Columna publicada en El Cronista el 27 de marzo de 2015
En medio de la inflación, el cepo al dólar y la prohibición para importar los productos más avanzados, el mercado local de celulares ensamblados en Tierra del Fuego presenta un panorama complicado. Las cifras no mienten. El año pasado, en nuestro país se vendieron 11, 4 millones de celulares, un 12,6 por ciento menos que en 2013.
Mientras aquí se vende menos, en el resto de América Latina festejan que la región fue la de mayor crecimiento de celulares. Entonces, ¿por qué cayó la venta?
Los fabricantes que ensamblan en la isla del sur no pueden acceder a los dólares necesarios para comprar los insumos y los kits con los componentes. La deuda con los proveedores asiáticos se agranda a la par de la restricción al crédito. En las fábricas fueguinas (nucleadas en AFARTE) creen que el panorama no mejorará en el corto plazo y confían en que la situación empiece a cambiar gradualmente después de las elecciones de octubre.
Según la consultora Carrier Asociados, para 2015 se espera una producción aún más baja que el año pasado: 10 millones de celulares. ?Y para colmo, algunos fabricantes redujeron notoriamente el tamaño de sus operaciones en Tierra del Fuego. El escenario para este año no es alentador?, explica Enrique Carrier.
Por el crecimiento de la deuda, la producción de smartphones cayó un 50 por ciento en el último trimestre de 2014, lo que provocó menos variedad en los modelos que las operadoras ofrecen al público y menos cantidad de smartphones de alta fama. Por ejemplo, conseguir el Galaxy S5 de Samsung para la época de las fiestas resultó casi imposible.
Pero la noticia positiva es que casi todas las ventas (96%) fueron smartphones. La empresa que más vendió, según datos difundidos por la consultora Market Research and Technology (MRT), fue Samsung con casi 5 millones de equipos. El modelo más vendido fue el Galaxy Pocket, según datos de Kantar Worldpanel.
Lo escoltan Nokia (de Microsoft) con 2,3 millones y LG, con 1,8 millones vendidos. En Microsoft están contentos porque las ventas del Lumia suben, con el modelo 635 como punta de lanza. En el primer trimestre de este año activaron un 80% más de líneas respecto al mismo período de 2014 y para el total del año esperan un crecimiento no menor al 50 por ciento.
En el cuarto lugar se ubicó Motorola (ahora en manos de la china Lenovo), que junto a Nokia, fue de las pocas que vendieron más unidades que en 2013. El motivo del alza fueron los exitosos modelos de la familia Moto (E, G y X). ?El G se convirtió en el smartphone más vendido de la historia de Motorola y de Argentina en 2014. Y el E abrió la puerta para los que aún usaban celulares básicos, que querían dar el salto a un smartphone Android pero a precio atractivo??, dice Diego Barbero, General Manager de Motorola Argentina. La semana pasada la empresa presentó acá la segunda versión del modelo X, con pantalla más grande y mejoras en la cámara. Costará $9900. Con ese modelo apuntan a liderar el segmento LTE 4G.
Mientras tanto, Samsung intentará mantener su trono en la alta gama con el Galaxy S6, recién presentado en el MWC de Barcelona, y la nueva línea A (modelos 3 y 5). Ambos llegarán en junio. ?Tratamos de ofrecer la más amplia gama de opciones de smartphones, tanto para al usuario premium como a otros públicos, como los adolescentes. La coyuntura del 2015 se presenta difícil y no podemos predecir cifras de ventas?, se sincera Bruno Drobeta, director de ventas de la división Mobile de la empresa.
La china Huawei también creció casi un 50% en un año y aparece en el séptimo lugar con 228 mil unidades vendidas gracias al modelo más vendido, el Y321.
Ahora la luz de esperanza para los fabricantes locales tiene dos letras: 4G, que obligaría a renovar el parque actual de celulares 2G y 3G. Pero por el momento el reemplazo viene lento en una industria que, a contramano del mundo, empieza a sufrir las consecuencias de la coyuntura política.