El tiempo no para

Dice la Chiqui Legrand que el público siempre se renueva. Leyendo el blog Mirá! me acordé de un post que me gustó mucho hacer a fines de 2005 y acá va de nuevo:

Diego Goldberg es argentino y fotógrafo. En 1975, se fue a vivir con Susy, su mujer. Al año, su suegra le pidió dos retratos de ellos para su dormitorio. Diego posó y disparó. Lo mismo hizo con su mujer. Al año siguiente, repitió la situación y posó, disparó y le pidió a su mujer que haga lo mismo. Nunca más pararon y todos los años, el mismo día, Diego retrata a toda su familia. La obra se llama La flecha del Tiempo y permite ver el paso de los días en cada rostro de la familia, que por supuesto se agrandó con Nicolás, Matías y Sebastián.

-¿Qué sentís hoy, al ver todas esas fotos año a año?
-Me parece increíble que una idea tan sencilla, casi banal, pero tan potente, haya tomado vida propia, sea imparable, nos maneje. Estamos “condenados” a no parar jamás, y eso es maravillosos también.
-¿Cómo es el ritual del 17 de julio?
-El ritual es sencillo. Misma silla mismo lugar (el living de casa), misma luz y los chicos que tratan de joder al que está posando para que se ría y “arruine” la foto mientras yo grito que para que la corten.
-¿Qué opinan tus hijos al respecto?
-Creo que al principio, cuando eran chiquitos, se embolaban. Ahora que comprenden el sentido son tanto o más fanáticos que nosotros, los padres.
-¿Hay algún tipo de condición especial para posar ese día? algún tipo de producción?
-Nada de nada. Fuimos cambiando según el tiempo pasaba. Cada uno está como es. Llueva o truene.

Los trabajos de Golberg aparecen regularmente en la prensa intenacional como Time, Newsweek, Life, New York Times Magazine, Sports Illustrated, Paris-Match, L’Express, Figaro Magazine, Der Spiegel, Epoca, Gente, Panorama, Cambio 16, Tiempo, Observer, entre muchas otros. Entre 1996 y 2002 fué el Editor Responsable del área fotográfica del diario Clarin.
Cubrió temas de actualidad como diferentes viajes del Papa Juan Pablo II, la dictadura de Pinoceht, la revolución nicaragüense, la visita del Presidente Sadat a Israel, la guerra de las Malvinas, la OTAN o la campaña presidencial en EEUU.
También retrató en sesiones exclusivas a los Presidentes Reagan, Mitterrand, Ortega, De La Madrid, Collor, Alfonsín y Menem. Fue el fotógrafo personal de François Mitterrand durante la campaña que lo llevó a la presidencia de Francia en 1980.

¿y vos qué opinás del paso del tiempo?

Links:
La Flecha del Tiempo

12 thoughts on “El tiempo no para”

PAPINO NO TE EXTRANO MAS!!! 26/6/2007 at 1:42 pm

impresionante algo tan simple todo lo que genera, no solo a nivel familia sino a nivel cultural, cada foto, cada ano, cada estilo, la rebelde adolsecencia, los cambios de humor…la vidaaaaaaaaaa

Budokan 26/6/2007 at 1:56 pm

Me parece que me perdí de algo porque no entendí muy bien este simple árbol genealógico. Saludos!

sol 26/6/2007 at 2:19 pm

Podrían haber sonreído! Parecen fotos de convictos o algo así pero la iniciativa tal vez resulta ser interesante.
Ah! fue va sin tilde, eh… (“Entre 1996 y 2002 fué el Editor Responsable del área fotográfica del diario Clarin”) O al menos es lo que yo tengo entendido.

Cecilia 26/6/2007 at 2:55 pm

Ayer estuve en la conferencia de prensa de TEA (estoy en primer año) y hoy, por tercer día, visito tu blog. Está bueno, aunque todavía estoy en dudas de crearme uno, no lo entiendo bien…
Bueno, esta iniciativa me parece muy interesante, creo que la voy a implementar, hay que ver qué piensan en mi casa…
Saludos, gracias por la conferencia de ayer…

Kobayashi 26/6/2007 at 2:56 pm

Experimento genial, me hizo acordar a EL CUENTO DE NAVIDAD DE AUGGIE WREN de Paul Auster

“…Dijo que aquélla era la obra de su vida, y no tardaba más de cinco minutos al día en hacerla.
Todas las mañanas durante los últimos doce años se había detenido en la esquina de la Avenida Atlantic y la calle Clinton exactamente a las siete y había hecho una sola fotografía en color de exactamente la misma vista.
El proyecto ascendía ya a más de cuatro mil fotografías.
Cada álbum representaba un año diferente y todas las fotografías estaban dispuestas en secuencia, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, con las fechas cuidadosamente anotadas debajo de cada una.
…
Mi primera impresión fue que se trataba de la cosa más extraña y desconcertante que había visto nunca.
Todas las fotografías eran iguales.
Todo el proyecto era un curioso ataque de repetición que te dejaba aturdido, la misma calle y los mismos edificios una y otra vez, un implacable delirio de imágenes redundantes…”

Lisandro Moises Enrique 26/6/2007 at 3:02 pm

coincido con sol. podrían haber sonreído. esta muy bueno lo que hicieron y la idea. supongo que el hecho de no sonreir es para mostrar las mismas caras a los largo de los años. y pensé.. 3 varones?! ni una nena..
el título no me cuadra mucho, la flecha del tiempo.. hasta agresivo me parece, ero bueh, la idea, en definitiva, genial.