En el ambiente de los medios hay una frase que dice que Marcelo Tinelli no es ni opositor ni oficialista: Tinelli es tinelista. La frase es una remake de la que habría dicho el CEO de Clarín Héctor Magnetto: “Clarín es clarinista”.
Lo cierto es que Tinelli es un conductor televisivo, tal vez el mejor y quien más empatiza con el público pero también un habilidoso empresario que sabe surfear las olas de la política para acumular poder.
En los últimos diez años de gobierno kirchnerista, Tinelli siempre tuvo muy claro que no debía irse demasiado lejos del calor oficialista. Pero tampoco quedar pegado al relato K ni convertirse un emblema cultural del modelo. Surfear entre esos dos caminos es muy difícil y hasta el momento lo viene logrando a la perfección, incluso dentro del Grupo Clarín. No hay ningún indicio como para pensar que no seguirá transitando por la misma estrategia.
Repasemos la relación entre Tinelli y el kirchnerismo:
2004: ya presidente, Néstor Kirchner puso su figura, el despacho presidencial en Casa Rosada y el mismísimo sillón de Rivadavia para ridiculizar al ex presidente Fernando De la Rúa (imitado por Freddy Villareal). El spot se vio en ShowMatch y fue muy criticado. En aquellos años el gobierno y Clarín eran amigos.
Ideas del Sur compra radio Del Plata. En abril el presidente Kirchner va la reinauguración en el Hipódromo de Palermo y se abraza con Tinelli, quien lo reportea en vivo desde el escenario. El animador vende la radio a Electroingeniería, una empresa con vínculos kirchneristas.
2007: Tinelli se enojó porque el gobierno le mandó a los sabuesos de la AFIP para revisar las facturas a la productora. Salió con los tapones de punta a responderle al Jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien había intentado vincular al caso Skanska a Ideas del Sur (a través de la empresa Sol Group, relacionada al escándalo). El cabezón dijo en su propia radio Del Plata: ?¿Será Fernández el (José) López Rega de Kirchner??
?A mi me encanta el fanatismo de Alberto Fernández por defender esta administración. El mismo ímpetu que le vi para defender a Domingo Cavallo y a Eduardo Duhalde?
?El pase de Borocotó (al oficialismo), ¿quién lo instrumentó? Alberto Fernández. La operación contra Enrique Olivera, el escándalo del Hospital Francés, el manejo de Provincia Salud, la unión con la prepaga del Francés que fue siempre cuestionada. Hay un montón de cosas que vale la pena recordar?
?Cuando alguien habla de facturas truchas es porque alguna vez tuvo contacto con ellas. Fernández debe saber cómo es la operatoria. Seguramente lo debe recordar porque él justamente fue el recaudador de la campaña de Duhalde en el ?99?.
2007: Vuelve la paz entre Tinelli y los K. El conductor y el ex presidente (junto a Cristina) inauguran unas obras públicas en Bolivar y juegan un “cabeza” para los medios.
El club de voley de Bolivar, manejado por Tinelli, recibe dinero en concepto de publicidad oficial.
2009: Con 30 puntos de rating bajo el brazo y gran olfato, Tinelli realiza su mejor jugada política: Gran Cuñado, donde satiriza a todos los políticos en medio de la campaña electoral. Néstor Kirchner pierde en la provincia de Buenos Aires contra Francisco De Narváez, quien logró cierta popularidad gracias a su imitador en Show Match y la famosa frase “Alica alicate”. A diferencia de otros candidatos como Macri y Scioli, Kirchner nunca aceptó ir al piso del programa a interactuar con Tinelli y su imitador (Freddy Villarreal), pero minutos antes del comienzo de la veda electoral, cerró la campaña con Tinelli por teléfono. Muchos kirchneristas están convencidos de la influencia de Tinelli en aquel resultado electoral.
2010: Tinelli va al velorio de Néstor Kirchner y se abraza con Cristina. La foto es una de los símbolos de aquel día.
2012: Tinelli presiona al gobierno con algunas críticas (blandas). Desde su twitter, en agosto criticó al diario oficialista Página/12 (“Te acordás cuando Página/12 era un diario en serio y la gente lo leía?”) y desde su programa en Canal 13 se refirió al cacerolazo del 8N, a la política cambiaria del gobierno y a la inseguridad.
A fin de año fue tapa de la revista “El Sensacional”, propiedad de los empresarios kirchneristas Szpolski y Matías Garfunkel. Sin pruebas, se metieron con la vida sexual de Tinelli, quien en un hotel casi se va a las piñas con Garfunkel. Tinelli entendió esa tapa como un mensaje de presión y extorsión por parte del kirchnerismo.