La publicidad, ese negocio que ama tanto como para considerarlo un preciado hobby, sencillamente murió. Así arranca el reportaje publicado en la revista Fortuna a Mark Tutsell, director creativo mundial de la agencia de publicidad Leo Burnett. “Lo que ocupó su lugar, dice, es una industria mucho más compleja en la que los consumidores “se alejan cada vez más de la figura del receptor pasivo”.
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La publicidad murió hace 30 años. Las comunicaciones integradas de mkt fueron su primera evolución, el branding años más tarde. No nos olvidemos que, ya en los 70, Lauctrec tenía el discurso que la publicidad (publicar para vender) estaba muerta.
La publicidad evoluciona, no muere. Como publicista joven, estoy realmente harto de escuchar y leer toneladas de eufemismos como éste. Que la publicidad cambie y adopte formas singulares y efectivas (muchas veces geniales) no quiere decir que muera.