Columna publicada en El Cronista el jueves 19 de septiembre
Freelance, frilo, home office, workstation, MoWork. Ya son varias las maneras de referirnos al trabajo profesional independiente, aquel que se realiza por fuera de una organización tradicional. Es una opción que, sobre todo en los últimos años, creció fuerte en determinadas profesiones y oficios gracias a las ventajas productivas que brinda Internet. Un estudio publicado por la Universidad de Stanford indica que desde 2005 hasta el año pasado, el trabajo desde el hogar creció en los Estados Unidos un 66%. Y se estima que el 33% de la población activa mundial trabaja de manera móvil.
Algunos signos de esta tendencia son los sitios web dedicados a unir proveedores con clientes, los servicios en la nube que facilitan el trabajo remoto gracias al aumento de la banda ancha y los espacios físicos con las comodidades de una oficina que se alquilan para trabajar por día o algunas horas. Todo esto sirve como marco para esta modalidad con códigos propios que no conoce ni de horarios ni de formalidades.
No fue casual el desembarco hace un año en nuestro país de Freelancer, una empresa mundial de outsourcing que contacta a miles de personas que trabajan por su cuenta con empresas o particulares que necesitan un producto o servicio determinado. En caso de que ambas partes concreten la transacción, el sitio cobra una comisión. Según datos de la empresa, comandada en Cono Sur por Sebastián Siseles, la Argentina es líder entre los países de habla hispana en cantidad usuarios registrados (80 mil), por encima de México, Colombia, Chile y Perú, pero debajo de Brasil. ¿Cuáles son los trabajos freelance más pedidos a los usuarios argentinos? Encabezan el ranking el desarrollo (PHP, flash y HTML) diseño gráfico y web, traducciones, retoque digital en Photoshop, creatividad publicitaria y contenidos periodísticos. El rubro del trabajador independiente es un buen negocio: el año pasado Freelancer facturó en la región 50 millones de dólares y estiman duplicar la cifra en 2013. Las buenas perspectivas empujaron a otros emprendedores a inaugurar sitios similares, como Workana y Nubelo.
También son más y mejores los servicios para facilitar el trabajo remoto individual o en grupo y el intercambio de archivos como Dropbox, Drive (de Google), Yousendit (ahora Hightail) y Evernote (que también acaba de abrir una sucursal para atender en la región).
Los espacios móviles de trabajo (o workstation) crecen en el mundo a la par de la tecnología. En 2009 cuatro emprendedores identificaron esta tendencia y abrieron Urban Station, que ya tiene tres locales en Buenos Aires. Mezcla de bar, con la practicidad e infraestructura de una oficina y la calidez de una casa, el alquiler por hora cuesta $25 y también por $1600 al mes se puede alquilar un espacio fijo, con escritorio propio, salas de reuniones, etc.
La web local también se suma a la movida. El sitio Jomofis.com del periodista Pablo Fernández se presenta como ?la comunidad de quienes trabajamos en casa? y publica todos los días consejos e información en español para hacer más productivo y saludable el trabajo desde el hogar. Otro similar es el blog del sitio FreelanceSwitch, uno de los más famosos del rubro.
El trabajo desde casa está instalado. En cierta manera se cumple lo que alguna vez pidió el General Perón: ?del trabajo a casa y de casa al trabajo?. Aunque ahora ambas cosas se hagan en un mismo lugar.