Columna publicada en la revista Reporte Publicidad de noviembre
YouTube le debe la vida a la banda ancha. Sin internet a una velocidad digna, la creación del trío Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim en febrero de 2005 hubiese sido solo una idea curiosa. Imaginemos subir un video de 50 megas usando el dial?up. Imposible. Apenas un año después de su creación, Google pagó 1650 millones de dólares para comprarlo. Jawed Karim ya se había ido de la empresa, convirtiéndose en una especie de Pete Best de la industria tech. Pero YouTube no sólo cambió la manera de consumir material audiovisual en el mundo. También modificó la industrias de la TV, del cine y de la música. Netflix, que no nació como servicio de streaming de películas y series, obligó a la industria de la TV a reformular sus estrategias online. ?Tenemos que convertirnos en HBO antes que HBO se con? vierta en Netflix?, fue la frase hoy ya conocida que dijo con mucha visión el arquitecto de Cloud Adrian Cockcroft, responsable de que cada película de Netflix llegue a nuestras pantallas. Netflix, que ya tienen más de 40 millones de usuarios que pagan puntualmente todos los meses 8 dólares (¡saquen cuentas!), comenzó a producir películas y series propias, como House of Cards y Derek (una joya inolvidable). Y el Big Data es una de las claves de su éxito.
Hace poco mi madre me mandó un WhatsApp: #abrigate. Ahora en diarios y revistas pero sobre todo en la TV, abundan los hashtags, esas palabras precedidas con el numeral que Twitter popularizó e instaló, a la velocidad de la luz, en nuestro lenguaje y cultura moderna. Pero lo más interesante de todo este asunto es que no fueron creados por Twitter sino por un usuario llamado Chris Messina, un diseñador que allá por agosto de 2007 le pidió a sus seguidores que usaran el # para agrupar y ordenar temas.
Llegué a Barcelona en pleno Mundial de Fútbol y el aeropuerto era un caos. ¿Qué pasó? Paro histórico de taxistas por pri? mera vez en la historia de la ciudad. ¿Por qué? Porque rechazan el funciona? miento de… una aplicación móvil! El ser? vicio Uber es un boom en varias ciudades del mundo. Fundada en 2009 por Garrett Camp y Travis Kalanick, conecta a personas que quieran viajar a algún destino de la ciudad. Los que tienen un auto particular y quieran hacerse unos pesitos como choferes, se registran en el servicio y suben su perfil online. La reputación es dada por los pasajeros, que pueden pagar con tarjeta sin dinero en efectivo desde la misma aplicación, ver en un mapa dónde está el auto, etc. Hasta hoy se pirateaba cualquier contenido, pero ¿qué taxista imaginó que una aplicación iba a piratear el transporte? Ninguno. Lo mismo está pasando con el rubro hotelero e inmobiliario, disgusta? dos por el avance de Airbnb, el servicio online que desde 2008 conecta a propietarios con inquilinos temporales. Según Wikipedia, ya tiene una oferta de 800 mil viviendas en 192 países y millones de usuarios que pululan por el mundo durmiendo en casas ajenas por unos pocos dólares la noche.
Pero ¿se puede piratear todo? Me animo a pensar que sí. También en Barcelona, el proyecto textil OpenKnit.org basado en el principio de la impresión 3D, se propone piratear la industria textil. Lo impulsa Gerard Rubio, un simpático ca? talán de 29 años, estudiante de diseño textil, que armó una máquina de tejido similar a los viejos telares pero que se conecta a una computadora y, con un software de código abierto para introducir patrones, ?imprime? una prenda de lana a partir de un dibujo diseñado en 3D. Parece una locura pero yo que ustedes lo seguiría de cerca.
Ideas nuevas, diferentes, originales. Que rompen, que cambian al mundo que nos rodea, que inspiran otras y que se retro? alimentan entre sí. Pero, ¿ cómo surgen esas ideas? ¿Nacen rupturistas o sus fundadores las tienen, las llevan adelante y después el tiempo y las diferentes circunstancias hacen todo lo demás? Se me ocurre ir a preguntarle a Sebastián Campanario, economista y periodista de La Nación, que acaba de publicar el interesantísimo libro ?Ideas en la ducha? (Random House), que explora el origen de la mejor creatividad. ?Hay un sesgo, en general, en el ?relato? sobre cómo surgen las ideas, que pone énfasis en el “fenómeno Eureka”: nos enamoramos de las historias con un invento (un héroe) solitario, al que de la nada se le ocurre algo que termina siendo un éxito. La realidad es que este tipo de casos son excepcionales y el camino de las grandes ocurrencias es más colaborativo, oblicuo, azaroso y menos lineal de lo que pensamos. El azar y los sistemas complejos juegan un rol en todas estas historias mucho más relevante del que por lo general estamos dispuestos a asignarle?. Por las dudas, estemos atentos.
Ya lo dijo el maestro Bob Dylan en 1963: el mundo está cambiando.
*Lalo Zanoni es periodista especialista en tecnología y nuevos medios .
It’s advisable as well as want spacer drops which are just a couple of
mm around dmension regaring a part of a person’s pattern, still have tto have a
massive golf hole sixteen mm nice bead with
the other parts on this comparable develop. It is women’s deep love as it’s designed too be certaonly one of a
kind. Craft beads have besn used to create jewelry
rwj health And wellness center also other decorative pieces for numerous years.
Small middle-class R class soccer articles February 2 update,Home To Shop Jordans Men Shoes OnlineFree kick soccer game is the most powerful, highest technology content, and most worthy of a positioning ball (personal subjective views, seek common ground) study in live football alone, I often play a free kick in the training mode to practice 1. If you want direct score, then let the ranks, people take good footwork free throws ah. I compare recommend Ronaldinho, Beckham shot so high precision, a