los Golden Boys y su influencia en la crisis argentina? me pareció que tenés una mirada bastante alejada del común de la gente que acá culpa de todos nuestros males al FMI y a los bancos extranjeros y a los acreedores, con mucha desinformación y como si todo fuese lo mismo.
-Bueno, depende mucho. Tampoco sé si mi mirada está tan alejada “del común de la gente”, si es que eso existe. Sí creo que había más bien poca información (y algo de desinformación) sobre cómo funcionaban los mercados, y que eso estaba bueno explicarlo. Explicarlo y aprenderlo, porque yo tampoco sabía cómo funcionaban en detalle los mercados de deuda cuando empecé a escribir el libro. Creo que el clima final del libro sí es un poco más indulgente con el mercado financiero de lo que han sido hasta ahora los relatos más habituales. En parte porque los relatos habituales (los diarios, los columnistas, la TV) han sido bastante esquemáticos y facilones y una de las lecciones de todo esto, me parece, es que las cosas son muchos más complicadas, que casi ninguno de los actores individuales de estas crisis tiene mucho margen de maniobra y, también, que tuvimos (los argentinos, digo) algo de mala suerte.

-Me llamó la atención el estilo que elegiste usar en la crónica, -lo explicaste en La Nación-, por ejemplo, no haciendo diferencias entre testimonios y texto y sin usar comillas, de forma tal que el lector sólo lea lo que dicen los entrevistados, sin que importe tanto quién lo dice. También sumaste a varios entrevistados en mismos testimonios. Todo esto le dio mcuha agilidad a la lectura, en un libro que por su tecnisimos puede resultar aburrido. Creo que ese es uno de los logros mayores del libro. ¿Podrías explicar la técnica y los motivos que te llevaron a usar estas técnicas poco usuales en las crónicas actuales?
-Bueno, la intención es que quede como una primera persona del plural, un “nosotros”. Hay capítulos donde no hay nada mío: es 100% testimonio de los invitados. Yo puse conectores y alguna frase funcional para reforzar la estructura y el fluir del texto, pero en esos capítulos no hay nada inventado por mí. La idea se me ocurrió a principios de este año, cuando vi en el New York Times que un pibe había publicado una novela entera en la primera persona del plural, sobre la vida de un grupo de oficinistas en una agencia de publicidad. Y yo, que estaba teniendo problemas para darle frescura y vivacidad a los capítulos más sociológicos del libro (porque ahí el esquema de citar y citar se me estaba haciendo engorroso), pensé, casi en ese mismo momento, que podía ser una buena solución para mí. Y lo fue. Me sentí muy cómodo escribiendo los capítulos en primera persona.
Algo del tono general del libro lo saqué de Liar’s Poker, un libro buenísimo sobre Wall Street contado por un tipo que trabajó varios años en Salomon Brothers y después se hizo escritor. El tipo, que se llama Michael Lewis, tiene una gran facilidad para explicar cosas complicadas y siempre parece estar de buen humor. Mi intención fue entonces esa: escribir un libro sin tecnicismos pero no bobo: fácil de leer pero que ayude a entender algo de los matices, a veces insondables, de las finanzas.

Más info:
Premio FNPI
Blog Hernanii.net

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18 thoughts on “Golden Boys

  1. Ramon

    Jaj…te digo igual avisale al autor que el titulo es muy bueno…con tantos libros que salen al mercado de forma tan rápida el titulo y la tapa juegan mucho y en eso creo que le pegó.

  2. Ramon

    che acabo de ver el video que dijo Fernadno…masomenos….queres ver un buen video Leo?
    no dejes de mirar esto: Edisson (el muchacho apuñalado en el Personal Fest) desde el hospital rapeando

  3. Pingback: Hablando del asunto 2.0 » Blog Archive » 2007: Mi top 3 (no ficción)

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  5. magali soledad pendino

    bueno me gusto todo lo que decia nada mas que no abia una foto de ellos

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  8. Florencia Aguilar

    Hola!! Muy buena la nota y la entrevista a Hernán. Yo estoy terminando el libro de los “Golden”. La verdad que la forma de escribir que eligio Igleias es muy buena ya que no se hace densa la lectura. Me alegro mucho que alla ganado el premio Crónicas de Seix-Barral. Lo que uno no entiende de economía, y lo que es Wall Street con este libro puede llegar a tener una idea.
    Los felicito por la nota.
    Saludos!
    Florencia

  9. SABRINA

    YO LEI EL LIBRO PARA LA UNIVERSIDAD PRIMERO DIJE QUE EMBOLE Y DESPUES A MEDIDA QUE LO IBA LEYENDO EMPEZÉ A COMPRENDER COMO FUNCIONABA EL MERCADO FINANCIERO… LA VERDAD QUE ME DEJÓ CON LAS GANAS DE VIAJAR Y VISITAR LOS LUGARES QUE RELATA, INCURSIONAR EN LOS MERCADOS, MUY BUENO, PARA RECOMENDAR

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  11. guillermo

    hola muy bueno lo poco q hojie del libro te puedo dar mas datos de alberto ADES y familia si necesitas tambien de rafael di tella y como son con los pobres
    saludos

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  13. eugenia

    Hace dos a~nos busco este libro y esta completamente agotado en Argentina. Cualquier informacion sobre paradero conocido de algun ejemplar sera bien recibido.

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